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EXTRAÑOS TOCAN A TU PUERTA por @nancyarellano

Reflexiones a propósito de la migración en suramérica y de la conflictidad social en torno como peligrosa propaganda política.

No pretende ser este un texto conclusivo, solo colocar el acento en algunos aspectos a veces poco comentados sobre la migración, la política migratoria y la gobernanza migratoria en el mundo contemporáneo.

«Las grandes mentiras producen grandes miedos que producen grandes ansias de grandes hombres fuertes»

Roger Cohen, en The New York Times citado por Bauman.

El “otro”, “nosotros vs ellos” categorías constantes en nuestra vida social. Desde la concepción de clase, raza… por no decir género o nacionalidad o, incluso, religión.  Estamos acostumbrados a un mundo de divisiones donde, irónicamente, somos cada día más interdependientes.

Entonces esos “otros” suelen tener un poder increíble sobre “eso” de lo que nos “sentimos orgullosos” porque siempre hay “algo” que apreciamos. Nuestro modelo de vida, aún el más precario, tiene en sí mismo algo “defendible” sobre lo cual opera la “amenaza”.

Se crea entonces lo que Bauman señala es la «intensificación del miedo (…) cuando se acompaña de un adversario concreto, visible y tangible». Los “otros” son diferentes. Es lo primero que tenemos que tener claro. ¿Cuán diferentes? es la discusión. Pero basta con generar ese aspecto específico: color de piel, símbolo en el cuello, extracto bancario, apellido… pasaporte. Depende también de la ubicación de cada uno. Ser blanco dónde, qué tan blanco, blanco para quién… ser negro, mestizo o zambo… qué tan zambo, para quién y dónde. Ser de clase alta ¿qué tan alta? ¿apellido en dónde? Probablemente nuestro estatus está más condicionado al lugar, que ser un valor absoluto. Quizás depende además de cuántos cruces. ¿Negra, pobre, musulmana en una ciudad conservadora del sur de Estados Unidos? ¿Un peruano millonario en New York? ¿Ser latino y pobre en una ciudad “nacionalista” en España? ¿Un Messi en Barcelona? ¿Ser un indígena sin recursos en Lima? ¿Ser un cholo propietario de decenas de depas en Jesús María? ¿Ser un venezolano pobre y mestizo en Trujillo? ¿Ser un venezolano, blanco, estudiado, en Miraflores? No. No es igual. La relativización de los motivadores de discriminación existen.

Es un viejo adagio político el materializar los miedos. Azuzar la idea de que hay un enemigo anterior, interior y exterior que nos convoca a unirnos. El hombre como lobo del hombre. El eterno estado de guerra de todos contra todos. Nos corresponde enfrentar ¡Por la patria! ¡Por la familia! ¡Por el pasado! ¡Por la lealtad a nuestros aborígenes! Se activa el cerebro reptil, bajamos al mínimo nuestra racionalidad; emocionalidad pura combinada con un espíritu incólume de supervivencia. Somos 100% adrenalina. ¿Y la paz, armonía y progreso que nos hemos ganado como nunca en los últimos 100 años? Quedará como el tesoro a custodiar por el hombre fuerte capaz de contener las amenazas siempre, convenientemente, latentes. ¡Despertad al Leviatán! ¿A qué costo? ¿Libertad? ¿Igualdad? ¿Solidaridad? 1, 2, 3.

Bauman nos relata que las encuestas en Hungría señalaban que «Detrás de la migración masiva hay ciertas fuerzas impulsoras externas no identificadas» dejando ver entonces un plan secreto, de fuerzas más allá. Como si del fuego los hombres y mujeres no buscaran alejarse naturalmente, sin que medie palabra. La migración, como fenómeno que suma a cientos o miles de personas, responde más a la reacción humana repetida por humanidad que por política concertada. Los sirios no deciden invadir Europa, los ucranianos tampoco. Los venezolanos igual. Estos tres casos son reacciones humanas, colectivizadas frente al conflicto. Pero podría resultar cómodo tener un “comodín” libre de costo en términos de votos. ¿Estamos seguros?

La migración sur sur, no es nueva. Por el contrario, que Venezuela recibiera millones de suramericanos por décadas no es un tema muy distinto al Perú de principios del siglo XX o el Estados Unidos de postguerra o si me voy antes, la llegada de los sabios de Bizancio a la Florencia del Renacimiento… o la llegada de los Toltecas a la peninsula Maya para el renacimento Tolteco-Maya, si queremos deseuropeizarnos un rato.  Y no lo señalo como un tema de “deuda histórica” sino de “lazos históricos” que no es lo mismo. La migración constituye nuestra historia humana.  Entre 160,000 y 300,000 según fuentes diversas, dicen que era la comunidad peruana en Venezuela. Hoy +150mil se encuentran en Perú bajo la categoría de “peruanos retornados”, peruanos e hijos de peruanos. Doble nacionalidad.  A ellos se suman, +60mil niños y niñas, peruanos y peruanas, nacidos de padre, madre o ambos, extranjeros. Son peruanos de primera generación. ¿Qué tan distintos? Poco, muy poco. Más es un matiz a la diversidad del propio Perú que una alteración cultural de fondo.

Pero regresemos al punto de los “otros” como tales. La categoría extranjero. Y cómo la idea de “otredad” de no-pertenece-a-aquí, de “cuerpo extraño”… tensa la relación entre la comunidad migrante y la de acogida o receptora.  Los “extraños que tocan a tu puerta” son concebidos como elementos distorsionadores de la relación y “armonía” social.  ¿Existe tal cosa como la sociedad perfectamente armónica? No. La tensión continua es parte de la dinámica social y justamente ha sido el “pacto” de la generación de medios de desfogue y mediación lo que nos ha permitido la construcción de un cuerpo tendente a la armonía. Sin embargo, ese “corpus político” que pacta la relación y sus términos encuentra fascinante determinar enemigos comunes como forma de cohesión última. Frente a estructuras anquilosadas, el espíritu de supervivencia frente a “un mal mayor” resulta hechizante para erigir líderes fuertes, para otorgar poderes extraordinarios al Soberano. Vieja fórmula de monarcas, emperadores y caudillos.  Como resultado, el “otro”, ahora “enemigo” resulta menos que humano, no puede ser objeto de simpatías, misericordias o solidaridad. Por el contrario, es necesario aumentar sus dotes maléficas, es necesario privarle de su humanidad.

Es por ello que «La política de la securitización ayuda a sofocar por adelantado nuestros remordimientos de conciencia (los nuestros, los de los circunstantes) por el sufrimiento de los blancos humanos de dicha política; provoca la adiaforización de la cuestión de los migrantes, es decir, que hace que tanto ellos como lo que se les hace se abstraiga de toda evaluación moral». En consecuencia, ¿Por qué debe importarnos la suerte del virus que amenaza nuestro pacto? La invitación es a erradicarlo, porque-no-es-igual-a-mi. Nada muy distinto a lo que ocurre con la ultrapolarización en los procesos de deconstrucción «nacional» o «estatal» donde se relega a categoría de amenaza mortal a un grupo o sector de la población.

Aclaro que esto no implica que no existan categorías amenazantes en el mundo trasnacional, donde el crimen organizado, el paramilitarismo, la trasnacionalización del narcotráfico, el tráfico de armas o la trata, sean realidades que amenazan la seguridad nacional o regional. Hablo de que la confusión generada por intereses grupales o partidarios muchas veces desdibujan la necesaria comprensión de los fenómenos y comportamientos humanos complejos, entorpeciendo, por los fines menos probos, el manejo de la seguridad.

En este punto ud. se preguntará ¿Entonces qué hacer? Bauman invita a aumentar los grados de solidaridad, Rifkin a retomar la empatía humana. Podemos decir que concebir que los “extraños” no lo son, sería el primer paso. Comprender que en el siglo XXI tenemos la suficiente globalización e historia compartida como Occidente, como latinoamericanos, además de los medios tecnológicos, la trazabilidad financiera, los mercados formales para lograr la inclusión real de las personas como personas, incluso, para hacer frente a las amenazas del mundo contemporáneo, que por supuesto existen y que deben manejarse con claridad.

Somos un gran nosotros, por los valores compartidos: democracia, igualdad, derechos humanos, el valor de la innovación y del trabajo; la libertad y el libre desarrollo de la personalidad… nuestras pequeñas otredades no son más que el color de un paisaje que nos constituye como civilización. Una que merece ser protegida por quienes la constituyen.

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LA IMPORTANCIA DE DECIRLE STOP A LOS VERDUGOS DIGITALES

Por @nancyarellanos

La siguiente es una reflexión a partir de comentarios a una publicación de llamado a bloquear a las cuentas que promuevan la violencia en redes sociales.

Usuario Agresor en Redes, Odiador Viral o Verdugo Digital;

Publicación hecha desde la cuenta de @Veneactiva en Instagram el 18/02/2021 a raíz de los llamados xenófobos (contra venezolanos y también contra peruanos) de varias cuentas en redes sociales.

La verdad no importa tu usuario, porque podrías ser un usuario local, extranjero, un bot o simplemente un periodista frustrado que ha encontrado en las redes la mejor forma de “florecer” sin pasar los filtros de una estructura institucional. Con tal, la redes son “libres”. Ahí está el primer error interpretativo. Y como no importa el nombre, el pecador sino el pecado, vamos a analizar “los argumentos”.

Primero, pretender que es un derecho «promover la violencia y generar agresión desde el teclado» es un craso error de conciencia social.  Muchos de nosotros creemos que eso es antiético e irresponsable. Segundo: Respecto a la “libertad” sepa ud. que ésta es bidireccional: se ejerce y es ejercida por otros. Tercero: es un tema de llamado a la responsabilidad con los talentos que se tienen.

El Verdugo Digital, tras la máscara.

Nuestra responsabilidad como ciudadanos, como personas, y más los que estamos ejerciendo alguna suerte de influencia en los medios digitales, es promover y educar para una integración armónica y pacífica, a la sostenibilidad y desarrollo. Sobre todo en un continente tan diverso como América Latina o un país como Perú.  Aludimos a la libertad responsable de las cuentas de RRSS a informar o difundir con veracidad (al menos eso espera la audiencia que les siguen). Así que continuamos; en su caso, ya que decidió sentirse aludido por nuestro llamado de bloqueo a «quienes promuevan violencia o generen agresión desde sus teclados», veamos: empecemos por la propia constitución a la que cita, por cierto, erróneamente; y a la difusión de información que debe hacerse con conciencia si busca ser un Formador de Opinión.  Si por el contrario, desea ser una cuenta que promueva la violencia o agresión, creo que más temprano que tarde habrá consecuencias legales. Pero, y también es válido, si simplemente desea tener una suerte de “microblog” de opinión personal con énfasis en todo lo que genere viralización y alarma, es ya su deseo y ejercicio de libertad y le deseamos suerte; pero no pensaríamos que es útil con la responsabilidad respecto a la comunidad peruano-venezolana dada las consecuencias; e igual le pediríamos considerar los riesgos. 

De nuestro lado, hablamos de empoderar (educando en el sano debate de ideas) al usuario de redes sociales para que sepa que tiene el poder de ELEGIR cuál información entra a su intimidad y forma su opinión. Nuestro llamado es a un ACTO LIBRE, del usuario.

Aquí nadie tiene el poder, de censurar (salvo los dueños de las plataformas). Ud. da tres veces información errónea: 1) una cuenta personal u de una organización civil no puede censurar el espacio digital, no tiene poder sobre el medio material de difusión; en realidad, recae sobre un acto libre que finalmente el usuario puede o no ejercer. 2) Alega un derecho constitucional también de forma errada (no es el art. 13; sino el numeral 4 del artículo 2. De la CPP) y 3)  Defiende la libertad de incitar al odio y la violencia, que está lejos de ser un derecho. La opinión en efecto es un derecho, y es el que se ejerce.

Esto significa que nosotros no podemos cometer delito alguno al expresar UNA OPINIÓN “sobre la responsabilidad de terceros en redes que motivan la comisión de delitos contra la integridad física o psicológica de las personas por nacionalidad”. (De nuestra gente y de las comunidades peruanas donde hoy viven). En este sentido, le aclaro a detalle su error en materia constitucional, porque como le dije antes, nuestra misión sí es formativa: supongo que se refiere al numeral 4 del artículo 2do, respecto a derechos fundamentales. (Ya que el 13 es sobre Educación, no creo que estés refiriéndote a la libertad de enseñanza ¿no?). Empecemos esa lectura constitucional por el inicio:

Artículo 1°.- La defensa de la PERSONA HUMANA y el respeto de su DIGNIDAD son el fin supremo de la sociedad y del Estado.

Lo que se lee transversalmente con el tema de Derechos Fundamentales (art. 2) “derecho a la integridad moral, psíquica y física”, “igualdad”, “no discriminación y del numeral 3, del artículo 2 sobre LIBERTAD DE CONCIENCIA. “(…) No hay delito de opinión. El ejercicio público de todas las confesiones es libre, siempre que no ofenda la moral ni altere el orden público.”  Respecto a LIBERTAD DE EXPRESIÓN (numeral 4 del mismo artículo 2  —que creo que es al que te refieres finalmente—)

“Art.2,  Numeral 4. (Toda persona tiene derecho…) A las libertades de información, opinión, expresión y difusión del pensamiento mediante la palabra oral o escrita o la imagen, por cualquier medio de comunicación social, sin previa autorización ni censura ni impedimento algunos, BAJO LAS RESPONSABILIDADES DE LA LEY. Los delitos cometidos por medio del libro, la prensa y demás medios de comunicación social se tipifican en el Código Penal y se juzgan en el fuero común. Es delito toda acción que suspende o clausura algún órgano de expresión o le impide circular libremente. (Cosa que no puede hacer ninguna organización civil con un post o campaña).  Los derechos de informar y opinar comprenden los de fundar medios de comunicación.” 

Entonces estimado, como las constituciones no son cajas de bombones para seleccionar sólo el que nos gusta o sirve, se leen transversalmente y se equilibran los principios entre sí.  Adicionalmente, según la Ley 28278 (Ley de Radio y Televisión) hablamos de un principio fundamental: “La libertad de información veraz e imparcial” que si cruzamos con los derechos fundamentales (art 1 y 2) el respeto a la dignidad, integridad psicológica etc… no discriminación… tiene sentido que haya un reclamo hacia cuentas que promuevan la xenofobia y agresión (de venezolanos a peruanos o de peruanos a venezolanos) y motivemos a que la gente deje de escuchar a esas cuentas….

Fíjate que artículo 13 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos plantea la doble dimensión de la libertad de expresión y pensamiento: individual y social. La primera garantiza que se pueda utilizar cualquier medio para la difusión de pensamiento u opinión y la transmisión del mismo. Mientras que la dimensión social implica que toda persona tiene el derecho de recibir dicha información. Y se admite, no la censura, sino la RESPONSABILIDAD, de quien abuse de la prerrogativa. 

La Libertad (porque sólo el Estado es quien puede “censurar” al impedir circulación, cortar señal en el espacio radioeléctrico o ejercer coerción) es ejercida también desde esta tribuna, y es fundamental para ejercer ese 4to Poder que es la información y prensa (ya las RRSS ampliaron el fuero) es importante no hacernos artífices del amarillismo de este lado o del otro lado: todos estamos en el mismo espacio.


Entonces, Sr. Verdugo Digital, le pido de corazón que no arme un juego de inflar tensiones sociales, sino contribuir a soluciones reales, porque hay una responsabilidad con las personas que siguen las cuentas… y más aún, estamos ante una comunidad golpeada por la pandemia, por la política y por la violación de DDHH. Piense un poco en qué imagen causa en una persona que recién entrara en su cuenta y solo ve los vídeos de crimen, amenazas, frases de odio hacia una u otra nacionalidad.  Eso solo traería la desgracia para los más vulnerables, para quienes verían peligrar sus trabajos, techos y en el peor de los casos: su vida.

El llamado en realidad, no era con ud, y no sé si se siente ofendido porque ¿siente que estaba llamando a la violencia? Creo que si se siente tan implicado debería revisar sus políticas internas de publicación o su código de ética porque ud. solito está asumiendo las alarmas. Quizás es momento de reflexión.  ¡Por cuentas que informen y contribuyan a un mejor Perú!

Atentamente,

Una Integradora Digital

@nancyarellanos

Update! (porque la verdad siempre llega) – Sobre los hechos recientes en Perú. Cortesía de Cuarto Poder, transmitido por América Televisión, el 21/02/2021.

Especial transmitido por la televisión abierta peruana, muestra que la campaña de tensión entre nacionalidades ha sido en gran parte una fabricación.

Cuando votar no significa elegir, o de la trampa del madurismo con unas elecciones inconstitucionales.

Por @nancyarellano

La democracia consiste en poner bajo control el poder político.

Karl Popper

Hoy no hay democracia en Venezuela. Ha habido elecciones, pero el sistema no está siendo implementado. La ganancia en 2015 del parlamento trajo consigo dos violaciones constitucionales: la creación de la Asamblea Nacional Constituyente por medio no constitucionales y la arremetida del Tribunal Supremo de Justicia contra el poder legislativo. A eso se suman: presos políticos, vulneraciones a la inmunidad parlamentaria y amedrentamiento y amenazas a los diputados electos democráticamente.

A este escenario se suma la celebración de una elección viciada del presidente de la república, con la sola intención de hacer permanecer a Nicolás Maduro en el poder. Lo que ha significado el secuestro frontal del poder ejecutivo: la usurpación. A ello, devino el vacío de poder que pasa, constitucionalmente, a ser llenado por el presidente de la Asamblea Nacional: Juan Guaidó.

Nicolás Maduro ha apagado al sistema y la guardia pretoriana que lo protege, cuida celosamente que no se encienda el motor democrático: las elecciones directas, universales, secretas, con participación de todos los factores, con observación internacional y con un ente rector imparcial y electo constitucionalmente. Elecciones con condiciones. 

 El gobierno interino, es el último eslabón de la democracia constitucional; por mandato de la constitución vigente y en un escenario donde la articulación de los factores por el fin último, no debe admitir distracciones. No hay “media democracia”, el motor democrático está encendido o apagado.

Los fallos que admite la democracia jamás serán de legitimidad de origen. O se es producto de una elección que es constitucionalmente habilitante, o no hay democracia. Cualquier “negociación” que parta de celebrar elecciones amañadas, poco transparentes y sesgadas elimina cualquier posibilidad de que entre combustible al motor democrático. Lo contamina.

La democracia es el sistema que Venezuela ha decidido darse; así lo establece la tradición  constitucional del siglo XX y XXI y por ello nuestra causa debe permanecer incólume ante quienes quieran con partidos secuestrados, un CNE ilegítimo, una Asamblea Constituyente írrita, un usurpador en el ejecutivo y un TSJ sesgado; generar un disfraz de democracia. No, no nos haría ningún bien pretender asumir ir a un evento que ultraje el proceso de inicio a fin y que no garantice que la voluntad de los venezolanos sea debidamente respetada. 

Sería un suicidio que la dirigencia que dice saber de política, convoque a las masas a legitimar a un proceso claramente anti democrático. Sería absurdo que hoy dijeran que hay que pagar la deuda electoral del legislativo, cuando aún no se ha pagado la deuda con los venezolanos sobre el ejecutivo desde el 10 de enero de 2019. 

El gobierno interino ha estado llenando un vacío de poder que hay en el ejecutivo y la prioridad tiene que ser elecciones presidenciales, tanto como deben celebrarse las de la Asamblea. Si amparamos unas elecciones sobre la segunda deuda electoral, sin considerar la primera: están legitimando a la usurpación.

¿Qué posibilidad de democracia puede nacer en esas condiciones? Solo un pacto interesado por quienes pretendan hacerse un lugar en el poder de facto que hoy mantienen, no solo quienes acompañan a Maduro frontalmente, sino aquellos que, ligados al narcotráfico y al terrorismo trasnacional, hacen uso de las plataformas del Estado y canalizan el uso de la fuerza para-estatal con la complacencia de quienes deberían proteger a la nación de tan peligrosas amenazas. Es una componenda que atenta contra los DDHH, el Estado de Derecho y la vida de cada uno de los venezolanos.

No podemos admitir una democracia elástica que se adapte a las ambiciones de quienes cooperan para su destrucción. La democracia tiene un límite claro: los antidemócratas. Y con ellos, no hay espacio de acuerdo posible. Empezando porque acuden a medios prepolíticos (la violencia) para el control social y porque desconocen el primer pacto de la nación: la constitución; que es la garantía de tus derechos ante el poder que supone el Estado y su fuerza coactiva. Lo único que puede “acordarse” son las condiciones de entrega, de rendición. Como ante cualquier secuestro, ante cualquier transgresión a las normas y frente a la autoridad competente. 

Venezuela merece volver a ser democrática, nosotros merecemos volver a la Venezuela de las posibilidades. Y no podemos conformarnos con menos, porque es elegir la nada.

El tercer actor: el cómplice

por @nancyarellano

¡Cuánta envidia acecha en vosotros, si, a causa de este mando que la ciudad me confió como un don -sin que yo lo pidiera-, Creonte, el que era leal, el amigo desde el principio, desea expulsarme deslizándose a escondidas, tras sobornar a semejante hechicero, maquinador y charlatán engañoso, que sólo ve en las ganancias y es ciego en su arte!

Sófocles, Edipo Rey

Los hombres son los que, actuando de acuerdo a las circunstancias y cónsonos con sus propósitos, propician los hechos que hacen historia; es una frase, parafraseada, que «le escuché» a Rómulo Betancourt en una entrevista con Sofía Imber y Carlos Rangel, dicha por allá en los años 70 y que internet tiene la bondad de dejarme ver. ¿Increíble no? Hoy tenemos la gran memoria gratuita que es internet. Casi no hay conocimiento que esté más allá de unos cuantos clicks, sin necesidad de pertenecer a una logia o a una élite, sin tener miles de dólares para pagar el acceso al círculo de los iluminados y, aún así, parece haber amnesia colectiva. ¿Una ceguera colectiva, y elegida, ante el horror? Probablemente sería el argumento de un Sófocles metido en la tragedia electoral.

El pacto mínimo es el contrato social

Cuando estudiaba el contrato social me dijeron que era el acuerdo que hacemos para renunciar a nuestros derechos naturales para vivir en sociedad. El pacto. Ese pacto hecho con «el Soberano» daría paso al «Estado»; es decir, el «soberano» me protege, por eso yo no tengo que andarme protegiendo del vecino. Luego caeríamos en el Estado moderno y el tema constitucional. Pero así hablemos en la expresión más mínima de Estado, el Estado garantiza la seguridad, no promueve grupos «paraestatales» para generar caos y amedrentamiento y menos vulnerando la soberanía nacional para entregar el poder y riquezas a élites extranjeras de oscuros oficios. El chavismo no atiende ni a la más mínima consigna, criterio básico, de Estado moderno, ni Feudal. ¿Qué queda para lo demás? Nada. Pero esto que digo es simplemente lo que habilita el art. 350 y que activó el 333 y 233 que dan soporte al gobierno interino del presidente de la AN, Juan Guaidó.

La Torre de Marfil del chavismo:

Recuerdo cuando estudiaba Letras, y antes en Humanidades, leer al modernismo como movimiento. Un Rubén Darío, recitaría:

La princesa está triste.. Qué tendrá la princesa?
Los suspiros se escapan de su boca de fresa,
que ha perdido la risa, que ha perdido el color.
La princesa está pálida en su silla de oro;
está mudo el teclado de su clave sonoro,
y en un vaso, olvidada, se desmaya una flor (…)
el símbolo de la siniestra evasión ¿y cárcel?

El poeta nicaraguense, completamente entregado a la evasión y contrastando con la realidad se fuga en sus versos de lo que ocurre. Sin menospreciar el aporte estético del modernismo y su valor literario; la política convertida en el arte de la evasión y el preciosismo simbólico no es admirable, es una estafa. El chavismo, sufre — no de manera ingenua, sino como eje central de propaganda— de ese delirio absurdo y medido, de fabricación de la realidad. Sus jerarcas viven en torres de marfil preciosistas, llenas de cisnes, con un culto impropio y anacrónico al pasado, con aspiraciones abstractas y un escapismo confeso a atender la realidad nacional. La «grandeza de la revolución» es un soneto de biblioteca preciosista. No una foto de la realidad venezolana. En la realidad esa torre, pasa a ser la prisión de su megalomanía.

Una crisis de referentes

Los referentes del colectivo no son absolutos, son temáticos. Los hombres y mujeres, falibles todos como somos, tenemos virtudes y defectos. Pero el endiosamiento de la «épica chavista» Estiran su moralidad chiclosa tanto como demanden sus ambiciones materiales y su convicción democrática se encoge, inversamente proporcional, a lo que se amplifica su prontuario criminal.

El chavismo es, como movimiento político, una síntesis siniestra de todos nuestros males sociales y políticos: corrupción, despilfarro, nepotismo, amiguismo, populismo, militarismo, sectarismo, engaño, antinacionalismo, entreguismo, genuflexión imperialista, caudillismo, complicidad y violación de los DDHH.

Si los más ruines colonizadores, si un sangriento Boves, un terco Murillo, el megalómano de Gómez y los funcionarios de la Rotonda, el militarismo de Pérez Jimenez, el sadismo de Estrada y los torturadores de Guasina, junto con lo peor de la guerrilla urbana de los años 60 del PCV y Cia, con los peores corruptos y funcionarios mediocres y traferos que hubo en los gobiernos de AD, Copei, y en los espacios políticos delirantes del MAS y la Causa R …. se hubiesen puesto de acuerdo en hacer un partido… sería el PSUV. La gestión de Chávez-Maduro y compañía, pasará a la historia como la peor gestión política en 200 años de vida republicana.

A wanted poster offering $15 million dollars for information leading to the arrest and conviction of Venezuela’s former President Nicolas Maduro is seen after being released by the U.S. Drug Enforcement Administration (DEA) as Maduro and more than a dozen other top Venezuelan officials were indicted by the U.S. Justice Department on charges of «narco-terrorism» in Washington, U.S. March 26, 2020. DEA/Handout via REUTERS. ATTENTION EDITORS – THIS IMAGE HAS BEEN SUPPLIED BY A THIRD PARTY.

Y califico lo que califico porque aún en varios de los personajes que menciono, al menos en los que fueron gobierno —pese a que han sido detestables enemigos de la democracia— hay matices de ejecución salvable. Menos en el chavismo. Porque no podemos agradecer la caricia que antecede al golpe. Ni el programa social que condena al beneficiario a la muerte porque quiebra el sistema de salud; la medida económica que enriquece grupúsculos y que destruye a la empresa; la repartición de tierra que sentencia a la improductividad o las «elecciones» que perpetúan al tirano y niegan toda sana tensión democrática en el poder. No, no puedo alabar programas que ya existían y a los que se le hizo un re-branding y se alimentaron con los recursos económicos que cualquier gobierno en turno, el del partido que me pongas, hubiese dado mejor uso. De hecho, hubiesen sido ¡cuatro! gobiernos. ¡Cuatro gestiones diferentes! Con temor de Dios, de los tribunales, ¡del castigo del voto!

Esta una crisis de referentes. No poder ver en términos de balance a nuestras figuras nacionales y no valorar lo que teníamos como país (que irónicamente es parte del discurso que llevó al golpista al poder), es un absurdo. Jugarse en una noche de casino —o en una contienda electoral— los ahorros familiares — el tesoro y futuro nacional. Y si no somos capaces de diferenciar el beneficio propio y mediato de la ganancia colectiva y duradera, no podremos edificar nada. La democracia no es el resultado de un proceso de elección, no es el mero acto del voto. La democracia contemporánea es un proceso de convivencia de diferencia, de respeto a las minorías y de garantías de derechos. Sí, de alternabilidad en el poder.

El Tercer actor

El exsecretario de Organización Nacional de Acción Democrática, expulsado por decisión del CEN, Bernabé Gutiérrez, afirmó este martes 16 de junio 2020, que la decisión tomada por el TSJ/ANC de designar una junta directiva ad-hoc de la tolda blanca y que sea él quien la encabece, es una muestra de «la apertura de la democracia» dentro del partido, luego de muchos años de dictadura.

El tercer actor fue introducido en la tragedia griega por Sófocles para complicar la trama, entretener al espectador y alargar el viaje del héroe: para infundir más tragedia en la tragedia. Con la mesita de la falsa oposición, con el secuestro de los símbolos de AD y UNT y la creación de un CNR por parte del TSR (porque no es electoral, ni de justicia, ambos son es «revolucionarios») son la puesta en escena del Tercer Actor: diseñado para «complicar la trama, entretener al espectador y alargar el viaje del héroe». Son los cómplices en la táctica dilatoria por conflicto (inacción) o por acuerdo (acción).

El pacto pertinente, con voz y voto

Hoy es necesario avanzar con paso firme hacia un gobierno de transición negociado y ampliamente aceptable quien debe ser responsable de supervisar las elecciones. Cumplir con el Estatuto de Transición.

Para ello hay que nombrar/ acatar a todas las autoridades con competencia para eliminar todas las restricciones a individuos y partidos políticos para permitir su libre participación en las elecciones presidenciales y parlamentarias porque hay que llenar el vacío de poder causado en 2019 y cumplir la alternancia que vence en 2021; para ello hay que nombrar al CNE nuevo, equilibrado e independiente, seleccionada a través de la Asamblea Nacional; garantizar la observación electoral independiente, libre de restricciones indebidas, compuesta por expertos nacionales e internacionales y además realizar las modificaciones necesarias para garantizar el voto de todos los venezolanos, incluidos los que estamos fuera de Venezuela: las víctimas de la crisis deben tener voz, y voto.

Todas las víctimas de la crisis deben tener voz, y voto.

El artículo 186 de nuestra constitución señala que «la Asamblea Nacional estará integrada por diputados y diputadas elegidos o elegidas en cada entidad federal por votación universal, directa, personalizada y secreta con representación proporcional, según una base poblacional del uno coma uno por ciento de la población total del país«. Hoy estamos fuera, por causa del régimen más del 16% de la población. Los migrantes venezolanos son desplazados forzados, son una diáspora empujada por la ausencia de Estado de Derecho, la persecución política, la crisis humanitaria. Las familias se dividieron para sobrevivir entre remesas y productos y cuidando el techo y la propiedad amenazada. Hay víctimas dentro y fuera. Todos somos venezolanos. ¿Cómo no tener representación? ¿Cómo no tener voz? La constitución NO LO IMPIDE. ¡Es el régimen!

Respecto al Voto en el exterior el Artículo 124 de la Ley de Procesos Electorales de 2009, señala: «Sólo podrán sufragar en el exterior los electores y las electoras que posean residencia o cualquier otro régimen que denote legalidad de permanencia fuera de Venezuela. Así mismo podrán sufragar en el exterior, los funcionarios y las funcionarias adscritos y adscritas a las embajadas, consulados y oficinas comerciales. El Consejo Nacional Electoral determinar· mediante reglamento el procedimiento para poder votar en el exterior». ¿Acaso habría impedimento en el Pacto Mínimo, con una AN y CNE legítimos, para garantizar el voto de los venezolanos en el exterior? No debería. Y sería una injusticia no garantizarlo.

Primer Round: Emociones en Piura y las pendientes desde Lima por @nancyarellano

Hace unos días escribí sobre la asimetría de la motivación política, como causa de la inacción/ ineficiencia estatal. Me explico, la asimetría queda establecida cuando:

 

a) la percepción de la agrupación A es que sus motivos o razones para actuar en el escenario político son por valores (digámosle Amor) y que las motivaciones de B para actuar son anti-valores (llamémosle Odio)

b) la percepción de la agrupación B es que sus motivos o razones para actuar en el escenario político son por valores (digámosle Amor) y que las motivaciones de A para actuar son anti-valores (llamémosle Odio)

 

Ambos piensan igual. Por esta razón se crea un escenario polarizante: A vs B. A y B no pueden negociar, conciliar, entenderse porque anulan los argumentos del contrario, al dar por sentado que las motivaciones del otro son antivalores y entrar en choque; por tanto sólo su opción política y sus argumentos, son los válidos al perseguir fines virtuosos.

 

Este escenario se está dando actualmente en varios países, desde Estados Unidos a España, pasando por Oriente Medio y sin dejar de lado a Venezuela o, incluso, Perú. Es lo que llamo el escenario post-muro de Berlín o de la ausencia de enemigo externo. Hemos visto una segunda vuelta, nuevamente, polarizada: fujimoristas vs ppkausas.

 

Para los fujimoristas ellos son la única opción virtuosa, están guiados por «amor» al pobre, al «Perú profundo» que han visitado los últimos 6 años, apuestan por los pequeños motores económicos (PyMes), la inclusión de sectores marginados, por salvaguardar la vida de los peruanos (entiéndase acabar con la delincuencia), establecer un Estado fuerte, presente y arbitral. La visión estandarizada, por mediática, del fujimorismo sobre Peruanos por el Kambio es que son oportunistas, «vende patria», entreguistas, lobbystas, sin real apego a la peruanidad rezagada, apuestan a las grandes corporaciones y, por tanto, son elitescos y aprovechados, estableciendo una mafia al poder.

 

Por su parte, Peruanos por el Kambio, apelan a ser los verdaderos representantes del «amor» al Perú, son los meritocráticos, conciliadores, configurados desde la diversidad política que ha trabajado por la inclusión de todos los sectores desde los inicios, y recuperación, de la democracia en el Perú; y comprenden el lazo de la contemporaneidad entre lo público y lo privado como solventador de la vida social, buscan un Estado honesto, eficiente y justo. Para ellos, a nivel mediático, los fujimoristas son los autocráticos, los insolventes moralmente, los obsesos con el poder por el poder, que entregan el país a las fuerzas oscuras y concentran la acción estatal de forma populista para quedarse eternamente allí y establecer una mafia al poder.

 

Al calor del debate del domingo vimos la polarización hacer gala; y si bien es cierto que es un show útil para las conversaciones de calle o medios, incluso creo que algunos hacen catarsis con esto; no es productivo para una democracia del siglo XXI con tantos pendientes y con tanta necesidad de fuerzas en concurso.

 

En resumen diría que vimos un PPK serio, racional, parco y mesurado que se mantuvo monótono casi todo el tiempo, pese a que toda su exposición fue sin lectura; y tuvimos a una Keiko Fujimori voluble en el tono, emotiva en la lectura y de reacciones calculadas. Me llama la atención que PPK dejó de lado su matiz irónico y risueño frente a la ofensa y optó por verse casi, impasible, contraatacando con un mal uso del timing; frente a una Keiko que mimetizó la cadencia de Veronika Mendoza al responder los ataques, siendo visual, emotiva, defensiva y de contraataque inmediato aunque acartonado.

 

Si tuviésemos que hablar de una proporción diría que el 97% de la percepción política es emocional, frente a un 3% de racionalidad pura. El politizado, partidario o no, 43%, ya tiene un equipo al que pertenecer y sólo se «pondrá la camiseta», ése ya tiene emociones claras por cada opción política, sea como el «mal absoluto», «mal menor», «voto crítico» o en apoyo pleno y positivo; tiene su voto claro y lo ejerció en primera vuelta, con algunos pequeños matices que no discutiré ahorita.

Pero si hablamos del común denominador, ese 97% de la población, no repara tanto en el fondo del discurso (racionalidad de la política pública planteada) como en la «sensación» que transmite y cómo roza o golpea en sus emociones, entendiendo que las emociones son producto de los valores culturales, los valores y experiencia personal e íntima: miedos y aspiraciones. Por ello quien logre abanderar suficientes emociones y además capitalice el amor/placer como emoción, transmitirla efectivamente, capturará más votos. Pero, en líneas generales, no fue lo que vimos. Hubo emociones pero no se cerró el círculo.

 

¿Qué emociones tocaron?

 

Se puede decir que en cuanto a cantidad de emociones, PPK logró abarcar más. En su discurso logró tocar el Desprecio y el Asco, la tristeza y el miedo. Los dos primeros producto del recuerdo del fujimorismo de los 90 y sus efectos sobre la democracia peruana y el asco frente a la corrupción desmesurada que arrebató 6.000 millones del erario público. La corrupción tiene un efecto: la desconfianza, lo que capitaliza la abstención. Y PPK alude al tema cuando señala «La gente están frustrada, por eso hay un voto de protesta». Cuando habló del agua, de la educación y del rezago de gran parte del Perú (8.000.000 de personas) buscó aludir a la tristeza. Por último debemos decir que pretendió aludir al miedo, cuando hizo referencia a la amenaza de un narcoestado y buscó asociar esta amenaza al alce de la delincuencia en el territorio; asociando narcotráfico, corrupción e ineficiencia estatal. Pero, no logró cerrar con el placer/ amor. No logró hacer creer, que todo el sentimiento producido por la realidad dibujada «puede cambiar y cambiará», no lo logró pese a tocar historias familiares, porque fue parco; no lo logró pese a citar a su madre, porque lo hizo sin énfasis. PPK no logró hacernos hijos a todos de los inmigrantes que «eligieron al Perú» por un acto de soberana voluntad y amor. No enarboló las banderas lo suficientemente alto para que se avizorara desde cualquier lugar del territorio.

 

El placer/amor es una recordación de lo positivo, íntimo y cercano: lo deseado conscientemente. Logra hacernos creer que revivimos esa buena experiencia y que nuestro candidato es capaz de saber qué nos gusta y qué queremos disfrutar en la vida. El placer como emoción, toca lo instintivo por rectilíneo (al sentir un espacio seguro) y lo límbico (emotivo) al producir satisfacción; esto ocurre cuando activamos la amigdala, como centro de operaciones que controla la respuesta emocional, siempre y cuando estimulemos con los disparadores correctos a los grupos específicos, es decir, los que están ávidos de tal sensación. El efectismo de una campaña puede disiparse o apuntalarse cuando cuidamos los disparadores en función de un conocimiento no de la realidad como resultado de metas estatales, sino de la realidad como sumatoria de pequeñas realidades emocionales: humanas.

 

Por su parte, Keiko tocó un menor registro de emociones pero aludió a dos altamente potentes: miedo y sorpresa. El primero devino del tema injusticia, pobreza y rezago social, colocando a PPK en el papel de entreguista, elitesco y capaz de conculcar los derechos laborales de los ciudadanos para favorecer a las grandes empresas. Además sacó a colación, sin que fuera parte del temario, la inseguridad. Y usó la sorpresa, como evento no creado por la campaña, al citar los eventos recientes de los 11 muertos en 11 días. Buscó entonces posicionarse como quien tiene la mano firme, decisión política y equipo para enfrentar el peligro de perder la vida. ¿Por qué este miedo primario es potente? porque alude al cerebro reptil, son emociones básicas e instintivas: salvaguardar la vida es una reacción, por tanto un disparador del voto contundente y sólo superable por el placer/amor; emoción que quedó sin participación en el debate.

 

En mi opinión el segundo debate debería enfocarse en la combinación que logre disparar el placer/amor, como cierre del círculo de emociones a los que aludan los candidatos para explicar sus planes de gobierno. Las políticas públicas no como decisiones sólo técnicamente pensadas, sino como humanamente diseñadas en torno a micro-realidades emocionales específicas de la peruanidad diversa. Creo que la estrategia polarizante, amigo/enemigo, ya tocó su techo y finalmente no resulta positiva para el concurso de fuerzas que debería ser el próximo gobierno, dado los retos que debe enfrentar.

 

Sólo por dejar un dato: los jóvenes reaccionan de forma más efusiva al miedo que los adultos, los cuales requieren más especificidad en la imagen para activar la respuesta emotiva porque han establecido mayores filtros producto de la decepción política.

 

Veremos qué emociones toman el micrófono este domingo.

#Proposición: Diagrama Político para el Siglo XXI

Hablar del espectro político nos conduce casi siempre a:

  1. La división clásica de derecha vs izquierda: en el sentido de intervención del Estado en la economía. O tamaño del Estado inclusive.
  2. El diagrama de Nolan que considera las libertades económicas y sociopolíticas como consecuencia de la intervención estatal.

Algunos críticos dicen que el diagrama tiene un sesgo libertario. Veamos el diagrama:

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Diagrama de Nolan (1969)

En pleno siglo XXI es indudable que hay cambios que se han sucedido, muchos sin poder ser advertidos. En lo particular me obsesiona la vigencia del Estado como ente rector de la «vida política» y los nuevos fenómenos menos informes como el terrorismo: teocrático como el caso de ISIS o anómico/ amoral como el del paramilitarismo o los mercenarios terroristas.

Otro fenómeno es el post-capitalismo producto de la masificación tecnológica. En 1969 poco podía pensarse de los efectos que tendría la tecnología en la economía. La idea de que se cree un nuevo escenario de relaciones sociales a partir de un ordenador/computador era impensable. ¿Cómo afecta esto nuestra relación con el Estado? ¿Cómo influye en la idea de izquierda y derecha? ¿Cuál es el papel de la innovación en este sentido? ¿Cuándo una propuesta destruye la noción de Estado? ¿Dónde están los límites donde peligra el Estado como ente rector de la tolerancia?

Entendiendo que la «tolerancia» como espacio de realización de la diferencia es crucial en el siglo XXI para salvaguardar a la democracia y orbita en torno a los Derechos Humanos.

Mi propuesta, aún en construcción, es la siguiente:

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  1. En el centro (utópico) encontramos al equilibrio perfecto entre derecha e izquierda, conservadurismo  y liberalismo moral en respeto absoluto a los Derechos Humanos de 1, 2, 3 e incluso 4ta generación. Es utópico porque tendríamos que lograr la armonía social perfecta y discrecionalidad respetuosa. Para que ello ocurra tendrían que estar zanjadas las diferencias sociales de clase, debería haber pleno empleo o capacidades productivas y un control extendido sobre la Agenda Pública. Tolerancia perfecta.
  2. Luego vemos derecha o izquierda:  Mientras más Estado nos acercamos a la noción de izquierda y mientras menos Estado a la noción de derecha: lo público (Bien Común por masificación: la masa sobre el individuo) y lo privado (Bien Común por agregados: individuo sobre la masa). Cuando la intervención estatal  de Izquierda es absoluta y el Estado toma todo en la sociedad los límites entre Estado y Sociedad se desvanecen para dar paso a la utopía comunista. Cuando la privatización es absoluta, el Estado pierde poder sobre el individuo y se destruye dando paso a la anarquía. En ambos supuestos se busca el bien común pero prescriben métodos distintos. La izquierda presupone que el Estado debe ampliarse para reglar la dinámica social, zanjando diferencias, y procurar la solidaridad. La derecha cree que el estado debe replegarse para permitir que los individuos actúen por solidaridad y arreglo de intereses, sin causar distorsiones.
  3. La concepción de conservadurismo deriva de la noción de «autoridad moral» (llámese Vaticano, Pastor, Rabino o Imán etc. Quien ejerce un «poder moral» sobre la sociedad y regla la conducta de la masa. En los liberales entiendo la ausencia de tal noción moral-autoritaria para dar paso a una ética personal frente al «mores» (moralidad).  Se trata de la conducta racionalizada frente a la conducta aprendida.  Cuando se recae en el extremo hablamos de amoralidad y por tanto no se acata ningún tipo de racionalidad: conducta hedonista. En el otro extremo está la discresionalidad de la autoridad divina, conducta absolutista. Ambas destruyen al Estado como espacio de tolerancia. En este sentido se cae en la ausencia de Estado. Sea de Derecha o de Izquierda.
  4. Si la autoridad moral o la amoralidad reina el resultado cae en la destrucción del Estado, se pierde por noción básica el monopolio de la fuerza coactiva y se cae en las formas de terrorismo: teocrático (absolutismo) o anómico (caos).
  5. Si la derecha es absoluta entonces caemos en una anarquía que impone una ética social equilibrada, pero destruye al Estado como garante; y si se cae en la izquierda absoluta se destruye igualmente al Estado en el nombre de una ética social equilibrada.  Ambas armonías se consideran utópicas.
  6. El circulo grande es la existencia del Estado como rector de la dinámica social y vigilante del respeto a los derechos humanos. Cuando nos salimos por combinación de ejes del círculo el Estado en función de 1) monopolio de la fuerza coactiva 2)protector de la imposición de cúpulas de poder 3) actor de mediación y tolerancia se ve en peligro. Mientas más me alejo del circulo más peligro se advierte.

 

 

 

 

#SeguiremosPensando

 

Eterna depresión post-parto electoral o de los políticos «grises» por @nancyarellano

Y nació la nueva contienda electoral: PPK vs Keiko. Estos «morochos» como decimos en Venezuela, son hijos del mismo padre, el Sr. Derecha. El varón tiene más rasgos tecnocráticos —se parece al padre— y la niña tiene dotes pragmáticas, como el «otro» padre.  En todo caso, el tema que nos ocupa no será el futuro de los morochos de cara al 5 de junio. Sino cómo está la madre: la política peruana.

La política peruana, y la latinoamericana, tienen grandes retos. Me atrevo a decir que el primero es dejar de lado la visión inescrupulosa del poder, la eterna depresión post-parto inducida por los «intelectuales» románticos (en el sentido expreso de la corriente literaria) por depresivos, ególatras, pesimistas, melancólicos, desengañados y disconformes que renuncian a tomar riendas del tiempo en el que les tocó vivir.

La noción utilitaria y deslastrada de fe y principios que sigue fabricando políticos de «escena» que sólo sirven para destruir al sistema. Hay quienes se han llenado de esa «ausencia de fe» y les encanta ver fracasos en vez de triunfos, adoran la destrucción y creen que la gente es una masa irracional que es llevada por zanahorias; así que se dedican a sembrarlas.  Son parte del círculo vicioso.

Hay quienes pierden de vista la realidad de la sociedad actual, sus logros y movimientos sociales en un entramado hipercomplejo e interdependiente; se lanzan en miopes análisis de coyuntura donde, por supuesto, ellos son el centro del universo. Hay quienes definitivamente no leen el mercado global, la sociedad mundial de la que, irremediablemente y maravillosamente, somos parte por lo que los análisis han de ser glocales y micro y macro segmentados. Parece que hay gente que no comprende las búsquedas de las nuevas generaciones y la influencia de éstas en sus predecesores.  Tampoco son capaces de ver los puentes de posibilidades que hay en este escenario para dar solución a los conflictos sociales y deudas históricas que aún hay.  Por eso seguimos eligiendo por descarte.

Hay gente, en medio de la eterna depresión post-parto electoral, que sólo se centra en señalar su «agnosticismo» —y ateísmo— y adoran buscar indicios de la existencia de «desalmados» que confirmen su propia postura, sin mayor justificación u objetivos. Son ególatras cómodos que transpiran pesimismo y no sudan una gota de trabajo político de calle, intelectual o voluntario. Han leído tres o cuatro libros, o conversan sobre libros y ni los leen, parece que no revisan completa la prensa diaria, tampoco escuchan realmente las noticias o ven la tv internacional, no sostienen conversaciones reales con gente de toda clase y tienen sus facebooks plagados de más «depresivos» que ignoran la existencia del Prozac.

Normalmente estos señores terminan fracasando, siendo lastres de sus grupos y perdiendo cualquier validez en el paso del tiempo, son minúsculas representaciones en un obra grande que los supera. No tienen nada por lo que deban ser recordados. Y se esfumaran en la memoria colectiva como un día gris que da sueño… Si alcanzan el poder, son el anuncio de un final, a veces doloroso, no lo niego.

Los he conocido en Venezuela, Estados Unidos, Bolivia y España… en Perú.  Siempre grises y con ínfulas de «realistas»… una realidad que versa sobre las críticas y que nunca encuentra soluciones porque todas son «idílicas» «delirantes» o «ingenuas». Para ellos la gente es ignorante, vacía, superficial y estúpida. Ahí es donde yo reparo:

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1) Los grandes proyectos políticos de la historia se han basado en imposibles que encuentran, en la voluntad, el liderazgo y el trabajo en equipo, la posibilidad.

2) Perder la fe en la democracia es perder la batalla antes de vestir el uniforme. 3) Si usted siente tanto asco por la gente ¿Para qué quiere ser político?

3) Si usted es uno de los «grises» tome una vacación y lea un libro como El Elemento de Ken Robinson, a lo mejor el problema es que usted no siente pasión por la política y debería dedicarse a otra cosa; o tome Prozac a ver si la depresión se le pasa y deje a los demás ser útiles y proponer soluciones.

Siendo coherente, esta es una introducción, mi solución temporal a los renegados y la recomendación de pensar en que cuando hablemos de política reparemos en ¿cuál es el problema? y ¿cómo se soluciona? de inútiles está lleno el mundo, seamos diferentes.

 

#TrasLaResaca: Ítaca y La normal-crisis que asoma la cabeza en democracia

          Una gran democracia debe progresar o

pronto dejará de ser o grande o democracia.

Theodore Roosevelt

(1858-1919) Político estadounidense.

La democracia es un concepto multívoco. No hay significado irrestricto y más allá de su conceptualización es, en todo caso, un forma de vida perfectible, en construcción y mutación permanente. La democracia, al involucrar el acto más cambiante, el hombre, y darle valía a la personalidad, individualidad y también a la grupalidad (más allá de minorías y mayorías) nunca estará alcanzada al 100%. No que la democracia sea una utopía, sino que la democracia es en si misma un camino, no una meta. Es como el poema Itaca de C. Kavafis.

«Ten siempre a Itaca en tu mente.
Llegar allí es tu destino.
Mas no apresures nunca el viaje.
Mejor que dure muchos años
y atracar, viejo ya, en la isla,
enriquecido de cuanto ganaste en el camino
sin aguantar a que Itaca te enriquezca.

Itaca te brindó tan hermoso viaje.
Sin ella no habrías emprendido el camino

Pero no tiene ya nada que darte.

Aunque la halles pobre, Itaca no te ha engañado.
Así, sabio como te has vuelto, con tanta experiencia,
entenderás ya qué significan las Itacas»

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Así en la democracia, el camino es lo más valioso de ella como sistema. En el siglo XX la democracia dio el voto universal, directo, secreto, dio el voto a la mujer, permitió pluralizar las voces, hacer empresa, ascender de clase social a muchos, permitió universalizar la educación.. etc etc etc logros que hoy pensamos que son «naturales» pero fueron luchas democráticas. ¿Que aún falta mucho? Sí, así es. Porque Ítaca aún está lejos, el camino es largo y nos llenará de experiencias, ya lo hace. Tenemos que ganar en el camino sea en Perú, Venezuela o España; todos los cuales están en un momento de mutación y cambio, en distintos niveles, de lucha democrática. Muchos hemos tenido que amarrarnos al mástil muchas veces, para poder comprender los problemas de la democracia y sus cantos de sirena. Eso no significa que el barco no siga la ruta, seguimos en camino a Ítaca.

La democracia parlamentaria es el gran logro, es el bote, del sistema democrático porque concilia el poder ejecutivo con las mayorías populares y la ampliación de la representación.  Fue un logro marcado por  el reto que significaba organizar coherentemente la voluntad popular y el pluralismo. El equilibrio de poderes, el control político y la iniciativa de reglas, leyes.  En este sentido, la calidad del parlamento y la percepción de éste por la ciudadanía refleja la salud democrática. Si la democracia solo se trata del presidente, tendríamos solo «un buen César electo».

Los resultados en blanco o nulo del Congreso son un llamado a reflexión desde cualquier perspectiva, no puede considerarse «normal» que el 32,12% de los electores prefiera no opinar o viciar el voto. Es más, los 4.5millones, que superan al propio fujimorismo, sólo cabe que sea interpretado como una crisis de representación. ¿A qué obedece esta crisis? Ahí es donde hay elementos a discutir: 1) una elección que se eclipsa por la presidencial, 2) un sistema que no ajusta la representación a la cuantificación demográfica y su distribución, 3) un sistema que no logra estipular medidas de control ciudadano sobre el congreso, 4) una sociedad que critica los privilegios de los congresistas, 5) un congreso anterior que demoró hasta en las modificaciones a la ley electoral y nuevamente, 6) partidos débiles que no tienen la adhesión suficiente como para generar confianza.

En todo caso la revisión de este resultado debe ser profunda y su respuesta política debe ser reposada y responsable, desde los recién electos hasta las agrupaciones políticas que les respaldan. La legitimidad no está en discusión, pero la gobernanza definitivamente si.

Y ni hablar del parlamento andino, 44% parece rechazar esta instancia. Eso habla claramente sobre la percepción ciudadana de una instancia que parece verse como «declarativa, burocrática y sin efectos en la vida del país»

Hay mucho por democratizar seriamente.

Entre apolíticos y antipolíticos, o de la confirmación del status quo por @nancyarellano

 

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El modelo económico, pese a las encuestas que reclaman cambio, ha sido confirmado con una mayoría de más de 60 escaños en manos del fujimorismo, PPK y una veintena en manos de las opciones de centro como Alianza Popular, Alianza por el Progreso y Acción Popular.

La izquierda amplia (que va desde la extrema a la centro-progresista) toma fuerza con la opción de Mendoza y se hará con casi 20 escaños en el Congreso.  No obstante, los resultados colocan al estatus quo con más del 80% del poder legislativo.

¿Pero de qué se compone el status quo? La ya clásica afrenta: fujimorismo vs antifujimorismo. El Perú democrático ha bailando al son de este antagonismo los últimos 24 años, desde el 5 de abril de 1992. Ahora, el modelo anti-status quo cobró con FA y se asienta en la escena política: anti sistema, ahora con una postura matriarcal y civilista. Tienen el reto de fortalecerse como opción, crear realmente un partido y componerse de una militancia/activista al mejor estilo del siglo XXI. ¿Lo hará? De lograr capitalizar esto Verónika Mendoza podría ser una opción realmente fuerte para 2021.

Pese a no tener aún las cifras finales, hay elementos para emitir algunos análisis. 1) La institucionalidad sigue estando en un segundo plano para el peruano promedio. 2)Los partidos tradicionales están absolutamente alejados del elector millennial. 3) La seguridad física y la estabilidad económica son apuestas primarias del elector promedio.

El primer punto se refleja en el clima de superficialidad en el debate político y la gran cantidad de partidos-actores-rostros como opción.  El análisis de las propuestas ha sido confuso y difuso, y el debate de fondo nunca se dio por el modelo que planteó el JNE. Además de las tardías modificaciones y el papel del JNE y sus tachas e inhabilitaciones.

El segundo punto fue claro en los resultados de la Alianza Popular y Acción Popular. En especial APRA y PPC debe reconducir dramáticamente su estructura y comunicación con el país y las nuevas generaciones o desaparecerán. Acción Popular logró un avance importante, pero insuficiente. Estos tres partidos tienen el reto real de actualización. ¿Es posible construir una socialdemocracia moderna en el s.XXI desde un partido con más de 90 años de historia? ¿Irá el APRA a una convención que los vitalice? ¿Es posible que el PPC remoce sus principios demócrata-cristianos y de paso a nuevos protagonismos? ¿Hay en los lampartanos y barnechéveres opciones de sedimentación como estructura? La crisis de los partidos tradicionales es una crisis de credibilidad, y grave.

Tercero, la combinación lucha contra la inseguridad y  protección al piso económico, se han impuesto en las urnas con la opción de Keiko Fujimori.

El debate que se abre: ¿Ha perdonado el Perú a Keiko Fujimori como para convertirla en la primera presidente mujer de la historia republicana? ¿se inclinará hacia PPK por descarte?

 

 

 

 

#Café Nocturno: ESPECTRO POLÍTICO PERUANO DE CARA AL 10 DE ABRIL ¿Cómo elegir? por @nancyarellano

Durante los últimos tres meses hemos mirado con detenimiento las campañas de los diversos candidatos. Hablar de 19 opciones era prácticamente imposible en tanto que el seguimiento que hay que hacer antes de opinar sobre las opciones es una tarea de reposo, contraste y equilibrio.

Voy a dejar de lado los «actos de fe» que implica la política casi siempre, ese lado emocional que puede despertar uno u otro. Veamos de forma directa qué opciones se plantean como posibilidad. No voy a reparar demasiado en Keiko Fujimori a fondo por una simple razón, el porcentaje de votos del fujimorismo lo colocan ya en la segunda vuelta.

El segundo lugar es la elección a discutir. ¿Quién se legitima como el contendor del fujimorismo?

Las opciones, en orden alfabético serían: Alfredo Barnechea, Alan García, Pedro Pablo Kuczynski, y Verónica Mendoza. En estos momentos no hay más que discutir. Y lo que se discute es el modelo de país planteado, la solidez ideológica y la pericia para llevar cambios necesarios con equilibrio y garantías de prosperidad para el país.

Para fines de dibujar mejor la situación, hablaremos de planteamientos políticos de Tesis, Antitesis, Síntesis. Entendiendo, dialécticamente, que las agrupaciones políticas plantean un modelo de país, o tesis política, que va mutando y cambiando con el tiempo de la agrupación, con los tiempos y la experiencia, por lo tanto, pasan a la antítesis y llegan a la síntesis. Es un proceso de maduración política.

Empecemos por el centro: Alfredo Barnechea se plantea como una opción del centro ideológico; se autodefine como socialdemócrata y presenta algunas políticas progresistas. Sin embargo, le hace flaco favor su carácter mediático con visos aristocráticos. Comete el error del «chicharrón» que no es un chicharrón, sino un símbolo de humildad y capacidad para «mimetizarse» con el pueblo para entender sus demandas, querencias y necesidades. En solidez ideológica no vemos conductualmente lo que se pregona con palabras, incluso el hecho de prometer en su plan de gobierno que tienen, en materia de Industrialización, Infraestructura e Innovación un «Mapa de Proyectos, región por región, con los anexos financieros que los explican y justifican, que pondremos al alcance de todos los ciudadanos para su discusión» esto nunca ocurrió. Con lo cual no sabemos a ciencia cierta cuál es el modelo de país planteado en términos tan importantes. Sobre todo en el entendido de que la experiencia de A. Barnechea en gestión pública es nula, sólo ocupó una posición en el antiguo Congreso con el APRA.  La pericia por tanto está en duda y las garantías de viabilidad no son visibles. En términos dialécticos podemos decir que Barnechea retoma la tesis de Belaunde, la apropia y propone una vuelta a aquello. Aún está en la tesis y ésta es de hace más de 30 años. 

Seguimos por la derecha. En la centro-derecha tecnocrática, tenemos también otra tesis: la de PPK. Pedro Pablo plantea una tecnocracia democrática como paradigma. En términos de modelo hablamos de un Estado que no se ha puesto en práctica en el Perú y que requiere para su éxito un alto consenso popular, si se quiere hacer democráticamente. En este sentido, un partido nuevo como el de PPK difícilmente pueda llevar adelante sin conflictividad social tales reformas. Ahí las debilidades versan en torno a solidez ideológica, por el pragmatismo de la derecha peruana, y el arraigo popular que permita, en términos de gestión pública, apuestas a las tendencias como el llamado new public management, que significaría un costo político alto en términos de gobernabilidad de la gestión. No obstante el llamado sería a la construcción de puentes con fuerzas políticas de arraigo popular y no estamos seguros de que éstas están de acuerdo en la tecnocracia como modelo. Inevitablemente PPK tendría que asirse de estructuras tradicionales y llegar a consensos. Aún está en la tesis y requiere incorporar a otras fuerzas para salir adelante, además ¿tendrá la vitalidad para esta tarea titánica? Sus 77 años y medio no ayudan a hacer creíble tal transformación.

Ahora vamos a la izquierda populista y atomizadora, Verónika Mendoza y la transformación anti neoliberal. La tesis de los frenteamplistas es lograr una democracia radical, de profundas raíces populares, con un Estado fuerte, intervencionista, controlador de la economía y direccionador de la producción, que van a hacer legítimo a través de un proceso constituyente, una nueva constitución. Se habla de empresas estratégicas por ejemplo y de aumento de la presión fiscal y del gasto público con más pensiones: mujeres y adultos mayores, y un plan completo de intervencionismo estatal como derecho del Estado. Un viraje a la izquierda después de 20 años de crecimiento económico, 16 años de democracia y de reducción importante de la pobreza de 55% a 22% (en 16 años) con el modelo actual.

Entonces  se plantea esta tesis de izquierda que no ha sido probada, con éxito, en el Perú sino que recuerda a las tesis de la CEPAL en los años 60 que trajeron la década perdida de los 80. Este viraje pudiese parecer innecesario, como aplicar morfina a un dolor de cabeza: no hay condiciones para un cambio tan absoluto porque sí hay resultados sociales, económicos y políticos desde 2001. Lo que hay también son deudas históricas y minorías que deben ser reconocidas y un estancamiento de la gestión estatal que necesita optimizarse, y así mismo la deuda en materia educativa y laboral que en los últimos 5 años se ha estancado. Pero nada de esto es materia de un cambio radical sino de políticas públicas, ejecución y ampliación del presupuesto y algunas modificaciones a la constitución actual.

Esta opción política abraza un fenómeno interesante: la atomización de los «indignados» que pueden entenderse como un neo-lumpen(1): son grupos de interés como los LGBTIQ, étnicos, indigenistas, mujeres, adultos mayores etc de los más variados tipos que, en su mayoría, no tienen cohesión ideológica, ni conciencia política, más allá de su dibujo directo en la tesis, al reconocerlos como tales y dar voz a sus necesidades. Hay deudas importantísimas con ellos, pero los cambios planteados superan cualquier reivindicación puntual y no se les ha formado en términos de conciencia política.

La cohesión es individualista entonces, pese a su proyección masificante en los niveles del discurso de Verónika Mendoza. Algunos, los adversarios, temen que las promesas del proceso constituyente que implicaría una nueva constitución, destruya al Estado, como lo conocemos, y debilite las estructuras institucionales aún más, al refundar desde cero, la peruanidad en un proceso que dificultosamente pueda darse, pero que de darse, llevaría a una legitimidad dudosa por la lógica propia de los procesos constituyentes modernos en sociedades con baja cultura política y sin partidos fuertes que garanticen la representatividad.

La solidez ideológica de la cúpula creemos que es marcada, sobre todo en lo que respecta a la discusión de la tesis política, no así en el Plan de Gobierno y la pericia en el ejercicio, está marcada en buena parte por  técnicos venidos del nacionalismo, una gestión pública ausente de la candidata quien sólo ha sido Congresista y una carga de izquierda dispersa que va de la extremista a la simplemente progresista. No sabemos hasta dónde puedan ponerse de acuerdo realmente, en todos los puntos de transformación que exponen y que no se explican detalladamente en el plan de gobierno. Cómo esta transformación puede ser armónica, sostenible, sustentable; en fin, viable y democrática en un mundo globalizado como el que vivimos.

Nos vamos a la derecha populista, el fujimorismo. Como señalé antes, no repararé demasiado en esta opción sólo puntualizaré por qué lo clasifico como antítesis.  El fujimorismo hasta el momento no se ha definido ideológicamente. Pero por su praxis vemos que es un partido de prácticas empíricas, conservador, de derecha, con tendencias populistas y que tiene un pasado que reivindicar. La tesis la planteó Alberto Fujimori en los 90 y es íntegra la Constitución de 1993. El plan de gobierno actual está ceñido al libreto clásico con garantías de desmarque, creíbles o no (insisto en el acto de fe). El punto es que, apegados al texto, el fujimorismo plantea seguir el modelo económico con mejoras en términos de eficiencia y transparencia. En este sentido es la antítesis al modelo de su padre ya que reivindica además conceptos como democracia, derechos humanos, alternabilidad, no al nepotismo y respeto a la separación de poderes.

En contraposición a los transformadores del sistema están los tuteladores del cambio del sistema. El Apra con Alan García.

El caso del APRA es interesante. Como tesis el APRA sostuvo una revolución democrática que perseguía la libertad y justicia social, desde los años 30, propició su inclusión en la constitución de 1979 al introducir parte de su tesis política que sería puesta en práctica, también en parte, en el gobierno de Alan García en 1985, bajo el influjo de las ideas de la CEPAL que se estaban aplicando en el resto de latinoamérica. En estos términos la tesis falló.

En 2006 el APRA vuelve al poder y aplica, muy a lo prometido por Keiko ahora, la antítesis en el sentido de girar al conservadurismo en lo macroeconómico y vigilar muy de cerca el gasto público, cosas que vimos incluso en la reducción de sueldos y las demás políticas de austeridad sancionadas en agosto de 2006. El resultado como modelo, fue de reducir en 20% la pobreza y crecer 7% económicamente, en promedio, pese a la crisis de la economía norteamericana de 2008 que impactó en el Perú. Con esto no quiero obviar que también hubo escándalos durante este periodo.

El APRA,  ahora junto con el PPC, busca un tercer periodo y plantea una síntesis. Lograr el crecimiento de la antítesis, con el enfoque social de la tesis, pero con las correcciones en términos de ir a prácticas sostenibles y lograr un mayor impacto social; sin que ello signifique un Estado intervencionista y direccionista, sino promotor. Planteando incluso modificaciones, enmiendas, puntuales a la Constitución y reformas en materia laboral, gremial, fiscal y la creación de entidades que tutelen y promuevan el desarrollo generacional, como el Ministerio de la Juventud.

En términos de solidez ideológica creo que nadie puede dudar de que el APRA es el único partido, junto con el PPC, que tiene una amplia tradición ideológica, y las más grandes militancias inscritas; respecto de la pericia la síntesis pudiese mostrar un caso único en suramérica que sería interesante ver.

El único problema, y no menos importante, es el reto reputacional que tiene el APRA por superar, en la impericia de selección de algunos cuadros que ejercieron impúdicamente el poder, pues parece que esas cifras positivas de 2006 a 2011, no se han comunicado políticamente de forma estratégica y la imagen de los militantes del partido, sea por presión mediática, los fallos y desmanes de varios de ellos, o por contraposición a grupos de interés enfrentados, no es positiva en el común del ciudadano; sobre todo en los jóvenes.

Mediáticamente hay una presión clara en contra del APRA y de Alan García.   Sin embargo, habrá que ver si las matrices que ponen al APRA en un lugar muy lejano son ciertas o si hay realmente la triada de mística, voto oculto y grupos agradecidos con las políticas sociales, hablan este 10 de abril y lo colocan en segunda vuelta.

En conclusión si reviso las cifras y las políticas planteadas, en el marco de principios de postulados, podría aseverar que la opción de antítesis del APRA muestra haber ofrecido resultados importantes en términos sociales, por lo cual me atrevo a decir que un gobierno de síntesis podría ofrecer al Perú, y a Latinoamérica, la tan ansiada consecución de un modelo diferenciador, de una receta propia para conciliar las deudas del pasado y ofrecer al mundo una forma diferente de manejar mercado y sociedad con aceptación interna e internacional.

¿Lucha contra la corrupción, eficiencia, eficacia? Serán los principales retos no sólo del aprismo sino de cualquiera que entre en el aparato estatal. En el caso del APRA no tienen excusas para no lograr un Estado eficiente, ya saben dónde están los bolígrafos y cuál es el número de la central de Palacio.

Así que lo exigible, en el caso de que ganasen en esta vuelta, es que ofrezcan un gobierno de correcciones absolutas en desmanes estatales y de refuerzos profundos  de los logros pasados en materia social. Ellos saben cómo hacerlo, la expectativa de que lo hagan está abierta.  Son los únicos que podrían tutelar los cambios sin espantar a los capitales y sin irrespetar a la democracia. Al menos eso veo yo, y creo que las proyecciones del BCR respecto a la reducción de pobreza con crecimiento y políticas redistributivas son viables con un equipo con pericia en gestión estatal que además ha mostrado convocar gente fuera de su partido, lo cual refuerza su carácter democrático.

Habrá quienes estén en contra de lo que señalo pero ¿alguien puede mencionarme otra agrupación con estos resultados? ¿Alguien puede hablarme de otro gobierno que haya combinado alguna solidez ideológica, crecimiento con reducción de pobreza, que esté postulando, que tenga equipos técnicos y arraigo popular claro?   Si es así, por favor notifíquelo.

El resto para mí está en veremos, no sabemos qué son y cómo actuarán. Son incógnitas, y para mi el escenario actual impone caminos estables en términos políticos ya que los económicos y sociales presentan claro desafíos.  

Esto significa que cualquiera que pretenda la primera magistratura debe tener condiciones como gestión pública probada, un partido sólido en el tiempo, ideología clara (porque son los principios que determinan la discrecionalidad en el poder), bases en todo el país, gente en todas las clases sociales. Creo que hay necesidad de más agrupaciones fuertes, de ampliación y profundización del debate,  y eso debe construirse de abajo hacia arriba no directo hacia la presidencia.

El outsider no es sano para la política.

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Fuente BCR

(1) El término, prestado y actualizado de las propias teorías marxistas, refiere a los que viven al margen del sistema, no están incluidos o dibujados realmente y son ignorados en sus formas de vida y necesidades; no tienen conciencia política por lo que son manipulables por ofertas políticas, por el poder mediático en términos de expectativas.  El término lo uso también en el artículo «El Peligro de que lo nuevo destruya la innovación» : https://nancyarellano.com/2015/12/27/el-peligro-de-dejar-que-lo-nuevodestruya-la-innovacion/