La existencia de refugiados en un país puede considerarse una muestra del fallo del Estado de origen. Es una demostración indubitable de que hay seres humanos que están dispuestos a renunciar a «ser quienes son» a arriesgar el «valor de lo construido» o bien a apostar a una interrogante «porque no tienen nada que perder». En todo caso, ser refugiado no es un acto de valentía, es un acto de supervivencia. En este sentido, un país que es «productor de refugiados» es un país que está abierto a declararse en Estado fallido por las siguientes razones:

1. Incapacidad de protección: Los refugiados huyen de sus países de origen debido a la persecución, violencia, conflictos armados u otras situaciones que ponen en peligro sus vidas y derechos fundamentales. Esto indica que el Estado de origen no puede o no quiere garantizar la seguridad y el bienestar de sus ciudadanos.Violación de derechos humanos: A menudo, los refugiados son víctimas de violaciones sistemáticas de derechos humanos en sus países de origen, como discriminación, tortura, falta de libertad de expresión o acceso a servicios básicos. La existencia de refugiados evidencia que el Estado no cumple con su obligación de respetar y proteger los derechos humanos de todas las personas bajo su jurisdicción.Falta de Estado de Derecho: La presencia de refugiados puede ser un síntoma de la ausencia de un Estado de Derecho sólido en el país de origen. La falta de instituciones independientes y efectivas, la corrupción, la impunidad y la incapacidad de garantizar el acceso a la justicia contribuyen a un entorno en el que los derechos de las personas no están protegidos y la persecución puede ocurrir sin consecuencias.

Por lo tanto, la calificación de refugiado implica una declaración de desaprobación del cumplimiento del deber del Estado de origen en proteger los derechos fundamentales de sus ciudadanos. Al otorgar el estatus de refugiado, un país reconoce que la persona ha sido forzada a huir debido a la incapacidad o falta de voluntad del Estado de origen para garantizar su seguridad y derechos.Es importante tener en cuenta que la situación de cada refugiado es única y compleja. Si bien la existencia de refugiados puede indicar un fallo del Estado de origen, también es crucial considerar otros factores como conflictos internacionales, desastres naturales y crisis económicas que pueden contribuir a la necesidad de buscar protección internacional.