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Gerencia de Proyectos con Enfoque en Resultador (PM4R) del Banco Interamericano de Desarrollo (BID); Magister en Gobierno y Gestión en América Latina (UPF- Barcelona), Especialista en Finanzas Internacionales (UNIMET- Caracas), Diplomado en Política Internacional (UNIMET- Caracas) y Licenciado en Estudios Liberales (UNIMET- Caracas). Andando por Latinoamérica. Socialdemócrata y defensora de los DDHH. http://www.nancyarellano.com

EXTRAÑOS TOCAN A TU PUERTA por @nancyarellano

Reflexiones a propósito de la migración en suramérica y de la conflictidad social en torno como peligrosa propaganda política.

No pretende ser este un texto conclusivo, solo colocar el acento en algunos aspectos a veces poco comentados sobre la migración, la política migratoria y la gobernanza migratoria en el mundo contemporáneo.

«Las grandes mentiras producen grandes miedos que producen grandes ansias de grandes hombres fuertes»

Roger Cohen, en The New York Times citado por Bauman.

El “otro”, “nosotros vs ellos” categorías constantes en nuestra vida social. Desde la concepción de clase, raza… por no decir género o nacionalidad o, incluso, religión.  Estamos acostumbrados a un mundo de divisiones donde, irónicamente, somos cada día más interdependientes.

Entonces esos “otros” suelen tener un poder increíble sobre “eso” de lo que nos “sentimos orgullosos” porque siempre hay “algo” que apreciamos. Nuestro modelo de vida, aún el más precario, tiene en sí mismo algo “defendible” sobre lo cual opera la “amenaza”.

Se crea entonces lo que Bauman señala es la «intensificación del miedo (…) cuando se acompaña de un adversario concreto, visible y tangible». Los “otros” son diferentes. Es lo primero que tenemos que tener claro. ¿Cuán diferentes? es la discusión. Pero basta con generar ese aspecto específico: color de piel, símbolo en el cuello, extracto bancario, apellido… pasaporte. Depende también de la ubicación de cada uno. Ser blanco dónde, qué tan blanco, blanco para quién… ser negro, mestizo o zambo… qué tan zambo, para quién y dónde. Ser de clase alta ¿qué tan alta? ¿apellido en dónde? Probablemente nuestro estatus está más condicionado al lugar, que ser un valor absoluto. Quizás depende además de cuántos cruces. ¿Negra, pobre, musulmana en una ciudad conservadora del sur de Estados Unidos? ¿Un peruano millonario en New York? ¿Ser latino y pobre en una ciudad “nacionalista” en España? ¿Un Messi en Barcelona? ¿Ser un indígena sin recursos en Lima? ¿Ser un cholo propietario de decenas de depas en Jesús María? ¿Ser un venezolano pobre y mestizo en Trujillo? ¿Ser un venezolano, blanco, estudiado, en Miraflores? No. No es igual. La relativización de los motivadores de discriminación existen.

Es un viejo adagio político el materializar los miedos. Azuzar la idea de que hay un enemigo anterior, interior y exterior que nos convoca a unirnos. El hombre como lobo del hombre. El eterno estado de guerra de todos contra todos. Nos corresponde enfrentar ¡Por la patria! ¡Por la familia! ¡Por el pasado! ¡Por la lealtad a nuestros aborígenes! Se activa el cerebro reptil, bajamos al mínimo nuestra racionalidad; emocionalidad pura combinada con un espíritu incólume de supervivencia. Somos 100% adrenalina. ¿Y la paz, armonía y progreso que nos hemos ganado como nunca en los últimos 100 años? Quedará como el tesoro a custodiar por el hombre fuerte capaz de contener las amenazas siempre, convenientemente, latentes. ¡Despertad al Leviatán! ¿A qué costo? ¿Libertad? ¿Igualdad? ¿Solidaridad? 1, 2, 3.

Bauman nos relata que las encuestas en Hungría señalaban que «Detrás de la migración masiva hay ciertas fuerzas impulsoras externas no identificadas» dejando ver entonces un plan secreto, de fuerzas más allá. Como si del fuego los hombres y mujeres no buscaran alejarse naturalmente, sin que medie palabra. La migración, como fenómeno que suma a cientos o miles de personas, responde más a la reacción humana repetida por humanidad que por política concertada. Los sirios no deciden invadir Europa, los ucranianos tampoco. Los venezolanos igual. Estos tres casos son reacciones humanas, colectivizadas frente al conflicto. Pero podría resultar cómodo tener un “comodín” libre de costo en términos de votos. ¿Estamos seguros?

La migración sur sur, no es nueva. Por el contrario, que Venezuela recibiera millones de suramericanos por décadas no es un tema muy distinto al Perú de principios del siglo XX o el Estados Unidos de postguerra o si me voy antes, la llegada de los sabios de Bizancio a la Florencia del Renacimiento… o la llegada de los Toltecas a la peninsula Maya para el renacimento Tolteco-Maya, si queremos deseuropeizarnos un rato.  Y no lo señalo como un tema de “deuda histórica” sino de “lazos históricos” que no es lo mismo. La migración constituye nuestra historia humana.  Entre 160,000 y 300,000 según fuentes diversas, dicen que era la comunidad peruana en Venezuela. Hoy +150mil se encuentran en Perú bajo la categoría de “peruanos retornados”, peruanos e hijos de peruanos. Doble nacionalidad.  A ellos se suman, +60mil niños y niñas, peruanos y peruanas, nacidos de padre, madre o ambos, extranjeros. Son peruanos de primera generación. ¿Qué tan distintos? Poco, muy poco. Más es un matiz a la diversidad del propio Perú que una alteración cultural de fondo.

Pero regresemos al punto de los “otros” como tales. La categoría extranjero. Y cómo la idea de “otredad” de no-pertenece-a-aquí, de “cuerpo extraño”… tensa la relación entre la comunidad migrante y la de acogida o receptora.  Los “extraños que tocan a tu puerta” son concebidos como elementos distorsionadores de la relación y “armonía” social.  ¿Existe tal cosa como la sociedad perfectamente armónica? No. La tensión continua es parte de la dinámica social y justamente ha sido el “pacto” de la generación de medios de desfogue y mediación lo que nos ha permitido la construcción de un cuerpo tendente a la armonía. Sin embargo, ese “corpus político” que pacta la relación y sus términos encuentra fascinante determinar enemigos comunes como forma de cohesión última. Frente a estructuras anquilosadas, el espíritu de supervivencia frente a “un mal mayor” resulta hechizante para erigir líderes fuertes, para otorgar poderes extraordinarios al Soberano. Vieja fórmula de monarcas, emperadores y caudillos.  Como resultado, el “otro”, ahora “enemigo” resulta menos que humano, no puede ser objeto de simpatías, misericordias o solidaridad. Por el contrario, es necesario aumentar sus dotes maléficas, es necesario privarle de su humanidad.

Es por ello que «La política de la securitización ayuda a sofocar por adelantado nuestros remordimientos de conciencia (los nuestros, los de los circunstantes) por el sufrimiento de los blancos humanos de dicha política; provoca la adiaforización de la cuestión de los migrantes, es decir, que hace que tanto ellos como lo que se les hace se abstraiga de toda evaluación moral». En consecuencia, ¿Por qué debe importarnos la suerte del virus que amenaza nuestro pacto? La invitación es a erradicarlo, porque-no-es-igual-a-mi. Nada muy distinto a lo que ocurre con la ultrapolarización en los procesos de deconstrucción «nacional» o «estatal» donde se relega a categoría de amenaza mortal a un grupo o sector de la población.

Aclaro que esto no implica que no existan categorías amenazantes en el mundo trasnacional, donde el crimen organizado, el paramilitarismo, la trasnacionalización del narcotráfico, el tráfico de armas o la trata, sean realidades que amenazan la seguridad nacional o regional. Hablo de que la confusión generada por intereses grupales o partidarios muchas veces desdibujan la necesaria comprensión de los fenómenos y comportamientos humanos complejos, entorpeciendo, por los fines menos probos, el manejo de la seguridad.

En este punto ud. se preguntará ¿Entonces qué hacer? Bauman invita a aumentar los grados de solidaridad, Rifkin a retomar la empatía humana. Podemos decir que concebir que los “extraños” no lo son, sería el primer paso. Comprender que en el siglo XXI tenemos la suficiente globalización e historia compartida como Occidente, como latinoamericanos, además de los medios tecnológicos, la trazabilidad financiera, los mercados formales para lograr la inclusión real de las personas como personas, incluso, para hacer frente a las amenazas del mundo contemporáneo, que por supuesto existen y que deben manejarse con claridad.

Somos un gran nosotros, por los valores compartidos: democracia, igualdad, derechos humanos, el valor de la innovación y del trabajo; la libertad y el libre desarrollo de la personalidad… nuestras pequeñas otredades no son más que el color de un paisaje que nos constituye como civilización. Una que merece ser protegida por quienes la constituyen.

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Entre ex-discriminados discriminadores y ex-discriminadores discriminados

o de los cambios de rol en una extraño juego

Si ud alguna vez se ha sentido discriminado, no discrimine. Porque más temprano que tarde será entonces parte del problema y estará lejos de ser parte de la solución. 

No podemos generalizar ni que las mujeres son de marte, los hombres de venus; que los negros, los cholos, los venezolanos, los blancos, los gordos y los flacos… hacen, piensan, son… juzgar a millones -y peor aún limitar sus derechos fundamentales- no es solo un acto verbal, es un acto inhumano que niega la individualidad, la responsabilidad personal, la preeminencia de la ley y el Estado de Derecho. 

Ser víctima de generalizaciones niega nuestra capacidad de ser creadores de nuestro destino y anula nuestra dignidad como personas; pero también las acciones de responsabilidad sobre nuestros actos individuales. 

No es un tema de «nacionalidad», ni de «identidad», es un tema de humanidad y de justicia. Si alguien comete delitos, es un delincuente que debe responder por sus actos ante la ley, nadie tiene por qué pagar los delitos ajenos de gente que ni conoce. ¿Por tener el mismo color de cabello, de piel, la misma religión, o la nacionalidad? ¿Qué clase de seres humanos podemos ser si juzgamos e insultamos sin conocer y valorar a cada persona por quién es o no por “lo que es”?

El derecho a no ser discriminado, al trabajo y al debido proceso son derechos básicos, garantizados en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, en tratados y en la propia Constitución Peruana.  No se trata de un «trato excepcional» sino de un derecho básico. La dignidad asociada a la idea de realización; el trabajo es un deber y un derecho. Mueve los hilos del desarrollo: crear, hacer, producir, generar, sostener.

Los prejuicios trajeron los peores horrores a este mundo. Aún vivimos los lastres de los prejuicios sobre las mujeres, sobre el color de piel, sobre el origen étnico, la clase social o la religión. Aún vemos cómo los actos de violencia se ciernen sobre mujeres por ser mujeres, sobre indígenas o sobre afrodescendientes, no por ser Maria, Luis o Pablo. No. Es por ser de un género, o pertenecer a una comunidad o por tener un color de piel. ¿O nacionalidad? ¿Te define como individuo respetuoso de la ley o como trasgresor el tener la tez blanca o negra o el cabello rubio o castaño? ¿Te define en talentos y probidad haber nacido en el hemisferio norte o sur? O es que cada quien es, cada quien hace y cada quien debe ser responsable por sus actos u omisiones. Es un tema de sentido común, conocimiento de la ley y por tanto de civilidad.

Las cacerías de brujas quedaron en otros tiempos, no corra la voz, busque a la inquisición, ni encienda la hoguera ¿o en qué siglo estamos? Cuidado salga ud. quemado.

LA IMPORTANCIA DE DECIRLE STOP A LOS VERDUGOS DIGITALES

Por @nancyarellanos

La siguiente es una reflexión a partir de comentarios a una publicación de llamado a bloquear a las cuentas que promuevan la violencia en redes sociales.

Usuario Agresor en Redes, Odiador Viral o Verdugo Digital;

Publicación hecha desde la cuenta de @Veneactiva en Instagram el 18/02/2021 a raíz de los llamados xenófobos (contra venezolanos y también contra peruanos) de varias cuentas en redes sociales.

La verdad no importa tu usuario, porque podrías ser un usuario local, extranjero, un bot o simplemente un periodista frustrado que ha encontrado en las redes la mejor forma de “florecer” sin pasar los filtros de una estructura institucional. Con tal, la redes son “libres”. Ahí está el primer error interpretativo. Y como no importa el nombre, el pecador sino el pecado, vamos a analizar “los argumentos”.

Primero, pretender que es un derecho «promover la violencia y generar agresión desde el teclado» es un craso error de conciencia social.  Muchos de nosotros creemos que eso es antiético e irresponsable. Segundo: Respecto a la “libertad” sepa ud. que ésta es bidireccional: se ejerce y es ejercida por otros. Tercero: es un tema de llamado a la responsabilidad con los talentos que se tienen.

El Verdugo Digital, tras la máscara.

Nuestra responsabilidad como ciudadanos, como personas, y más los que estamos ejerciendo alguna suerte de influencia en los medios digitales, es promover y educar para una integración armónica y pacífica, a la sostenibilidad y desarrollo. Sobre todo en un continente tan diverso como América Latina o un país como Perú.  Aludimos a la libertad responsable de las cuentas de RRSS a informar o difundir con veracidad (al menos eso espera la audiencia que les siguen). Así que continuamos; en su caso, ya que decidió sentirse aludido por nuestro llamado de bloqueo a «quienes promuevan violencia o generen agresión desde sus teclados», veamos: empecemos por la propia constitución a la que cita, por cierto, erróneamente; y a la difusión de información que debe hacerse con conciencia si busca ser un Formador de Opinión.  Si por el contrario, desea ser una cuenta que promueva la violencia o agresión, creo que más temprano que tarde habrá consecuencias legales. Pero, y también es válido, si simplemente desea tener una suerte de “microblog” de opinión personal con énfasis en todo lo que genere viralización y alarma, es ya su deseo y ejercicio de libertad y le deseamos suerte; pero no pensaríamos que es útil con la responsabilidad respecto a la comunidad peruano-venezolana dada las consecuencias; e igual le pediríamos considerar los riesgos. 

De nuestro lado, hablamos de empoderar (educando en el sano debate de ideas) al usuario de redes sociales para que sepa que tiene el poder de ELEGIR cuál información entra a su intimidad y forma su opinión. Nuestro llamado es a un ACTO LIBRE, del usuario.

Aquí nadie tiene el poder, de censurar (salvo los dueños de las plataformas). Ud. da tres veces información errónea: 1) una cuenta personal u de una organización civil no puede censurar el espacio digital, no tiene poder sobre el medio material de difusión; en realidad, recae sobre un acto libre que finalmente el usuario puede o no ejercer. 2) Alega un derecho constitucional también de forma errada (no es el art. 13; sino el numeral 4 del artículo 2. De la CPP) y 3)  Defiende la libertad de incitar al odio y la violencia, que está lejos de ser un derecho. La opinión en efecto es un derecho, y es el que se ejerce.

Esto significa que nosotros no podemos cometer delito alguno al expresar UNA OPINIÓN “sobre la responsabilidad de terceros en redes que motivan la comisión de delitos contra la integridad física o psicológica de las personas por nacionalidad”. (De nuestra gente y de las comunidades peruanas donde hoy viven). En este sentido, le aclaro a detalle su error en materia constitucional, porque como le dije antes, nuestra misión sí es formativa: supongo que se refiere al numeral 4 del artículo 2do, respecto a derechos fundamentales. (Ya que el 13 es sobre Educación, no creo que estés refiriéndote a la libertad de enseñanza ¿no?). Empecemos esa lectura constitucional por el inicio:

Artículo 1°.- La defensa de la PERSONA HUMANA y el respeto de su DIGNIDAD son el fin supremo de la sociedad y del Estado.

Lo que se lee transversalmente con el tema de Derechos Fundamentales (art. 2) “derecho a la integridad moral, psíquica y física”, “igualdad”, “no discriminación y del numeral 3, del artículo 2 sobre LIBERTAD DE CONCIENCIA. “(…) No hay delito de opinión. El ejercicio público de todas las confesiones es libre, siempre que no ofenda la moral ni altere el orden público.”  Respecto a LIBERTAD DE EXPRESIÓN (numeral 4 del mismo artículo 2  —que creo que es al que te refieres finalmente—)

“Art.2,  Numeral 4. (Toda persona tiene derecho…) A las libertades de información, opinión, expresión y difusión del pensamiento mediante la palabra oral o escrita o la imagen, por cualquier medio de comunicación social, sin previa autorización ni censura ni impedimento algunos, BAJO LAS RESPONSABILIDADES DE LA LEY. Los delitos cometidos por medio del libro, la prensa y demás medios de comunicación social se tipifican en el Código Penal y se juzgan en el fuero común. Es delito toda acción que suspende o clausura algún órgano de expresión o le impide circular libremente. (Cosa que no puede hacer ninguna organización civil con un post o campaña).  Los derechos de informar y opinar comprenden los de fundar medios de comunicación.” 

Entonces estimado, como las constituciones no son cajas de bombones para seleccionar sólo el que nos gusta o sirve, se leen transversalmente y se equilibran los principios entre sí.  Adicionalmente, según la Ley 28278 (Ley de Radio y Televisión) hablamos de un principio fundamental: “La libertad de información veraz e imparcial” que si cruzamos con los derechos fundamentales (art 1 y 2) el respeto a la dignidad, integridad psicológica etc… no discriminación… tiene sentido que haya un reclamo hacia cuentas que promuevan la xenofobia y agresión (de venezolanos a peruanos o de peruanos a venezolanos) y motivemos a que la gente deje de escuchar a esas cuentas….

Fíjate que artículo 13 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos plantea la doble dimensión de la libertad de expresión y pensamiento: individual y social. La primera garantiza que se pueda utilizar cualquier medio para la difusión de pensamiento u opinión y la transmisión del mismo. Mientras que la dimensión social implica que toda persona tiene el derecho de recibir dicha información. Y se admite, no la censura, sino la RESPONSABILIDAD, de quien abuse de la prerrogativa. 

La Libertad (porque sólo el Estado es quien puede “censurar” al impedir circulación, cortar señal en el espacio radioeléctrico o ejercer coerción) es ejercida también desde esta tribuna, y es fundamental para ejercer ese 4to Poder que es la información y prensa (ya las RRSS ampliaron el fuero) es importante no hacernos artífices del amarillismo de este lado o del otro lado: todos estamos en el mismo espacio.


Entonces, Sr. Verdugo Digital, le pido de corazón que no arme un juego de inflar tensiones sociales, sino contribuir a soluciones reales, porque hay una responsabilidad con las personas que siguen las cuentas… y más aún, estamos ante una comunidad golpeada por la pandemia, por la política y por la violación de DDHH. Piense un poco en qué imagen causa en una persona que recién entrara en su cuenta y solo ve los vídeos de crimen, amenazas, frases de odio hacia una u otra nacionalidad.  Eso solo traería la desgracia para los más vulnerables, para quienes verían peligrar sus trabajos, techos y en el peor de los casos: su vida.

El llamado en realidad, no era con ud, y no sé si se siente ofendido porque ¿siente que estaba llamando a la violencia? Creo que si se siente tan implicado debería revisar sus políticas internas de publicación o su código de ética porque ud. solito está asumiendo las alarmas. Quizás es momento de reflexión.  ¡Por cuentas que informen y contribuyan a un mejor Perú!

Atentamente,

Una Integradora Digital

@nancyarellanos

Update! (porque la verdad siempre llega) – Sobre los hechos recientes en Perú. Cortesía de Cuarto Poder, transmitido por América Televisión, el 21/02/2021.

Especial transmitido por la televisión abierta peruana, muestra que la campaña de tensión entre nacionalidades ha sido en gran parte una fabricación.

¿Y sí hay solución para Venezuela finalmente?

Por @nancyarellano (twitter) – @nancyarellanos (instagram)

“Algún día será verdad. El progreso penetrará en la llanura y la barbarie retrocederá vencida”.  

Rómulo Gallegos

Como venezolana puedo decir que el régimen y sus secuaces nos han atacado desde todos los frentes: violación de derechos humanos ya probada desde los sucesos de las protestas 2014, nombramiento anticipado de los rectores del CNE, declaración de desacato a una Asamblea Nacional de mayoría opositora, Asamblea Nacional Constituyente ilegitima, nombramiento inconstitucional de magistrados del TSJ, uso político del TSJ, celebración inconstitucional de elecciones presidenciales, FAES, GNB y alto mando como ejército pretoriano… paralelismos institucionales, corrupción, escasez, inflación, devaluación, crisis económica, sanitaria, educativa y laboral y Secuestro de los símbolos de los partidos políticos de oposición … narcotráfico, terrorismo, lavado de activos. Todo lo que podía pasar, ha pasado. Pero no ha pasado desapercibido, no más.  

Foto Propiedad de Jon Cárdenas

Así que ello incluye una respuesta contundente del sistema democrático internacional: casi 60 países dijeron ¡no más! al régimen, y más aún, han admitido el informe independiente del Consejo de DDHH de las Naciones Unidas; han respetado nuestra Constitución y mantenido un apoyo irrestricto a la Asamblea Nacional legítima y al gobierno interino desprendido de la activación de los artículos 350, 333 y 233. Nada ha sido en vano.

El escenario democrático internacional ha convenido establecer medidas de sanción para los ejecutores de las violaciones de derechos humanos. Estas medidas en un país férreamente controlado por una camarilla de delincuentes por supuesto que, lamentablemente, ha impactado en el ciudadano de a pie, como todo lo que nos han hecho desde 1999 ha impactado en todos. Sin embargo, es fundamental comprender que las sanciones han afectado porque el régimen ha infectado a todo el sistema económico venezolano: destrucción de nuestra principal fuente de exportación (el petróleo). Detengámonos ahí, en 2016, ya en crisis económica por cierto y sin sanciones, se producían 2,4 millones de barriles que eran vendidos de la siguiente forma: “China e India reciben el 60% del total. Un 20% se vende a EE. UU. y un 20% al resto del mundo” Como señalaba un artículo de la DW.

El artículo sigue “Para equilibrar su presupuesto, Venezuela necesita un precio de 118 dólares por barril. De los 40 euros del precio de venta, no todo queda en las arcas del Estado: producir el crudo cuesta entre 8 y 19 dólares por barril, según donde se extraiga.” y añade “Las ventas a China y la India representan el 54% de las exportaciones totales de crudo, cifradas actualmente en unos 2,4 millones de barriles diarios. Si a ello se le agrega un 6% que va a hacia Singapur, pero cuyo destino final es mayormente China, se llega a un 60% del total.” 

Esto quiere decir que, aún con las sanciones, si aún produjésemos 2,4 millones de barriles (cosa que no pasa) el 60% encontraría comprador en Asia, quizás no India; pero definitivamente China podría haber jugado un papel fundamental; sin embargo, con los apagones y la corrupción, la producción cayó, y es más fácil simplemente plegarse al discurso de “las sanciones tienen la culpa”.  En lugar de asumir que nunca trabajaron para una real soberanía petrolera, no hicieron más que sobreendeudarnos y que se han peleado con los principales aliados históricos – y serios- en cuanto a financiamiento. Subordinaron a una agenda ideológica de partido hegemónico las bases de sostenibilidad económica y salud de las finanzas públicas. Y nos quebraron. 

La agenda hoy por ello debe ser contundente. Hay que reformar el sistema de facto que el régimen ha creado. Por esa razón hay que volver al orden constitucional y revivir la voz real del soberano: la consulta popular, a la que la sociedad civil, con el apoyo de la Asamblea y el Gobierno interino están convocando, dentro y fuera de Venezuela.  

Solo con la consulta popular; seria, centrada, con alta participación y con garantías de auditabilidad podremos dejar zanjado nuevamente lo que los países que hoy nos apoyan a los demócratas, y que básicamente representan no sólo el mundo democrático sino a más del 60% del PIB mundial; saben; que Venezuela quiere un cambio, que los interlocutores de la Asamblea Nacional no hablan en nombre propio sino de la nación y que Venezuela quiere expresarse y quiere un cambio real y no una estafa electoral como la del 6D que no es más que la continuación – y extremación- de la farsa de 2018 (presidenciales) y de 2017(ANC).  ¿Que ya lo dijimos el 16J? Sí, pero de 2017. Cuando no había pasado ni la ANC, ni la farsa de la presidencial, ni el Informe de las Naciones Unidas, ni la crisis humanitaria y migratoria que hoy suma más de 6 millones. 

No no es igual, tampoco teníamos el apoyo expreso de casi 60 países, ni teníamos la encargara de ejecutivo que, junto al legislativo, pudiese generar una plataforma única para que nuestra voz sea escuchada.  La fórmula definitiva es “hacer sentir la voz indubitable del soberano venezolano”: tu voz, mi voz, la voz de todos y todas, clara y contundentemente.  El presidente Clinton dijo una vez ¡Es la economía estúpido! hoy hay que decir ¡Es la legitimidad! y nosotros sí podremos demostrarla. 

Pero aclaro algo, necesitamos el apoyo de los actores sociales, gremiales, políticos y de toda la sociedad democrática en el extranjero, necesitamos que también los demócratas del mundo, más allá simplemente de los Estados, nos acompañen en esta lucha que es la lucha por la libertad, los Derechos Humanos y la democracia. Una lucha al final que no tiene frontera y que, frente al drama de crisis institucional de la región, nos convoca a todos. 

Ud. estimado lector, que probablemente no sea venezolano… ¿Es capaz de conmoverse y apoyar esta causa? Si su respuesta es favorable, por favor comparta este artículo, publique un tweet o un post de facebook o instagram diciendo «Estamos contigo #Venezuela, #AlzaTuVoz». Mañana podría ser al revés, y también contaremos con Venezuela para apoyar al mundo.

Maestros venezolanos, víctimas del mayor crimen posible: asesinar a la educación

Por @narellano


Cuando se habla de educación siempre se señala la importancia de los docentes. Desde niños nos hicieron aprendernos los pensamientos del libertador, Simón Bolívar “Moral y Luces son nuestras primeras necesidades” ¡qué ironía que una revolución “bolivariana” (obvio que no lo es) sea la que más haya maltratado a nuestros maestros! Tan así, que el hoy ministro de educación; quien viniese de las filas del sindicato docente sea quien pretenda acallar las voces del reclamo. Los maestros venezolanos merecen un sueldo digno y un contrato colectivo que les aporte para vivir como docentes; ser capaces no sólo de satisfacer sus necesidades y de su familia, sino poder seguirse formando para seguir formando al país.Nunca en nuestra historia los docentes han estado tan mala pagados y reconocidos. Los colegios y liceos en un estado inconcebible y la deserción escolar por las nubes. Hoy se calcula que más del 54% de los estudiantes han dejado el aula y no es por el Coronavirus; esta es una cifra que antecede a la pandemia y que sucede al régimen que tiene a Venezuela secuestrara del futuro promisorio que merecemos. Dejan el aula porque no hay luz, porque no hay desayuno, porque no hay libros o porque los maestros no pueden llegar al aula porque no hay gasolina.Aquí se han olvidado que por mucho menos, en países con democracia, los dirigentes se apartan del poder.

La huelga que inicia hoy es una reacción directa a los vejámenes de larga data al sistema educativo venezolano

El pueblo, en su mayoría, y de eso se trata la democracia, no quiere a Maduro y Compañia; no reconoce la elección es de 2018 y no acepta el sistema inconstitucional, sanguinario e irresponsable que han instaurado.Los docentes han sido víctimas en todos los sentidos posibles; desde la destrucción del salario y sistema educativo, pasando por los perversos cambios en la curricula académica, la eliminación de las humanidades en el bachillerato o las medidas de mediocridad con la obligación de aprobar al 80% de la clase o deben repetirse eternamente los exámenes. Esto sin detallar la reescritura de la historia o la ideologización en los contenidos. Es un desastre sin precedentes pero no sin consecuencias.

Destruir a la educación es el mayor crimen hacia el futuro; y no ha sido fácil seguir en el ruedo para los miles de docentes venezolanos que han sido asediados por el régimen desde todas las perspectivas.

Por ese este paro está más que justificado, es una voz genuina y coherente; un reclamo de justicia que debe escucharse y atenderse. Es la voz de nuestro mañana que hoy reclama ser respetado. Es la voz de conciencia más importante de la sociedad venezolana. Sin educación no hay nada.Hoy todos los venezolanos del mundo nos solidarizamos con nuestros maestros. Hoy quienes somos producto del esfuerzo de esos hombres y mujeres que se esforzaron en darnos criterio, cultura y enseñarnos herramientas para valernos en el mundo queremos usarlas para defender la dignidad del magisterio. Desde el exterior, frente al paro nacional del magisterio, tenemos solo la palabra, y la usamos para decirles ¡estamos con ustedes!

Cuando votar no significa elegir, o de la trampa del madurismo con unas elecciones inconstitucionales.

Por @nancyarellano

La democracia consiste en poner bajo control el poder político.

Karl Popper

Hoy no hay democracia en Venezuela. Ha habido elecciones, pero el sistema no está siendo implementado. La ganancia en 2015 del parlamento trajo consigo dos violaciones constitucionales: la creación de la Asamblea Nacional Constituyente por medio no constitucionales y la arremetida del Tribunal Supremo de Justicia contra el poder legislativo. A eso se suman: presos políticos, vulneraciones a la inmunidad parlamentaria y amedrentamiento y amenazas a los diputados electos democráticamente.

A este escenario se suma la celebración de una elección viciada del presidente de la república, con la sola intención de hacer permanecer a Nicolás Maduro en el poder. Lo que ha significado el secuestro frontal del poder ejecutivo: la usurpación. A ello, devino el vacío de poder que pasa, constitucionalmente, a ser llenado por el presidente de la Asamblea Nacional: Juan Guaidó.

Nicolás Maduro ha apagado al sistema y la guardia pretoriana que lo protege, cuida celosamente que no se encienda el motor democrático: las elecciones directas, universales, secretas, con participación de todos los factores, con observación internacional y con un ente rector imparcial y electo constitucionalmente. Elecciones con condiciones. 

 El gobierno interino, es el último eslabón de la democracia constitucional; por mandato de la constitución vigente y en un escenario donde la articulación de los factores por el fin último, no debe admitir distracciones. No hay “media democracia”, el motor democrático está encendido o apagado.

Los fallos que admite la democracia jamás serán de legitimidad de origen. O se es producto de una elección que es constitucionalmente habilitante, o no hay democracia. Cualquier “negociación” que parta de celebrar elecciones amañadas, poco transparentes y sesgadas elimina cualquier posibilidad de que entre combustible al motor democrático. Lo contamina.

La democracia es el sistema que Venezuela ha decidido darse; así lo establece la tradición  constitucional del siglo XX y XXI y por ello nuestra causa debe permanecer incólume ante quienes quieran con partidos secuestrados, un CNE ilegítimo, una Asamblea Constituyente írrita, un usurpador en el ejecutivo y un TSJ sesgado; generar un disfraz de democracia. No, no nos haría ningún bien pretender asumir ir a un evento que ultraje el proceso de inicio a fin y que no garantice que la voluntad de los venezolanos sea debidamente respetada. 

Sería un suicidio que la dirigencia que dice saber de política, convoque a las masas a legitimar a un proceso claramente anti democrático. Sería absurdo que hoy dijeran que hay que pagar la deuda electoral del legislativo, cuando aún no se ha pagado la deuda con los venezolanos sobre el ejecutivo desde el 10 de enero de 2019. 

El gobierno interino ha estado llenando un vacío de poder que hay en el ejecutivo y la prioridad tiene que ser elecciones presidenciales, tanto como deben celebrarse las de la Asamblea. Si amparamos unas elecciones sobre la segunda deuda electoral, sin considerar la primera: están legitimando a la usurpación.

¿Qué posibilidad de democracia puede nacer en esas condiciones? Solo un pacto interesado por quienes pretendan hacerse un lugar en el poder de facto que hoy mantienen, no solo quienes acompañan a Maduro frontalmente, sino aquellos que, ligados al narcotráfico y al terrorismo trasnacional, hacen uso de las plataformas del Estado y canalizan el uso de la fuerza para-estatal con la complacencia de quienes deberían proteger a la nación de tan peligrosas amenazas. Es una componenda que atenta contra los DDHH, el Estado de Derecho y la vida de cada uno de los venezolanos.

No podemos admitir una democracia elástica que se adapte a las ambiciones de quienes cooperan para su destrucción. La democracia tiene un límite claro: los antidemócratas. Y con ellos, no hay espacio de acuerdo posible. Empezando porque acuden a medios prepolíticos (la violencia) para el control social y porque desconocen el primer pacto de la nación: la constitución; que es la garantía de tus derechos ante el poder que supone el Estado y su fuerza coactiva. Lo único que puede “acordarse” son las condiciones de entrega, de rendición. Como ante cualquier secuestro, ante cualquier transgresión a las normas y frente a la autoridad competente. 

Venezuela merece volver a ser democrática, nosotros merecemos volver a la Venezuela de las posibilidades. Y no podemos conformarnos con menos, porque es elegir la nada.

Con voz y voto ¡todos!

Por @nancyarellano

La estafa del régimen de pretender unas “elecciones de sastre”, a medida, de un Tribunal “Bufete”, a medida y con una “oposición compinche”, a medida; son parte del estratagema para la edición del siglo XXI, del Manual para Deconstruir una Democracia.

Hemos vivido 20 años de aplicación de la siniestra receta de manipulación y elasticidad institucional a tal punto de ahogarnos en la generación de todas las condiciones que ponen el acento en las pasiones sociales e individuales:

a) Aprovechar el talante democrático para generar un “electoralismo” perverso, que mantenga la campaña permanente, desproporcionada y distraiga la institucionalidad. Ese que buscaba destruir el sistema de partidos y comprar (con el dinero del Estado) a políticos y líderes. No alcanzó ni el aceite, ni la plata, ni rallar el poder como un queso con un para estado comunal.

B) Aprovechar las necesidades básicas y deseos de superación para generar un despilfarro y corrupción aberrante con una sobrevaluación del Bolívar y un control de cambio que comprometió miles de millones, empujó el consumismo y quebró al país. Esas que crearon empresas de maletín por doquier y jugosas importaciones. No alcanzó el invento de misiones, los paralelismos institucionales, ni las carnetizaciones para someternos.

C) Aprovechar nuestra convicción por la igualdad para arrastrarnos a la precarización social y el falso empoderamiento de las masas. Esa que pretendió una recentralización del poder, pérdida de la descentralización y tirar por la borda los 40 años de avance en la modernización del Estado. No alcanzó la creación de una ANC irrita, ni la destrucción del aparato productivo, la expropiacion de tierras y empresas, ni la campaña de odio racial y clasismo desde el aparato mediático descomunal que construyeron.

¿Ahora quieren otra vez manipularnos? No. Esta farsa se acabó. Se acabó en enero de 2019 aunque aún no quieran entenderlo o se nieguen a asumir la responsabilidad ante la justicia y la historia. Han violado la constitución, han violando los DDHH y han creado a la mayor emigración forzada de nuestra historia. Claro que queremos ir a elecciones pero ¡con condiciones!

Por eso hoy, 5 de julio de 2020, tenemos que luchar como nunca por recuperar la Venezuela democrática. Con una votación en el marco constitucional y garantías. Sin nadie usurpando el poder, secuestrando las armas de la republica y pactando con regímenes oprobiosos en el mundo no democrático.

Donde además nosotros, los más de 6 millones de venezolanos que estamos fuera de Venezuela, víctimas directas del régimen tanto como quienes se encuentran dentro, seamos parte de un proceso electoral amplio, justo, con condiciones.

Un voto Universal, directo, secreto y con garantías debe incorporar a ese 25% del padrón electoral que hoy está fuera. Debemos ser Incorporados en la elección presidencial adeudada desde 2018 y tanto como en la legislativa que debe celebrarse. Solo falta el ejercicio de la voluntad política para hacerlo, voluntad que sabemos existe. Adosar a la circunscripción de origen, la última declarada ante el CNE, la votación desde el exterior, podría ser una especificación a añadir en la normativa electoral que hoy regula las circunscripciones. Es decir si ud votaba en Guárico o en Vargas antes de verse forzado a salir, su voto continuaría contando para su lugar de origen; sitio donde debe aún tener su casa, a la mitad de su familia y muy probablemente el hogar al que quiere y merece volver, contando con la representación que ud elija tener.

Imagino celebrar el 5 de julio de 2021 habiendo pasado por una elección general donde hayamos podido elegir, en condiciones justas y constitucionales, al presidente de la República y a los diputados de la AN con la participación de ¡todos los venezolanos! Incluidos lo que estamos en el exterior. Imagino una elección donde la abstención sea ínfima y que selle el Acuerdo Nacional de un nuevo capítulo en nuestra historia. Voz y voto sin fronteras. ¿Y tú qué imaginas?

El tercer actor: el cómplice

por @nancyarellano

¡Cuánta envidia acecha en vosotros, si, a causa de este mando que la ciudad me confió como un don -sin que yo lo pidiera-, Creonte, el que era leal, el amigo desde el principio, desea expulsarme deslizándose a escondidas, tras sobornar a semejante hechicero, maquinador y charlatán engañoso, que sólo ve en las ganancias y es ciego en su arte!

Sófocles, Edipo Rey

Los hombres son los que, actuando de acuerdo a las circunstancias y cónsonos con sus propósitos, propician los hechos que hacen historia; es una frase, parafraseada, que «le escuché» a Rómulo Betancourt en una entrevista con Sofía Imber y Carlos Rangel, dicha por allá en los años 70 y que internet tiene la bondad de dejarme ver. ¿Increíble no? Hoy tenemos la gran memoria gratuita que es internet. Casi no hay conocimiento que esté más allá de unos cuantos clicks, sin necesidad de pertenecer a una logia o a una élite, sin tener miles de dólares para pagar el acceso al círculo de los iluminados y, aún así, parece haber amnesia colectiva. ¿Una ceguera colectiva, y elegida, ante el horror? Probablemente sería el argumento de un Sófocles metido en la tragedia electoral.

El pacto mínimo es el contrato social

Cuando estudiaba el contrato social me dijeron que era el acuerdo que hacemos para renunciar a nuestros derechos naturales para vivir en sociedad. El pacto. Ese pacto hecho con «el Soberano» daría paso al «Estado»; es decir, el «soberano» me protege, por eso yo no tengo que andarme protegiendo del vecino. Luego caeríamos en el Estado moderno y el tema constitucional. Pero así hablemos en la expresión más mínima de Estado, el Estado garantiza la seguridad, no promueve grupos «paraestatales» para generar caos y amedrentamiento y menos vulnerando la soberanía nacional para entregar el poder y riquezas a élites extranjeras de oscuros oficios. El chavismo no atiende ni a la más mínima consigna, criterio básico, de Estado moderno, ni Feudal. ¿Qué queda para lo demás? Nada. Pero esto que digo es simplemente lo que habilita el art. 350 y que activó el 333 y 233 que dan soporte al gobierno interino del presidente de la AN, Juan Guaidó.

La Torre de Marfil del chavismo:

Recuerdo cuando estudiaba Letras, y antes en Humanidades, leer al modernismo como movimiento. Un Rubén Darío, recitaría:

La princesa está triste.. Qué tendrá la princesa?
Los suspiros se escapan de su boca de fresa,
que ha perdido la risa, que ha perdido el color.
La princesa está pálida en su silla de oro;
está mudo el teclado de su clave sonoro,
y en un vaso, olvidada, se desmaya una flor (…)
el símbolo de la siniestra evasión ¿y cárcel?

El poeta nicaraguense, completamente entregado a la evasión y contrastando con la realidad se fuga en sus versos de lo que ocurre. Sin menospreciar el aporte estético del modernismo y su valor literario; la política convertida en el arte de la evasión y el preciosismo simbólico no es admirable, es una estafa. El chavismo, sufre — no de manera ingenua, sino como eje central de propaganda— de ese delirio absurdo y medido, de fabricación de la realidad. Sus jerarcas viven en torres de marfil preciosistas, llenas de cisnes, con un culto impropio y anacrónico al pasado, con aspiraciones abstractas y un escapismo confeso a atender la realidad nacional. La «grandeza de la revolución» es un soneto de biblioteca preciosista. No una foto de la realidad venezolana. En la realidad esa torre, pasa a ser la prisión de su megalomanía.

Una crisis de referentes

Los referentes del colectivo no son absolutos, son temáticos. Los hombres y mujeres, falibles todos como somos, tenemos virtudes y defectos. Pero el endiosamiento de la «épica chavista» Estiran su moralidad chiclosa tanto como demanden sus ambiciones materiales y su convicción democrática se encoge, inversamente proporcional, a lo que se amplifica su prontuario criminal.

El chavismo es, como movimiento político, una síntesis siniestra de todos nuestros males sociales y políticos: corrupción, despilfarro, nepotismo, amiguismo, populismo, militarismo, sectarismo, engaño, antinacionalismo, entreguismo, genuflexión imperialista, caudillismo, complicidad y violación de los DDHH.

Si los más ruines colonizadores, si un sangriento Boves, un terco Murillo, el megalómano de Gómez y los funcionarios de la Rotonda, el militarismo de Pérez Jimenez, el sadismo de Estrada y los torturadores de Guasina, junto con lo peor de la guerrilla urbana de los años 60 del PCV y Cia, con los peores corruptos y funcionarios mediocres y traferos que hubo en los gobiernos de AD, Copei, y en los espacios políticos delirantes del MAS y la Causa R …. se hubiesen puesto de acuerdo en hacer un partido… sería el PSUV. La gestión de Chávez-Maduro y compañía, pasará a la historia como la peor gestión política en 200 años de vida republicana.

A wanted poster offering $15 million dollars for information leading to the arrest and conviction of Venezuela’s former President Nicolas Maduro is seen after being released by the U.S. Drug Enforcement Administration (DEA) as Maduro and more than a dozen other top Venezuelan officials were indicted by the U.S. Justice Department on charges of «narco-terrorism» in Washington, U.S. March 26, 2020. DEA/Handout via REUTERS. ATTENTION EDITORS – THIS IMAGE HAS BEEN SUPPLIED BY A THIRD PARTY.

Y califico lo que califico porque aún en varios de los personajes que menciono, al menos en los que fueron gobierno —pese a que han sido detestables enemigos de la democracia— hay matices de ejecución salvable. Menos en el chavismo. Porque no podemos agradecer la caricia que antecede al golpe. Ni el programa social que condena al beneficiario a la muerte porque quiebra el sistema de salud; la medida económica que enriquece grupúsculos y que destruye a la empresa; la repartición de tierra que sentencia a la improductividad o las «elecciones» que perpetúan al tirano y niegan toda sana tensión democrática en el poder. No, no puedo alabar programas que ya existían y a los que se le hizo un re-branding y se alimentaron con los recursos económicos que cualquier gobierno en turno, el del partido que me pongas, hubiese dado mejor uso. De hecho, hubiesen sido ¡cuatro! gobiernos. ¡Cuatro gestiones diferentes! Con temor de Dios, de los tribunales, ¡del castigo del voto!

Esta una crisis de referentes. No poder ver en términos de balance a nuestras figuras nacionales y no valorar lo que teníamos como país (que irónicamente es parte del discurso que llevó al golpista al poder), es un absurdo. Jugarse en una noche de casino —o en una contienda electoral— los ahorros familiares — el tesoro y futuro nacional. Y si no somos capaces de diferenciar el beneficio propio y mediato de la ganancia colectiva y duradera, no podremos edificar nada. La democracia no es el resultado de un proceso de elección, no es el mero acto del voto. La democracia contemporánea es un proceso de convivencia de diferencia, de respeto a las minorías y de garantías de derechos. Sí, de alternabilidad en el poder.

El Tercer actor

El exsecretario de Organización Nacional de Acción Democrática, expulsado por decisión del CEN, Bernabé Gutiérrez, afirmó este martes 16 de junio 2020, que la decisión tomada por el TSJ/ANC de designar una junta directiva ad-hoc de la tolda blanca y que sea él quien la encabece, es una muestra de «la apertura de la democracia» dentro del partido, luego de muchos años de dictadura.

El tercer actor fue introducido en la tragedia griega por Sófocles para complicar la trama, entretener al espectador y alargar el viaje del héroe: para infundir más tragedia en la tragedia. Con la mesita de la falsa oposición, con el secuestro de los símbolos de AD y UNT y la creación de un CNR por parte del TSR (porque no es electoral, ni de justicia, ambos son es «revolucionarios») son la puesta en escena del Tercer Actor: diseñado para «complicar la trama, entretener al espectador y alargar el viaje del héroe». Son los cómplices en la táctica dilatoria por conflicto (inacción) o por acuerdo (acción).

El pacto pertinente, con voz y voto

Hoy es necesario avanzar con paso firme hacia un gobierno de transición negociado y ampliamente aceptable quien debe ser responsable de supervisar las elecciones. Cumplir con el Estatuto de Transición.

Para ello hay que nombrar/ acatar a todas las autoridades con competencia para eliminar todas las restricciones a individuos y partidos políticos para permitir su libre participación en las elecciones presidenciales y parlamentarias porque hay que llenar el vacío de poder causado en 2019 y cumplir la alternancia que vence en 2021; para ello hay que nombrar al CNE nuevo, equilibrado e independiente, seleccionada a través de la Asamblea Nacional; garantizar la observación electoral independiente, libre de restricciones indebidas, compuesta por expertos nacionales e internacionales y además realizar las modificaciones necesarias para garantizar el voto de todos los venezolanos, incluidos los que estamos fuera de Venezuela: las víctimas de la crisis deben tener voz, y voto.

Todas las víctimas de la crisis deben tener voz, y voto.

El artículo 186 de nuestra constitución señala que «la Asamblea Nacional estará integrada por diputados y diputadas elegidos o elegidas en cada entidad federal por votación universal, directa, personalizada y secreta con representación proporcional, según una base poblacional del uno coma uno por ciento de la población total del país«. Hoy estamos fuera, por causa del régimen más del 16% de la población. Los migrantes venezolanos son desplazados forzados, son una diáspora empujada por la ausencia de Estado de Derecho, la persecución política, la crisis humanitaria. Las familias se dividieron para sobrevivir entre remesas y productos y cuidando el techo y la propiedad amenazada. Hay víctimas dentro y fuera. Todos somos venezolanos. ¿Cómo no tener representación? ¿Cómo no tener voz? La constitución NO LO IMPIDE. ¡Es el régimen!

Respecto al Voto en el exterior el Artículo 124 de la Ley de Procesos Electorales de 2009, señala: «Sólo podrán sufragar en el exterior los electores y las electoras que posean residencia o cualquier otro régimen que denote legalidad de permanencia fuera de Venezuela. Así mismo podrán sufragar en el exterior, los funcionarios y las funcionarias adscritos y adscritas a las embajadas, consulados y oficinas comerciales. El Consejo Nacional Electoral determinar· mediante reglamento el procedimiento para poder votar en el exterior». ¿Acaso habría impedimento en el Pacto Mínimo, con una AN y CNE legítimos, para garantizar el voto de los venezolanos en el exterior? No debería. Y sería una injusticia no garantizarlo.

El retorno necesario

Por @nancyarellano 

 
Entonces los muertos podrán volver, pues todas las barreras entre muertos y vivos están rotas (…) y volverán, (…) como entonces está en preparación una nueva Creación, les es dado esperar un retorno a la vida, duradero y concreto. 

Mircea Eliade «El mito del eterno retorno»

Hoy más que nunca, hay que retornar a la política y entender su papel
igualador. En Venezuela, estamos en medio del discurrir de una guerra:
asimétrica, multidimensional, interdependiente, con y sin cuartel, y donde ellos borran todas las reglas; donde las facciones se multiplican y los cobardes pactan, y es imperativo asirnos de lo más concreto, los principios que validan y legitiman a los liderazgos dentro de la República. Lo que hace del Estado ser Estado. Estos principios no son etéreos, no hay nada que inventar, todo está escrito en el derecho internacional y en las constituciones. No es una aspiración, es el resultado de más de 500 años de realidad política. De un siglo XX que escribió con sangre la importancia de las instituciones y la democracia en Europa. Y Venezuela es un país donde hoy se escribe la versión contemporánea de aquél terrible sistema.


El retorno a estos principios es, como punto de partida, paradójicamente, lo
que nos une en democracia. La Venezuela democrática se volvió una suerte de Ítaca y algunos marineros sucumbieron al canto de las sirenas. Sin embargo, hay suficientes cuerdas para amarrarnos al mástil quienes tenemos a Ítaca presente.  Retornar no es un acto involuntario y no es una decisión ligera. Volver implica, un viaje y tener a dónde volver.  El retorno impone el compromiso de llenar los espacios vacíos y ejercer en función de lo que se busca recuperar como Estado: proteger al ciudadano. La validez del Estado está en su capacidad para proteger, ese es el pacto mínimo.

La Venezuela democrática es una Penélope que espera pacientemente
tejiendo la más preciada prenda: el tiempo.  No implica eso que no haya dolor, impaciencia, molestia, tristeza… porque la hay. Pero es constitutivo de la mínima noción de Estado que garantice la seguridad de sus ciudadanos. Tanto como es constitutivo de la Venezuela republicana la búsqueda de igualdad. Parece una obviedad; pero en la práctica, no lo es. 

La Venezuela de aspiración democrática es una Venezuela igualitaria, inconforme, consciente de los recursos que posee y cuya mentalidad colectiva exige y demanda, igualdad. El mayor error de quienes han pretendido destruir la democracia es no entender que la esencia de nuestra historia republicana radica en que «todos somos iguales ante la ley» a que «todos los votos valen igual» a que «todos tienen derechos» y que nuestra tolerancia a las «élites» es minúscula como colectivo. Tan minúscula que hasta en la construcción de élites hemos buscado la igualdad; no creemos en élites predestinadas o de legados.

 
Y es detrás de esa igualdad que reposa nuestra noción de libertad y de propiedad. «Todos tenemos el mismo derecho a ser libres» «Todos tenemos derecho a ser y a tener».  Y ese es el talón de Aquiles que tendrán las pretensiones comunistoides y las ultraliberales.

Venezuela es igualitariamente libertaria y propietaria. Y es capaz de tolerar un ratico a la élite siempre que la élite no amenace a la igualdad como aspiración; el derecho a ser igualmente libres e igualmente propietarios. Si cualquier grupo que detente el poder para sostenerse, requiriese aumentar
contrastes y negar la igualdad, está condenado a fracasar. 

El éxito de Bolívar – y su fracaso- radicó allí. Los conflictos del s.XIX estuvieron ahí. El éxito del Gomecismo como sistema – y su fracaso- estuvo allí. Él éxito de la Revolución de Octubre y del trienio, estuvo allí y la condena del perejimenzmo estuvo ahí. El éxito de la democracia bipartidista – y su fracaso – se entiende allí; el éxito del chavismo – y su fracaso- está allí. No podemos a estas alturas permanecer en el ciclo, eterno retorno, sobre el punto. 

Bandera cubana ondeando ante las milicias venezolanas

Espero podamos romper la inercia y creo que el punto de inflexión está en algo: La memoria. Para todo viaje es necesario definir el destino y acordar la ruta. Ese es el primer paso. Hoy quienes ocupan la dirección, los múltiples líderes de las fuerzas democráticas, deben entender que el pacto es por defender esos principios que arrancan, en su ejercicio, con elecciones auténticamente libres para todos y en condiciones de imparcialidad del árbitro. Cualquier tolerancia puede terminar sepultando a los tolerantes.

Venezolanos en Perú y el acecho del régimen en medio de la pandemia

«El poder es un medio, no un fin. No se establece una dictadura para salvaguardar una revolución; se hace una revolución para establecer una dictadura.» George Orwell

Lima/ Por Nancy Arellano.- La situación actual es catastrófica, el mundo está socioeconómicamente infectado. Detenido; en una pausa selectiva que empuja a unos al abismo y a otros al centro de sí mismos. No, no es igual esta pausa para quienes tienen un techo, servicios, un trabajo estable – hasta con opción a hacerse remoto-, ahorros o productos crediticios suficientes y un seguro de salud. No, no es igual para quienes tienen condiciones de riesgo, y menos aún para quienes la afrontan en una indefensión económica absoluta, casi equiparable a la de una muerte civil en toda su extensión. Las víctimas del COVID19 se cuentan en contagiados y en excluidos. Y si somos venezolanos, en una especie de apatridia impuesta desde quienes usurpan el poder.

Maduro se ha convertido en las últimas semanas en el foco de infección y propagación  del COVID19 dentro y fuera de Venezuela. La inoperancia de un gobierno que desde 2013 hasta 2018 pavimentó el declive de nuestro país y destruyó el sistema social y económico, como solo quien realmente hubiese articulado un plan enfocado en socavar hasta el último pilar de desarrollo. Enfocado tozudamente en desnudar, desnutrir y deconstruir.  Dejarnos indefensos frente a la historia y sus caprichos.

Desde 2019 la Asamblea Nacional ha buscado restituir el orden constitucional, apeló al 350, 333 y 233 de la Constitución y, con un ímpetu que pocos imaginaban, ha luchado desde la asunción del gobierno encargado, encabezado por el presidente (E) Juan Guaidó, por devolver la dignidad y la coherencia al Estado venezolano. Ésas que las FFAA, convertidas en una suerte de ejército pretoriano, han secuestrado junto a Nicolás Maduro & Cía. El BCV, PDVSA (nuestra principal fuente de ingresos estatales), el gabinete ministerial o los mecanismos de endeudamiento internacional, siguen en un espacio donde el marco de maniobra está limitado por las armas de la República sirviendo al narcotráfico y dando la espalda al pueblo. Se ha denunciado en todos los foros posibles, se han presentado informes de la Alta Comisionada de DDHH de la ONU, se ha dicho y 60 países reconocen la legitimidad del gobierno interino y los exabruptos del régimen. Existen violadores de DDHH y defensores de DDHH. Estos son los dos únicos bandos. Pero con una realidad de papel, nuestra gente no come, no compra, no se cura y no sostiene el techo en su cabeza, ni dentro ni fuera de Venezuela.

La protección consular de la migración venezolana es precaria, en tanto que las embajadas designadas, si hemos hecho esfuerzos para restituir derechos, falta aún espacio de maniobra. Sigue siendo insuficiente por dos razones simples: 1) competencia incompleta en mecanismos de identificación y movilidad migratoria por la permanencia del madurismo en el SAIME y SAREN ( además de los otros órganos del Ejecutivo) y poder judicial, electoral y ciudadano; secuestrados con nombramientos ilegítimos y artilugios inconstitucionales. 2) Falta de presupuesto ordinario para las misiones diplomáticas que permita desarrollar planes de atención sostenida y concurrente con la cooperación internacional para atender el desplazamiento forzado que se ha producido desde 2018, con una fuerza sin precedentes.

Devolver la dignidad a nuestro país pasa por una salida inmediata del régimen y la asunción completa de competencias por parte del gobierno de transición para ir a elecciones. No por el mero anhelo electoral, sino para recuperar un Estado al servicio de la ciudadanía y unas FFAA supeditadas a la Constitución. No vamos a tener “salud” como ciudadanos venezolanos hasta que volvamos a ser ciudadanos venezolanos y sea el Estado venezolano el que nos responda y nos obligue, siempre en el marco de nuestras leyes y no de la dirigencia mafiosa que hoy secuestra a Venezuela.

Hace falta cooperación internacional para apoyar a los millones que radican fuera, al tiempo que es urgente y necesario que contemos con embajadas con plenas competencias y recursos. Hemos asumido sin temor la tarea titánica y sísifica de apoyar a nuestra comunidad en el exterior, pero esto no será realmente viable ni sostenible, sin las competencias absolutas diplomáticas y consulares que den soporte a los esfuerzos de los funcionarios y comprometan entre Estados soluciones para lograr la integración efectiva, la movilidad segura y el disfrute pleno de derechos fundamentales que siguen siendo violados a miles de kms de distancia. Maduro acecha a la migración porque impide que los legítimos representantes del Estado venezolano en el exterior podamos servir como corresponde. Más en esta crisis de la pandemia que hoy nos persigue sin posibilidad de huida.