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EXTRAÑOS TOCAN A TU PUERTA por @nancyarellano

Reflexiones a propósito de la migración en suramérica y de la conflictidad social en torno como peligrosa propaganda política.

No pretende ser este un texto conclusivo, solo colocar el acento en algunos aspectos a veces poco comentados sobre la migración, la política migratoria y la gobernanza migratoria en el mundo contemporáneo.

«Las grandes mentiras producen grandes miedos que producen grandes ansias de grandes hombres fuertes»

Roger Cohen, en The New York Times citado por Bauman.

El “otro”, “nosotros vs ellos” categorías constantes en nuestra vida social. Desde la concepción de clase, raza… por no decir género o nacionalidad o, incluso, religión.  Estamos acostumbrados a un mundo de divisiones donde, irónicamente, somos cada día más interdependientes.

Entonces esos “otros” suelen tener un poder increíble sobre “eso” de lo que nos “sentimos orgullosos” porque siempre hay “algo” que apreciamos. Nuestro modelo de vida, aún el más precario, tiene en sí mismo algo “defendible” sobre lo cual opera la “amenaza”.

Se crea entonces lo que Bauman señala es la «intensificación del miedo (…) cuando se acompaña de un adversario concreto, visible y tangible». Los “otros” son diferentes. Es lo primero que tenemos que tener claro. ¿Cuán diferentes? es la discusión. Pero basta con generar ese aspecto específico: color de piel, símbolo en el cuello, extracto bancario, apellido… pasaporte. Depende también de la ubicación de cada uno. Ser blanco dónde, qué tan blanco, blanco para quién… ser negro, mestizo o zambo… qué tan zambo, para quién y dónde. Ser de clase alta ¿qué tan alta? ¿apellido en dónde? Probablemente nuestro estatus está más condicionado al lugar, que ser un valor absoluto. Quizás depende además de cuántos cruces. ¿Negra, pobre, musulmana en una ciudad conservadora del sur de Estados Unidos? ¿Un peruano millonario en New York? ¿Ser latino y pobre en una ciudad “nacionalista” en España? ¿Un Messi en Barcelona? ¿Ser un indígena sin recursos en Lima? ¿Ser un cholo propietario de decenas de depas en Jesús María? ¿Ser un venezolano pobre y mestizo en Trujillo? ¿Ser un venezolano, blanco, estudiado, en Miraflores? No. No es igual. La relativización de los motivadores de discriminación existen.

Es un viejo adagio político el materializar los miedos. Azuzar la idea de que hay un enemigo anterior, interior y exterior que nos convoca a unirnos. El hombre como lobo del hombre. El eterno estado de guerra de todos contra todos. Nos corresponde enfrentar ¡Por la patria! ¡Por la familia! ¡Por el pasado! ¡Por la lealtad a nuestros aborígenes! Se activa el cerebro reptil, bajamos al mínimo nuestra racionalidad; emocionalidad pura combinada con un espíritu incólume de supervivencia. Somos 100% adrenalina. ¿Y la paz, armonía y progreso que nos hemos ganado como nunca en los últimos 100 años? Quedará como el tesoro a custodiar por el hombre fuerte capaz de contener las amenazas siempre, convenientemente, latentes. ¡Despertad al Leviatán! ¿A qué costo? ¿Libertad? ¿Igualdad? ¿Solidaridad? 1, 2, 3.

Bauman nos relata que las encuestas en Hungría señalaban que «Detrás de la migración masiva hay ciertas fuerzas impulsoras externas no identificadas» dejando ver entonces un plan secreto, de fuerzas más allá. Como si del fuego los hombres y mujeres no buscaran alejarse naturalmente, sin que medie palabra. La migración, como fenómeno que suma a cientos o miles de personas, responde más a la reacción humana repetida por humanidad que por política concertada. Los sirios no deciden invadir Europa, los ucranianos tampoco. Los venezolanos igual. Estos tres casos son reacciones humanas, colectivizadas frente al conflicto. Pero podría resultar cómodo tener un “comodín” libre de costo en términos de votos. ¿Estamos seguros?

La migración sur sur, no es nueva. Por el contrario, que Venezuela recibiera millones de suramericanos por décadas no es un tema muy distinto al Perú de principios del siglo XX o el Estados Unidos de postguerra o si me voy antes, la llegada de los sabios de Bizancio a la Florencia del Renacimiento… o la llegada de los Toltecas a la peninsula Maya para el renacimento Tolteco-Maya, si queremos deseuropeizarnos un rato.  Y no lo señalo como un tema de “deuda histórica” sino de “lazos históricos” que no es lo mismo. La migración constituye nuestra historia humana.  Entre 160,000 y 300,000 según fuentes diversas, dicen que era la comunidad peruana en Venezuela. Hoy +150mil se encuentran en Perú bajo la categoría de “peruanos retornados”, peruanos e hijos de peruanos. Doble nacionalidad.  A ellos se suman, +60mil niños y niñas, peruanos y peruanas, nacidos de padre, madre o ambos, extranjeros. Son peruanos de primera generación. ¿Qué tan distintos? Poco, muy poco. Más es un matiz a la diversidad del propio Perú que una alteración cultural de fondo.

Pero regresemos al punto de los “otros” como tales. La categoría extranjero. Y cómo la idea de “otredad” de no-pertenece-a-aquí, de “cuerpo extraño”… tensa la relación entre la comunidad migrante y la de acogida o receptora.  Los “extraños que tocan a tu puerta” son concebidos como elementos distorsionadores de la relación y “armonía” social.  ¿Existe tal cosa como la sociedad perfectamente armónica? No. La tensión continua es parte de la dinámica social y justamente ha sido el “pacto” de la generación de medios de desfogue y mediación lo que nos ha permitido la construcción de un cuerpo tendente a la armonía. Sin embargo, ese “corpus político” que pacta la relación y sus términos encuentra fascinante determinar enemigos comunes como forma de cohesión última. Frente a estructuras anquilosadas, el espíritu de supervivencia frente a “un mal mayor” resulta hechizante para erigir líderes fuertes, para otorgar poderes extraordinarios al Soberano. Vieja fórmula de monarcas, emperadores y caudillos.  Como resultado, el “otro”, ahora “enemigo” resulta menos que humano, no puede ser objeto de simpatías, misericordias o solidaridad. Por el contrario, es necesario aumentar sus dotes maléficas, es necesario privarle de su humanidad.

Es por ello que «La política de la securitización ayuda a sofocar por adelantado nuestros remordimientos de conciencia (los nuestros, los de los circunstantes) por el sufrimiento de los blancos humanos de dicha política; provoca la adiaforización de la cuestión de los migrantes, es decir, que hace que tanto ellos como lo que se les hace se abstraiga de toda evaluación moral». En consecuencia, ¿Por qué debe importarnos la suerte del virus que amenaza nuestro pacto? La invitación es a erradicarlo, porque-no-es-igual-a-mi. Nada muy distinto a lo que ocurre con la ultrapolarización en los procesos de deconstrucción «nacional» o «estatal» donde se relega a categoría de amenaza mortal a un grupo o sector de la población.

Aclaro que esto no implica que no existan categorías amenazantes en el mundo trasnacional, donde el crimen organizado, el paramilitarismo, la trasnacionalización del narcotráfico, el tráfico de armas o la trata, sean realidades que amenazan la seguridad nacional o regional. Hablo de que la confusión generada por intereses grupales o partidarios muchas veces desdibujan la necesaria comprensión de los fenómenos y comportamientos humanos complejos, entorpeciendo, por los fines menos probos, el manejo de la seguridad.

En este punto ud. se preguntará ¿Entonces qué hacer? Bauman invita a aumentar los grados de solidaridad, Rifkin a retomar la empatía humana. Podemos decir que concebir que los “extraños” no lo son, sería el primer paso. Comprender que en el siglo XXI tenemos la suficiente globalización e historia compartida como Occidente, como latinoamericanos, además de los medios tecnológicos, la trazabilidad financiera, los mercados formales para lograr la inclusión real de las personas como personas, incluso, para hacer frente a las amenazas del mundo contemporáneo, que por supuesto existen y que deben manejarse con claridad.

Somos un gran nosotros, por los valores compartidos: democracia, igualdad, derechos humanos, el valor de la innovación y del trabajo; la libertad y el libre desarrollo de la personalidad… nuestras pequeñas otredades no son más que el color de un paisaje que nos constituye como civilización. Una que merece ser protegida por quienes la constituyen.

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LA IMPORTANCIA DE DECIRLE STOP A LOS VERDUGOS DIGITALES

Por @nancyarellanos

La siguiente es una reflexión a partir de comentarios a una publicación de llamado a bloquear a las cuentas que promuevan la violencia en redes sociales.

Usuario Agresor en Redes, Odiador Viral o Verdugo Digital;

Publicación hecha desde la cuenta de @Veneactiva en Instagram el 18/02/2021 a raíz de los llamados xenófobos (contra venezolanos y también contra peruanos) de varias cuentas en redes sociales.

La verdad no importa tu usuario, porque podrías ser un usuario local, extranjero, un bot o simplemente un periodista frustrado que ha encontrado en las redes la mejor forma de “florecer” sin pasar los filtros de una estructura institucional. Con tal, la redes son “libres”. Ahí está el primer error interpretativo. Y como no importa el nombre, el pecador sino el pecado, vamos a analizar “los argumentos”.

Primero, pretender que es un derecho «promover la violencia y generar agresión desde el teclado» es un craso error de conciencia social.  Muchos de nosotros creemos que eso es antiético e irresponsable. Segundo: Respecto a la “libertad” sepa ud. que ésta es bidireccional: se ejerce y es ejercida por otros. Tercero: es un tema de llamado a la responsabilidad con los talentos que se tienen.

El Verdugo Digital, tras la máscara.

Nuestra responsabilidad como ciudadanos, como personas, y más los que estamos ejerciendo alguna suerte de influencia en los medios digitales, es promover y educar para una integración armónica y pacífica, a la sostenibilidad y desarrollo. Sobre todo en un continente tan diverso como América Latina o un país como Perú.  Aludimos a la libertad responsable de las cuentas de RRSS a informar o difundir con veracidad (al menos eso espera la audiencia que les siguen). Así que continuamos; en su caso, ya que decidió sentirse aludido por nuestro llamado de bloqueo a «quienes promuevan violencia o generen agresión desde sus teclados», veamos: empecemos por la propia constitución a la que cita, por cierto, erróneamente; y a la difusión de información que debe hacerse con conciencia si busca ser un Formador de Opinión.  Si por el contrario, desea ser una cuenta que promueva la violencia o agresión, creo que más temprano que tarde habrá consecuencias legales. Pero, y también es válido, si simplemente desea tener una suerte de “microblog” de opinión personal con énfasis en todo lo que genere viralización y alarma, es ya su deseo y ejercicio de libertad y le deseamos suerte; pero no pensaríamos que es útil con la responsabilidad respecto a la comunidad peruano-venezolana dada las consecuencias; e igual le pediríamos considerar los riesgos. 

De nuestro lado, hablamos de empoderar (educando en el sano debate de ideas) al usuario de redes sociales para que sepa que tiene el poder de ELEGIR cuál información entra a su intimidad y forma su opinión. Nuestro llamado es a un ACTO LIBRE, del usuario.

Aquí nadie tiene el poder, de censurar (salvo los dueños de las plataformas). Ud. da tres veces información errónea: 1) una cuenta personal u de una organización civil no puede censurar el espacio digital, no tiene poder sobre el medio material de difusión; en realidad, recae sobre un acto libre que finalmente el usuario puede o no ejercer. 2) Alega un derecho constitucional también de forma errada (no es el art. 13; sino el numeral 4 del artículo 2. De la CPP) y 3)  Defiende la libertad de incitar al odio y la violencia, que está lejos de ser un derecho. La opinión en efecto es un derecho, y es el que se ejerce.

Esto significa que nosotros no podemos cometer delito alguno al expresar UNA OPINIÓN “sobre la responsabilidad de terceros en redes que motivan la comisión de delitos contra la integridad física o psicológica de las personas por nacionalidad”. (De nuestra gente y de las comunidades peruanas donde hoy viven). En este sentido, le aclaro a detalle su error en materia constitucional, porque como le dije antes, nuestra misión sí es formativa: supongo que se refiere al numeral 4 del artículo 2do, respecto a derechos fundamentales. (Ya que el 13 es sobre Educación, no creo que estés refiriéndote a la libertad de enseñanza ¿no?). Empecemos esa lectura constitucional por el inicio:

Artículo 1°.- La defensa de la PERSONA HUMANA y el respeto de su DIGNIDAD son el fin supremo de la sociedad y del Estado.

Lo que se lee transversalmente con el tema de Derechos Fundamentales (art. 2) “derecho a la integridad moral, psíquica y física”, “igualdad”, “no discriminación y del numeral 3, del artículo 2 sobre LIBERTAD DE CONCIENCIA. “(…) No hay delito de opinión. El ejercicio público de todas las confesiones es libre, siempre que no ofenda la moral ni altere el orden público.”  Respecto a LIBERTAD DE EXPRESIÓN (numeral 4 del mismo artículo 2  —que creo que es al que te refieres finalmente—)

“Art.2,  Numeral 4. (Toda persona tiene derecho…) A las libertades de información, opinión, expresión y difusión del pensamiento mediante la palabra oral o escrita o la imagen, por cualquier medio de comunicación social, sin previa autorización ni censura ni impedimento algunos, BAJO LAS RESPONSABILIDADES DE LA LEY. Los delitos cometidos por medio del libro, la prensa y demás medios de comunicación social se tipifican en el Código Penal y se juzgan en el fuero común. Es delito toda acción que suspende o clausura algún órgano de expresión o le impide circular libremente. (Cosa que no puede hacer ninguna organización civil con un post o campaña).  Los derechos de informar y opinar comprenden los de fundar medios de comunicación.” 

Entonces estimado, como las constituciones no son cajas de bombones para seleccionar sólo el que nos gusta o sirve, se leen transversalmente y se equilibran los principios entre sí.  Adicionalmente, según la Ley 28278 (Ley de Radio y Televisión) hablamos de un principio fundamental: “La libertad de información veraz e imparcial” que si cruzamos con los derechos fundamentales (art 1 y 2) el respeto a la dignidad, integridad psicológica etc… no discriminación… tiene sentido que haya un reclamo hacia cuentas que promuevan la xenofobia y agresión (de venezolanos a peruanos o de peruanos a venezolanos) y motivemos a que la gente deje de escuchar a esas cuentas….

Fíjate que artículo 13 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos plantea la doble dimensión de la libertad de expresión y pensamiento: individual y social. La primera garantiza que se pueda utilizar cualquier medio para la difusión de pensamiento u opinión y la transmisión del mismo. Mientras que la dimensión social implica que toda persona tiene el derecho de recibir dicha información. Y se admite, no la censura, sino la RESPONSABILIDAD, de quien abuse de la prerrogativa. 

La Libertad (porque sólo el Estado es quien puede “censurar” al impedir circulación, cortar señal en el espacio radioeléctrico o ejercer coerción) es ejercida también desde esta tribuna, y es fundamental para ejercer ese 4to Poder que es la información y prensa (ya las RRSS ampliaron el fuero) es importante no hacernos artífices del amarillismo de este lado o del otro lado: todos estamos en el mismo espacio.


Entonces, Sr. Verdugo Digital, le pido de corazón que no arme un juego de inflar tensiones sociales, sino contribuir a soluciones reales, porque hay una responsabilidad con las personas que siguen las cuentas… y más aún, estamos ante una comunidad golpeada por la pandemia, por la política y por la violación de DDHH. Piense un poco en qué imagen causa en una persona que recién entrara en su cuenta y solo ve los vídeos de crimen, amenazas, frases de odio hacia una u otra nacionalidad.  Eso solo traería la desgracia para los más vulnerables, para quienes verían peligrar sus trabajos, techos y en el peor de los casos: su vida.

El llamado en realidad, no era con ud, y no sé si se siente ofendido porque ¿siente que estaba llamando a la violencia? Creo que si se siente tan implicado debería revisar sus políticas internas de publicación o su código de ética porque ud. solito está asumiendo las alarmas. Quizás es momento de reflexión.  ¡Por cuentas que informen y contribuyan a un mejor Perú!

Atentamente,

Una Integradora Digital

@nancyarellanos

Update! (porque la verdad siempre llega) – Sobre los hechos recientes en Perú. Cortesía de Cuarto Poder, transmitido por América Televisión, el 21/02/2021.

Especial transmitido por la televisión abierta peruana, muestra que la campaña de tensión entre nacionalidades ha sido en gran parte una fabricación.

El retorno necesario

Por @nancyarellano 

 
Entonces los muertos podrán volver, pues todas las barreras entre muertos y vivos están rotas (…) y volverán, (…) como entonces está en preparación una nueva Creación, les es dado esperar un retorno a la vida, duradero y concreto. 

Mircea Eliade «El mito del eterno retorno»

Hoy más que nunca, hay que retornar a la política y entender su papel
igualador. En Venezuela, estamos en medio del discurrir de una guerra:
asimétrica, multidimensional, interdependiente, con y sin cuartel, y donde ellos borran todas las reglas; donde las facciones se multiplican y los cobardes pactan, y es imperativo asirnos de lo más concreto, los principios que validan y legitiman a los liderazgos dentro de la República. Lo que hace del Estado ser Estado. Estos principios no son etéreos, no hay nada que inventar, todo está escrito en el derecho internacional y en las constituciones. No es una aspiración, es el resultado de más de 500 años de realidad política. De un siglo XX que escribió con sangre la importancia de las instituciones y la democracia en Europa. Y Venezuela es un país donde hoy se escribe la versión contemporánea de aquél terrible sistema.


El retorno a estos principios es, como punto de partida, paradójicamente, lo
que nos une en democracia. La Venezuela democrática se volvió una suerte de Ítaca y algunos marineros sucumbieron al canto de las sirenas. Sin embargo, hay suficientes cuerdas para amarrarnos al mástil quienes tenemos a Ítaca presente.  Retornar no es un acto involuntario y no es una decisión ligera. Volver implica, un viaje y tener a dónde volver.  El retorno impone el compromiso de llenar los espacios vacíos y ejercer en función de lo que se busca recuperar como Estado: proteger al ciudadano. La validez del Estado está en su capacidad para proteger, ese es el pacto mínimo.

La Venezuela democrática es una Penélope que espera pacientemente
tejiendo la más preciada prenda: el tiempo.  No implica eso que no haya dolor, impaciencia, molestia, tristeza… porque la hay. Pero es constitutivo de la mínima noción de Estado que garantice la seguridad de sus ciudadanos. Tanto como es constitutivo de la Venezuela republicana la búsqueda de igualdad. Parece una obviedad; pero en la práctica, no lo es. 

La Venezuela de aspiración democrática es una Venezuela igualitaria, inconforme, consciente de los recursos que posee y cuya mentalidad colectiva exige y demanda, igualdad. El mayor error de quienes han pretendido destruir la democracia es no entender que la esencia de nuestra historia republicana radica en que «todos somos iguales ante la ley» a que «todos los votos valen igual» a que «todos tienen derechos» y que nuestra tolerancia a las «élites» es minúscula como colectivo. Tan minúscula que hasta en la construcción de élites hemos buscado la igualdad; no creemos en élites predestinadas o de legados.

 
Y es detrás de esa igualdad que reposa nuestra noción de libertad y de propiedad. «Todos tenemos el mismo derecho a ser libres» «Todos tenemos derecho a ser y a tener».  Y ese es el talón de Aquiles que tendrán las pretensiones comunistoides y las ultraliberales.

Venezuela es igualitariamente libertaria y propietaria. Y es capaz de tolerar un ratico a la élite siempre que la élite no amenace a la igualdad como aspiración; el derecho a ser igualmente libres e igualmente propietarios. Si cualquier grupo que detente el poder para sostenerse, requiriese aumentar
contrastes y negar la igualdad, está condenado a fracasar. 

El éxito de Bolívar – y su fracaso- radicó allí. Los conflictos del s.XIX estuvieron ahí. El éxito del Gomecismo como sistema – y su fracaso- estuvo allí. Él éxito de la Revolución de Octubre y del trienio, estuvo allí y la condena del perejimenzmo estuvo ahí. El éxito de la democracia bipartidista – y su fracaso – se entiende allí; el éxito del chavismo – y su fracaso- está allí. No podemos a estas alturas permanecer en el ciclo, eterno retorno, sobre el punto. 

Bandera cubana ondeando ante las milicias venezolanas

Espero podamos romper la inercia y creo que el punto de inflexión está en algo: La memoria. Para todo viaje es necesario definir el destino y acordar la ruta. Ese es el primer paso. Hoy quienes ocupan la dirección, los múltiples líderes de las fuerzas democráticas, deben entender que el pacto es por defender esos principios que arrancan, en su ejercicio, con elecciones auténticamente libres para todos y en condiciones de imparcialidad del árbitro. Cualquier tolerancia puede terminar sepultando a los tolerantes.

Millennials y el reto de la interpretación creativa

Ya hay bastantes autores que señalan que la «creación», como invención absoluta, es cosa del ayer. Ya nada es creación o descubrimiento, así como Colón no descubrió América, sino que se tropezó con ella. La creación es cuestión de ego. La realidad es que todo es interpretación. Los Millennials sabemos esto, y lo asumimos con honradez intelectual. Para los religiosos el único creador es Dios. Para los agnósticos es una interrogante. Para los ateos la naturaleza -y sus fenómenos- ha creado todo, sin embargo aún seguimos sin explicarnos cuál es la causa primera. Pero, sinceramente, eso no nos preocupa realmente, porque el tema no es de pasado, sino de futuro. ¿Somos aún capaces de «interpretar» creativamente? A esto repondo que sí, en efecto. Y la urgencia de ello es que sólo la interpretación creativa permitirá la supervivencia del sistema.

millennials

Pero cómo podríamos sistematizar esta tarea, cómo podemos darle un sentido desde las diferentes profesiones, cómo viabilizar el entramado actual de intereses y trasnacionalismo económico, social e intelectual? A todas estas preguntas puede responderse se la misma manera.

Primero que nada hay que comprender dos factores que operan como base: la política y la economía. Dos hermanas gemelas que se disputan quién nació primero, yo particularmente creo que la pregunta es necia, al final sea el huevo o la gallina, ambas existen, coexisten y se requieren para continuar su ciclo vital y reproductivo. Hoy día yo añadiría una tercera hermana: la tecnología. Y con ella en mente, el poder y razón esencial de la concientización de la generación Y en su papel decisivo, tanto en la política como en la economía. Estamos en la era de la información y es por ello que los Millennials tienen la antorcha para hacer del sistema viable y sustentable. Vemos cómo influyen hombres y mujeres de Silicon Valley en la opinión general sobre asuntos no relacionados, por ejemplo la solidaridad con el terremoto en Chile, el matrimonio igualitario o la investigación sobre células madres. La información y el poder económico abrazan al poder político, pero no es menos cierto que los cambios en la Casa Blanca o un Papa latinoamericano, influyen en las percepciones y confianza en un país -o varios-

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Estamos ante la generación más abiertamente «opiniática» pero no siempre la mejor -en términos de calidad- informada. Estamos en la era de la información, y no por ello estamos mejor preparados para emitir opiniones. Internet es una bendición, pero también un espacio anárquico. ¿Estoy hablando de censura? Jamás. Hablo del desarrollo de criterio, y éste viene de la mano de la formación. La urgencia es formarnos cada vez con mejores y mayores estándares; y exigir bases a todo lo banalmente argumentado.

Creo que el reto actual pasa por la interpretación creativa, por el foco y el estímulo a pensar creativamente. Pasa por aprender a medir con la vara correcta el peso de las palabras, de las afirmaciones, de las argumentaciones e inclinarnos a comprender la multipolaridad de todos los problemas. El tema político, el tema social y el tema económico. Recuerdo un profesor del colegio que nos decía que un científico que no sepa nada de humanidades es un ignorante y un humanista que no sepa de ciencias es un estúpido. Nadie alega con esto que tengamos que ser especialistas en todo, muy por el contrario se trata de tener la capacidad de discernir y sopesar correctamente las materias de especialidad, nuestra y de los demás. Para valorar, para comprender y para delegar o rechazar la improvisación que tanto daño hace a la sociedad, para dejar de subvalorar al otro o de pretender que podemos engañarlos. O pregunten a Volkswagen en estos días…

Si es cierto que somos una generación más consciente esperemos que tengamos además una conciencia creativa… para resolver los problemas que la lógica de masa que los boomers han dejado.

Herramientas de análisis político: Tres textos-vitamina para el diálogo. #DemocraciaCrítica

Dejo cuatro textos que, en mi opinión, constituyen un compendio importante de discursos a tomar en cuenta para el debate democrático.  En un próximo post, empezaré por el paper de González Ricoy sobre Democracia Competitiva, para comprender su punto de vista desde el axioma del egoísmo y el conflicto de intereses en el poder.  Luego en Ferrajoli tenemos la perspectiva de los Derechos Fundamentales, y una crítica a Ferrajoli, hecha desde el conflicto entre los Derechos Fundamentales de Ferrajoli elaborada por Giorgio Pino.  Por último un ensayo que me parece interesante sobre el conflicto, la tensión, entre el constitucionalismo y el «deseo» de las mayorías en la democracia.

En Venezuela, todos estos temas tienen una vigencia impresionante. Creo que el debate sobre estos puntos ha quedado por debajo de la mesa.  Obviamente, el ciudadano común, difícilmente quiera caer en esta discusión, pero, con los altos grados de «politización» que se respira en el aire, sería interesante que algunos participaran de este debate con algunas herramientas de pensamiento político que permitan elevar el discurso más allá del debate estéril de la efervescencia politiquera.

Debatir, discutir, dialogar, es un proceso democrático que exige mucho de nosotros. Exige un papel crítico sustentado. No debe tomarse a la ligera; ésa, al menos, es mi opinión.

 

Textos fundamentales del «chavismo» como propuesta; a debatir democráticamente.

Durante estos días, estaré publicando los textos fundamentales de las propuestas políticas más importantes en el espectro político venezolano.

Mi idea es contribuir activamente en el Diálogo por la Paz; creo que para ello, tenemos que ver y entender a cada uno de los voceros que se aproximan, y haber estudiado sus propuestas y premisas.

Dejo, para empezar, los textos más resaltantes de la Biblioteca Chavista:

Programa-Patria-2013-2019

Libro-Azul-Web

LINEAS-ESTRATEGICAS-PSUV1

Libro-Rojo

Leyes del Poder Popular

Hagan click en el link para descargar.

Espero podamos iniciar algún debate democrático y fructífero!

Moscú invierte los papeles en Kiev por Thierry Meyssan

La situación no es sencilla y la ignorancia sobre los acontecimientos de ese país hacen difícil asumir posiciones firmes.  Comprender la realidad post-colonialismo soviético nunca será sencillo de digerir desde Occidente; no obstante creo que Meyssan hace un balance, no excento de conjeturas y opiniones, sobre la situación de Crimea.

Dejo aquí sus observaciones.

______________
Mientras los dirigentes de la OTAN se regocijan por el golpe de Estado en Kiev, presentado a la opinión pública de Occidente como una nueva revolución, en el terreno se invierte la situación. Después de desplazar a un gobierno de delincuentes que buscaban el mejor postor entre Washington y Moscú, ahora son los agentes de Estados Unidos quienes se ven obligados –ya en el ejercicio del poder– a enfrentar los disturbios que anteriormente organizaron. El problema es que el país está arruinado y nadie, sea quien sea, podrá sacarlo rápidamente de la bancarrota. Y ahora Rusia puede defender sus intereses sin tener por ello que asumir las consecuencias de los 20 años de corrupción que antecedieron la nueva situación.
RED VOLTAIRE | DAMASCO | 2 DE MARZO DE 2014 

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Durante los Juegos de Sochi, Rusia no reaccionó ante los acontecimientos ucranianos [1]. Mientras se producían los graves desórdenes registrados en Kiev y en otras capitales de provincias ucranianas, la prensa rusa siguió dedicando sus titulares a las hazañas de sus deportistas. El Kremlin consideraba, en efecto, que en cualquier momento los enemigos de Rusia podían tratar aún de convertir la fiesta deportiva en un baño de sangre.

Tal y como estaba previsto, para el momento de la clausura de los Juegos, el poder ya había cambiado de manos en Kiev. Ampliamente desinformada, la opinión pública occidental tuvo la impresión de que se había producido una revolución proeuropea.

Sin embargo, la divulgación de una conversación telefónica entre la secretaria de Estado adjunta, Victoria Nuland, y el embajador de Estados Unidos en Kiev, Geoffrey R. Pyatt, no deja lugar a dudas sobre la existencia del complot estadounidense [2]. A golpe de imágenes falsas, un gobierno de corruptos [3] fue presentado a la opinión como una banda de torturadores rusófilos [4]. Como en todas las demás «revoluciones de colores», misteriosos francotiradores posicionados en los techos dispararon contra la multitud y también contra la policía, y se responsabilizó al gobierno con esos hechos.

En medio de la confusión, la opinión pública occidental tuvo la impresión de que «el pueblo» se había apoderado de los palacios nacionales. La realidad es que, mientras los activistas –en su mayoría nazis– se batían en la plaza Maidan bajo los lentes de las cámaras de televisión, en otros lugares de la ciudad eran los politiqueros quienes penetraban discretamente en los palacios nacionales. Por ese lado, los europeos pueden dormir tranquilos: no fueron los nazis quienes se instalaron en el poder.

Los nazis ucranianos nada tienen que ver con la extrema derecha que se conoce en Europa occidental, por lo general abiertamente sionista (con excepción del Frente Nacional francés). Durante la guerra fría, los nazis ucranianos fueron incorporados a las redes stay-behind de la OTAN para sabotear la economía soviética. Posteriormente, Polonia [5] y Lituania se encargaron de arroparlos. Durante los pasados 3 meses de manifestaciones se les unieron islamistas tártaros especialmente traídos de regreso desde Siria, donde estaban en plena yihad [6]. Habitantes históricos de Crimea, a los que Stalin decidió dispersar por haberse unido a los nazis durante la Segunda Guerra Mundial, los tártaros viven hoy principalmente en Ucrania y Turquía. En la plaza Maidan demostraron la pericia adquirida en Siria: mutilando policías y sacándoles los ojos [7].

La revolución de la plaza Maidan sirve para enmascarar un golpe de Estado extremadamente clásico [8]. En presencia de «diplomáticos» estadounidenses, la Rada [parlamento ucraniano] violó la Constitución abrogándola sin referéndum. Destituyó, sin debate ni proceso, al presidente en ejercicio y puso los poderes legislativos y ejecutivos en manos del ex jefe de los servicios secretos, Alexander Turchinov.

Este nuevo dictador designó como primer ministro a Arseni Yatseniuk, lo cual coincide –¡Oh casualidad!– con los cálculos expresados desde mucho antes –en la conversación telefónica anteriormente mencionada– por la secretaria de Estado adjunta Victoria Nuland. El nuevo primer ministro conformó un gabinete que fue presentado a los manifestantes en la plaza Maidan. Estos últimos, ahora mucho más numerosos y en una proporción en la que los nazis ya vienen siendo sólo una tercera parte, abuchearon a varios de miembros del nuevo gabinete porque son judíos.

En Crimea, donde está basada la flota rusa del Mar Negro y la mayoría de la población es rusa, el parlamento regional, también presa de una «inspiración revolucionaria», derrocó el gobierno local (fiel a Kiev) y nombró uno nuevo (pro-ruso). Simultáneamente, hombres uniformados, pero sin bandera ni insignias, tomaron el control de los edificios oficiales y del aeropuerto, impidiendo así la posible llegada de fuerzas enviadas por el nuevo gobierno de Kiev.

En Kiev, la Rada denunciaba un acto de injerencia rusa y llamaba a que se respete el Memorándum de Budapest. En 1994, Estados Unidos, el Reino Unido y Rusia firmaron un acuerdo sobre el congelamiento de las fronteras de Ucrania a cambio de su renuncia al arma nuclear [9]. Para Moscú, sin embargo, ese acuerdo perdió toda vigencia desde que fue violado por Washington y Londres en el momento de la «revolución naranja» de 2004 [10] y, con más razón aún, con el golpe de Estado de la semana pasada.

¿Qué va a pasar ahora? El 25 de mayo tendrá lugar la elección del Parlamento Europeo y Kiev organiza una elección presidencial mientras que Crimea realizará un referéndum de autodeterminación. Cuando Crimea sea independiente podrá optar por reintegrarse a la Federación Rusa, de la que formó parte hasta 1954.

Por su parte, la Unión Europea tendrá que ver cómo se las arregla para responder a las esperanzas que tanto se esforzó por suscitar en Ucrania, y tendrá por lo tanto que pagar –no se sabe con qué fondos– al menos una parte de los 35 000 millones de deuda ucraniana. Por su parte, los nazis de la plaza Maidan no regresarán a la clandestinidad sino que van a exigir formar parte del gobierno.

Pero la historia no parará ahí porque todavía quedarán por resolver, para el Kremlin, los problemas de la parte oriental de Ucrania –con una numerosa población rusa y una importante industria de defensa– y también de Transnitria (la antigua Besarabia, que sirvió en el pasado de centro de investigación para la cohetería soviética). Este pequeño país, de población rusa, que no aparece en los mapas porque no es miembro de la ONU–, proclamó su independencia en el momento de la disolución de la URSS pero aún está considerado como parte de Moldavia. Resistió valientemente a la guerra que contra él desataron en 1992 Moldavia, la fuerza aérea rumana y los consejeros de la OTAN [11]. Logró conservar el modelo social soviético, adoptando a la vez instituciones democráticas, y hoy en día una «fuerza de paz» rusa garantiza su seguridad [12]. Como mínimo, una veintena de kilómetros cuadrados de territorio ucraniano podrían sublevarse y unirse a Transnitria, ofreciéndole así una salida al Mar Negro, pero Ucrania se vería entonces separada de su apéndice occidental. En el mejor de los casos, para unir territorialmente la península de Crimea con el territorio de Transnitria habría que tomar varios cientos de kilómetros de costa, incluyendo la ciudad de Odesa.

Por lo tanto, continuarán los desórdenes en Ucrania. Con la diferencia de que Estados Unidos y la Unión Europea se verán ahora en la situación del «cazador cazado» y será su turno de enfrentar el caos. Además de la pesada carga financiera, ¿cómo van a arreglárselas para controlar a sus victoriosos aliados nazis y yihadistas? La demostración de fuerza orquestada por Washington se halla ahora a punto de convertirse en un fiasco [13].

Fuente
Al-Watan (Siria)

[2] «Conversación entre la secretaria de Estado adjunta y el embajador de Estados Unidos en Ucrania», Oriental Review/Red Voltaire, 8 de febrero de 2014.

[3] «L’Ukraine brade son secteur énergétique aux Occidentaux», por Ivan Lizan, ОднакоRed Voltaire, 2 de marzo de 2013.

[4] «Imágenes falsas en Ucrania», Red Voltaire, 6 de febrero de 2014.

[5] «Polonia, nueva cabeza de playa en el plan desestabilizador de la OTAN», por Andrew Korybko, Oriental ReviewRed Voltaire, 28 de febrero de 2014.

[6] «Yihadistas dan servicio de seguridad a los manifestantes de Kiev»,Red Voltaire, 4 de diciembre de 2013.

[7] «Евротвари выкололи глаз и отрубили руку пленному бойцу»,YouTube, 21 de febrero de 2014.

[8] «Golpe de Estado proestadounidense en Ucrania», Red Voltaire, 24 de febrero de 2014.

[9] “Memorandum on Security Assurances in connection with Ukraine’s accession to the Treaty on the Non-Proliferation of Nuclear Weapons”,Voltaire Network, 5 de diciembre de 1994.

[10] «Moscú y Washington se enfrentan en Ucrania», por Emilia Nazarenko; «Ucrania: la calle contra el pueblo», Red Voltaire, 24 y 29 de noviembre de 2004.

[11] «En 1992, Estados Unidos trató de aplastar militarmente la Transnistria», por Thierry Meyssan, Red Voltaire, 17 de abril de 2010.

[12] «Tiraspol, base avancée de l’armée russe?», por Arthur Lepic,Réseau Voltaire, 15 de agosto de 2007.

[13] «¿Puede Washington derrocar tres gobiernos a la vez?», por Thierry Meyssan, Al-Watan (Siria), Red Voltaire, 23 de febrero de 2014.

El carnaval bajtiniano en la democracia de Venezuela por @nancyarellano

Carnaval Solana


 

El único crimen consiste en ser superficial.

Todo lo que se comprende está bien-.

La reiteración de esta frase irrita, pero es reveladora.

Jean Cocteau

Agarro de mi biblioteca libros de venezolanos, latinoamericanos, europeos y americanos.  Hojeándolos, para ver si rememoro alguna fórmula estudiada, sólo logro recaer en la invariable aseveración: la realidad no tiene teoría, pero la teoría sigue brindando claves para entender a la realidad.  Las ciencias sociales son un fenómeno a posteriori, por ello, hurgar en mis libros, no dará respuestas precisas sólo indicios para entablar un diálogo.  Por tanto, sigue siendo la única forma racional de deconstruir y construir la realidad; porque, espero, me permita hallar indicios de cuáles serán las preguntas correctas en una conversación con el que me lea.

Digan lo que digan, no puedo sentirme a gusto con la realidad actual de mi país, o de varios países en estos momentos, tampoco puedo conformarme con las escuetas y dudosas aseveraciones que salen por los medios tradicionales o informáticos.  Unos están atravesados en las calles, otros celebrando carnavales.  Yo, y supongo unos cuantos más en el medio, intento trabajar, leer, pensar y escribir.  ¿Somos todos parte del mismo carnaval?

Pretendo escribir esto sin sobresaltos guiados por el twitterror o, pretendiendo, que no soy parte del carnaval bajtiniano, ése que se vive, no se “especta”.  Aquí haré un inciso, por lo interesante de la teoría de Mijail Bajtin (1895-1975) sobre “lo carnavalesco” y porque, guiada por Bajtín, puedo aserverar que estamos ante la celebración más auténtica de lo carnavalesco en Venezuela.  Me explico:

En su ensayo Carnaval y Literatura, el ruso Bajtín asevera que lo carnavalesco está omnipresente en los grandes clásicos y que su significado ha venido banalizándose luego del renacimiento, pasando de “una forma de espectáculo sincrético de carácter ritual” a “mascarada o, aún peor, bohemia vulgar”.  Mi lectura de estos días atiende al concepto, retomado por Bajtín, del carnaval.

Su punto de partida, desde el análisis de las civilizaciones griega y romana, es que lo carnavalesco ha estado presente de forma arquetípica en la literatura, y en la vida por tanto, para significar la libertad; al colocar todos los universos de la vida humana en un mismo nivel de discurso, al eliminar barreras sociales, morales, y todo límite a la interacción de elementos.  Lo ejemplifica con los famosos Diálogos de Platón: la simbología típica del diálogo abierto en plaza, arena propia de lo carnavalesco y popular, de contrastes burlescos (para la época) como mujer-sabia, la supresión de la distancia entre la aristocracia- pueblo, la disminución del personaje (Sócrates) haciéndolo familiar, aproximarlo al interlocutor (escucha-lector), humanizarlo; la ironía socrática, dice, «es una risa carnavalesca reducida».  Caso similar de carnavalización es el Nuevo Testamento de la Biblia; donde “Jesús dialoga”, trayendo elementos carnavalescos: Dios-hombre, eterno-mortal, pobre-rico, todos en un mismo lugar como excusa para un mensaje sin los límites cotidianos del orden “normal”.  Así, lo carnavalesco se constituye en una suerte de manipea frontal en el elemento dialógico y muestra el carácter universalizante de la carnavalización como profusión discursiva de elementos conjugados a un mismo nivel: liberador.  Se trata de la suspensión temporal de la coerción cotidiana.

¿Y por qué a un mismo nivel?  Primero debe entenderse que “Todos sus participantes son activos, todos comunican en el acto carnavalesco”.  Y cuando dudo, si formo parte o no del carnaval venezolano, Bajtín me responde: “No se mira el carnaval y, para ser más exactos, habría que decir que ni siquiera se lo representa sino que se lo vive”.  Así que solamente con advertirme en presencia de él, formo parte.  ¿Pero por qué decir que estamos ante lo carnavalesco?  Porque, desde mi punto de vista, lo carnavalesco es propio de la democracia latinoamericana, más aún en un orden subvertido y con la presencia de medios diversos para interactuar (redes sociales, teléfonos celulares, prensa, tv y radio); donde se han roto todos los esquemas tradicionales de orden social preestablecido.  La democracia venezolana ha venido mostrando características que la carnavalizan, regreso a Bajtín, quien señala que “se comienza por invertir el orden jerárquico y todas las formas de miedo que éste entraña: veneración, piedad, etiqueta, es decir todo lo que está dictado por la desigualdad social o cualquier otra (…) quedan abolidas también todas las distancias entre los hombres, para reemplazarlas por una actitud carnavalesca especial: un contacto libre y familiar”.  Si algo hay que reconocer del gobierno venezolano post 1999, es que eliminó todo orden jerárquico, acercando a ese contacto “libre y familiar” propio de lo carnavalesco.  Y admitiendo, por tanto, que todos los elementos discursivos tomen voz en la arena pública.

¿En qué se traduce eso? Toma la palabra Bajtín, “es una especia de vida al revés, un monde à l’envers” porque, así como en la profusa simbología de lo carnavalesco, la mutiplicidad de interlocutores en democracia popular traen mensajes disímiles y de contraste.  Y con ello “el pathos de la decadencia y el reemplazo, de la muerte y el renacimiento.  El carnaval es la fiesta del tiempo destructor y regenerador” porque el carnaval es una suerte de revolución del orden establecido.  A diferencia de los tiempos político-sociales, el carnaval,  tiene un término, un fin.  Por ello el viejo rito carnavalesco de la coronación del bufón, tiene ya la destitución.  “La entronización contiene ya la idea de la destronización futura: es ambivalente desde el comienzo”  Básicamente porque el carnaval nace y muere, así toda la significación de sus símbolos.  Y para hacer honor a sus contrastes “Se entroniza lo contrario a un verdadero rey, se entroniza a un esclavo o un bufón, y ese hecho esclarece en cierta forma el mundo al revés carnavalesco”.  Así  “todos contienen en perspectiva la negación y su contrario” y trae consigo los mensajes más legítimos.  Prueba de ello, lo carnavalesco en Don Quijote de la Mancha; donde el noble que combate molinos de viento trae consigo un mensaje contundente, la razón es Sancho. “El carnaval festeja el cambio, su proceso mismo, y no lo que sufre el cambio” por ello los molinos son excusas, Dulcinea o Sancho.  Porque su mensaje es el proceso mismo, el viaje hacia Ítaca de Odiseo, no así el destino. “Es por así decirlo no substancial sino funcional” como dice Bajtín.  Aquí la democracia ha de ser el viaje.

“El carnaval no conoce la negación ni la afirmación absolutas” tampoco la democracia, que no es una meta sino un camino de dispares que crean el espacio, la arena de convivencia.  “Si la ambivalencia carnavalesca se borra en las imágenes desentronizantes, aquellas degeneran en una simple denuncia negativa, de carácter moral o socio-político, que se desarrolla sobre un solo plano y pierde todo valor artístico”  Esto, es lo que ocurre en el carnaval venezolano cuyo escenario debe garantizarse como popular y amplio.  Y hay que recordar que  la imagen no es ambivalente; el poder es obtenido por elección popular, más allá de la presidencia, en una multiplicidad de cargos; y sus ocupantes profesan virtudes distintas y símbolos constrastantes.  En la actualidad no hay proceso de in-desentronización carnavalesca (sólo viene a mi memoria el 2002, con Carmona, sí como ejemplo del proceso carnavalizante de la política nacional).

Así que no podemos permitir que la crítica al gobierno nos sitúe en “La Oposición” (como brazo actor de la Derecha, proimperialista), pero tampoco que el estar de acuerdo con las políticas del gobierno nos vuelva “oficialistas acérrimos y comunistoides”; porque ni toda crítica nos hace opositores, ni todo aplauso nos muta en progobierno.  La crítica es el único ejercicio viable para el ser pensante que se encuentre fuera del campo de acción de la política en poder.  En un sistema democrático, la libertad supone eso, el ejercicio de nuestras aficiones y aptitudes; definitivamente las mías no versan sobre la evasión o la guarimba.  De aquí que mis palabras estén escritas para darle espejo no a los opositores radicales, tampoco a los chavistas a ultranza, sino a muchos venezolanos trabajadores que creo sienten que algo falta en nuestro país más allá del rojo rojito, o del azul azulito, aunque conteniéndolos.  El carnaval también nos representa, en la manipea obra que se desarrolla en nuestras calles y debates.

Más allá de la visión del chavismo, o de la oposición, creo que en ambos extremos, cuando son extremos, hay falacias, hay errores.  Tampoco considero que tengo la verdad, si pudiese argüir alguna característica, es la humildad con la que asumo el no tener todas las respuestas, no sabría decir cuáles.  Eso es lo que más me perturba de sendos bandos, en manos de sus voceros más furibundos; unos alegan poder resolver los problemas con el socialismo; aún sin delimitar, más allá de algunas vagas directrices compiladas en el Libro Azul de Chávez, qué significa exactamente este modelo que no ha logrado poner coto a desmanes de pequeños grupos con intereses egoístas que, sin plegarse a un pacto social desarrollista y nacionalista, han desangrado la finanzas estatales sin contribuir a la productivización de la nación.  Otros, alegan poder resolver esto con las fórmulas más trilladas del neoliberalismo contemporáneo, recetas manidas y que se han mostrado inviables para una realidad rentista como la venezolana; donde hay tanto en qué invertir socialmente para lograr la movilidad social, donde hay tantos que merecen la igualdad de oportunidades en igualdad de condiciones.  Sería un absurdo pretender volver sobre las fórmulas de los 70´s o de los 90’s.  Hay que asumir la contemporaneidad de la situación venezolana.

Vuelvo con la manía de los libros… Sartori afirma que “la civilización occidental es una civilización superior (…) siempre y cuando delimitemos esa tesis a la “buena ciudad” (civilidad) y a los valores ético-políticos que la sustancian.  Indicando, no obstante, cómo pueden confirmarse las preferencias de valor”  Menciono a Sartori porque él refiere esto a la preferibilidad de la democracia.  Y carnavalesca como es, en el sentido bajtiniano, la creo preferible por la abundancia de sus argumentos y presupuestos, porque su arena sigue siendo la calle donde un Sócrates buscaba ser partero de la verdad.  Creo que ambos bandos formalmente están de acuerdo en ello.  Luego, es comprensible que, cuando hablamos de civilidad, hablamos de la “vida libre en ciudad” la visión del ciudadano, aquél que está sometido a la autoridad de las normas, no de individuo alguno.  El primer caso es ciudadano, el segundo es súbdito.  También hay acuerdo en ello en ambos bandos, se supone que la preeminencia del cumplimiento cabal, íntegro, de nuestra carta magna no está en discusión: una apuesta al “Estado democrático, social de Derecho y de Justicia que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico y de su actuación, la vida, la libertad, la justicia, la igualdad, la solidaridad, la democracia, la responsabilidad social y en general, la preeminencia de los derechos humanos, la ética y el pluralismo político”. (Art. 2 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela).

Finalmente, que el carnaval sirva para comunicar, se ha entronado al caos, ahora restituyamos el orden y sigamos el camino democrático.

Les invito a seguirme en twitter @nancyarellano

Añado: Un artículo interesante, y de donde tomé la imagen de carnaval: http://sociologiadisidente.blogspot.com/2011/02/carnaval-inversion-y-subversion-y-ii.html

Una cultura para la paz por @nancyarellano

Un texto de 2007.

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La cultura para la paz viene a representar un aspecto determinante para la vida en sociedad; en tanto que significa excluir a la violencia entendiendo que era es un medio pre político –tal y como afirma Mires, F (2002)-. En este sentido, puede entenderse que la paz viene sustentada en la auténtica calidad democrática la cual se basa a su vez en el enfrentar problemas sin recurrir a medios violentos –en consonancia con Mires nuevamente- de comprender que el despliegue de medios políticos es característica de calidad democrática.

Ahora bien, ¿cómo hacer para que los individuos internalicen la paz con sistema de vida o cómo hacer que la democracia se halle impresa en sus almas ciudadanas? Allí es donde la educación cumple un rol fundamental; en tanto que forma a lo ciudadanos y les dota de una cultura política (c.p) donde se engranen coherentemente los valores supeditados al concepto de democracia y donde se entienda que la sociedad civil es la que hace éticamente a la ley –Mires nuevamente- y no la ley a la sociedad. La Ley (con mayúscula) ha de ser descriptiva, no prescriptiva.  De esto se emana que una real c.p. democrática entiende el por qué se superpone a a los Derechos Humanos por encima de los mandatos constitucionales; patentándolos como éticamente aprehendidos por la sociedad mundial; lo cual implica que el respeto a la vida y a las libertades (civiles, políticas, económicas, culturales y ecológicas) son imperativos no cuestionables por ninguna sociedad –incluso bajo “la excusa” del derecho de autodeterminación de los pueblos- y como metas primarias de por si ponen de manifiesto una cultura para la paz.

Mas no se trata simplemente de una nueva pirámide –ampliada- de Kelsen, sino de que la formación de los individuos es el único camino para que comprendan el auténtico significado de estos marcos ampliados de convivencia y valoricen por ejemplo el rol del DD.HH y del DIH para los conflictos armados (C. Ginebra y sus Protocolo adicionales). El debate sobre la paz no puede limitarse únicamente a los Estados sino que debe integrar a la sociedad civil pues es ella la que legitima el ejercicio del primero y la que brinda los índices de gobernabilidad ligados a la estabilidad del sistema.  Un ejemplo interesante es la actuación de los mexicanos ante el conflicto de Chiapas cuando éstos se lanzaron a las calles en un reclamo de alto al fuego; con lo cual lograron influir en la forma en la que el gobierno de Salinas enfrento al EZLN. Allí se develó cómo la cultura para la paz influyó determinantemente en las conciencias de los ciudadanos comunes y se tradujo en reclamo para con el gobierno federal.

Por otra parte está el problema de los niños armados en el medio oriente, donde se evidencia una cultura bélica que trae consecuencias devastadoras en los indicadores de mortalidad infantil, haciendo ver cómo se castra la libertad de esos niños al privarles del rol real de la infancia en la sociedad y al alienarlos con un sistema que aún no les compete y para el cual están imposibilitados, por facultades racionales, de comprender u apoyar -en el peor de los casos- libremente; esto sin hablar del terrorismo.

Todo esto, por un lado u otro,  está ligado a una pseudocultura política que mira a la violencia como medio lícito y único, y desconoce a la política –diálogo, consenso, debate- como auténtica forma de convivencia. El cambio que se pide es enteramente formacional y requiere un papel fundamental del Estado como figura responsable y protagónica.  ¿Asumirán algún día la tarea responsablemente?

 

Lista de Referencias

 

Mires, F (2002) Retorno a la Nación en La Eficacia del Derecho. España: Ed Trotta

San Miguel, R (2006) Guía para Estudios de Seguridad de la Universidad Metropolitana. S/E

Aveledo, G (2006) Guía de Lecturas de Retos y Amenazas para el desarrollo de América Latina. S/E.

El reto del presidente Chávez y de la Alternativa Democrática por @nancyarellano

“Les invito a ser mejores venezolanos, mejores patriotas, mejores trabajadores, mejores productores, mejores líderes para acelerar la construcción de la Venezuela potencia, la Venezuela grande (…) incluyendo a los sectores de la oposición. Les hago el llamado a los sectores de oposición (…) a dejar de desconocer lo bueno de esta tierra venezolana (…) aportemos lo mejor, con nuestra diferencias, con nuestros conflictos, y contribuyamos con la patria a fortalecerla cada día más” Dijo el presidente en su discurso de victoria.  Presidente Chávez, le tomo la palabra.

El reto que usted tiene desde hoy mismo –por aquello de que su nuevo periodo empieza hoy- es dejarse de sectarismos y comprender que los demócratas que no militamos en el Polo Patriótico queremos a este país tanto como ustedes –y más que muchos pseudorevolucionarios-. Desde esta esquina le tomamos la palabra; porque hay muchos venezolanos que quieren trabajar por el país desde los diferentes partidos, desde los diferentes movimientos, desde causas colectivas que usted no tiene en mente –porque una sola cabeza no puede pensar en todo-; así que usted tiene el reto de realmente ver en nosotros una crítica sana que tiene que tomarse en cuenta; unos brazos que suman desarrollo; y unos ojos dispuestos a denunciar los desvíos de una administración pública gigantesca y con muchos desmanes que no velan por la justicia social.

Con el 54% de los venezolanos no se puede hacer la Venezuela potencia, necesita al 100% de los venezolanos; o, al menos, al 80%. (porque de lado y lado hay gente que definitivamente no quiere al país).

Tenemos que construir una Venezuela 100% venezolana Sr. Presidente; con un antiimperialismo no selectivo; con independencia tecnológica, alimentaria e intelectual y eso, eso no se logra con el 54% de la población. Eso se logra con el 80% del país.  Esa Venezuela potencia y líder que usted dice querer, no puede ser un proyecto dogmático regido por países extranjeros de ningún tipo, ni puede hacerse con medios de comunicación partidizados y disminuidos culturalmente. La Red de Medios Públicos debe «hacer país», no hacer sólo política partidista; debe crear conciencia en el debate sano, en la crítica real, en la creación de matrices de opinión consensuadas con participación de los adversarios políticos –nunca enemigos- del partido dominante en el ejecutivo. Usted tiene el reto de enviar un mensaje claro y continuo a sus partidarios -y sus adversarios- de que hay que respetar a cada venezolano aunque piense distinto; porque un 4% o 6% de mayoría no puede imponerse en la práctica democrática; debe abrirse a escuchar, dialogar, consensuar y, entre todos, hacer.

Contamos con un gran país, grandes recursos y gran talento. Y ese talento debe ser la medida por la que se juzgue al otro, más allá del color de la camisa que cargue o de la actitud servil que –si ud. me pregunta- ha sido culpable de gran parte de los fracasos de planes que –conceptualmente buenos- han sido terribles en la puesta en práctica. Además, los mensajes del proceso revolucionario en términos de democracia, crecimiento económico e independencia también deben ser revisados; porque debe usted mandar un mensaje claro, nítido -insisto- a los sectores que quieren invertir en el país y a quienes quieren trabajar por el país.  La clase política joven, ésa que cobra razón desde 1999, sólo le ha visto a usted dirigir el barco; y muchos tenemos críticas que no pueden ser respondidas simplemente con decirnos que “la Cuarta era peor”. A nosotros la “Cuarta” nos suena a texto académico; no nos enchina la piel ni para bien, ni para mal porque vemos en ella logros y fracasos; con la mirada equilibrada que da la distancia y el tiempo.  Pero sí nos retumba en el corazón el ver las deficiencias –muchas no corregidas- de dos periodos anteriores; sí lo hace el escuchar cómo se nos juzga sin razón por el estatus social al que pertenecemos (como si uno decidiera nacer en la clase media o como si nuestros padres no hubiesen trabajado por nuestro bienestar); se nos juzga por el color de piel, dónde vivimos o la Universidad en la que estudiamos.  El reto Sr. Presidente está en ver justamente en la clase política post 1999 –quienes empezamos a ejercer nuestro derecho al voto después que usted entró en el poder- gente con una perspectiva fresca, con una visión de vanguardia, con ideas innovadoras, con un orgullo nacional real; muchachos –le aclaro- de todas las clases sociales, mujeres y hombres de todos los sectores, comprometidos con un país igualitario y con movilidad social ascendente. Muchos de nosotros Sr. Presidente, somos hijos de la Constitución del 99 y por eso “Lo Social” ni siquiera lo discutimos, la agenda social ES prioridad y base de nuestra república, está consagrada en la Constitución.

Vea entonces el reto que usted tiene de destruir ese aparato discriminante y sectario, en exceso burocrático y nepótico (sin real mérito) que se sustenta muchas veces más en la publicidad que en la profundización de los modelos de desarrollo autosustentable y sostenible.  No vea sólo a los hijos directos de su sistema, porque los que crecimos en el sistema tradicional de educación y formación, también vemos con detalle las carencias de nuestra sociedad, también vemos deficiencias en el modelo y también proponemos soluciones por las que estamos dispuestos a trabajar. Tenemos sensibilidad por los antes “invisibles” y creemos en la educación liberadora.  Pero con “calidad” Sr. Presidente. Eso si,  todo esto desde nuestras propias organizaciones y partidos; no por el acto egoísta de partidismo o sectarismo, sino por el acto democrático de pluralismo, tolerancia e inclusión: Unidad en la Diversidad.

Muchos partidarios de la alternativa democrática,  sí hemos visto logros en su gestión, pero también vemos muchos desmanes, violencia, ineficiencia –como la vemos también en las gestiones de muchos de la misma alternativa- pero en todo caso, somos Pueblo, tan Pueblo como el que le apoya a usted militando en el PSUV.

Usted como dirigente del PSUV puede adoctrinar cuanto quiera –está en su derecho- pero como Presidente debe abrir las puertas a quienes, por otra vía, creemos en un proyecto país que responde a la visión de nuestra Constitución: que es La Soberana en este juego democrático.

Finalmente, nosotros desde la Alternativa Democrática, tenemos la responsabilidad de ser el “ojo visor”  de la gestión de los gobiernos de turno a todo nivel, y ustedes –que son Pueblo tanto como nosotros- de serlo en los niveles de gobierno que las diferentes organizaciones de la Alternativa Democrática ocupe.  Ahí está el balance.

Venezuela es el destino; una Venezuela libre y 100% nacional respetuosa a la Constitución: por, para , con y desde El Pueblo.