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Maduro y las FFAA USURPADAS comenten delito de EXTERMINIO en #Venezuela

por @nancyarellano

El legítimo presidente de Venezuela, Juan Guaidó, señaló hace varios días a AFP que «Esto tiene responsables y que lo sepa el régimen. Eso es delito de lesa humanidad, señores de la Fuerza Armada (…) Hemos colocado el dilema claramente, estamos dándole una orden: permitan el ingreso de la ayuda humanitaria[1]«.

Es crimen de lesa humanidad —o contra la humanidad— según el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional todo aquel acto tipificado como asesinato, exterminio, esclavitud, deportación o traslado forzoso de población, encarcelación u otra privación grave de la libertad física en violación de normas fundamentales del derecho internacional, tortura, violación, esclavitud sexual, prostitución forzada, embarazo forzado, esterilización forzada u otros abusos sexuales de gravedad comparable, persecución de un grupo o colectividad con identidad propia fundada en motivos políticos, raciales, nacionales, étnicos, culturales, religiosos, de género, u otros motivos reconocidos en el mundo como inaceptables con arreglo al derecho internacional, la desaparición forzada de personas, el crimen de apartheid u otro acto inhumano de carácter similar que cause grandes sufrimientos intencionales o atenten de gravedad contra la integridad física o la salud mental cuando se cometa como parte de un ataque generalizado o sistemático contra una población civil y con conocimiento de dicho ataque.  Y así lo señala el Estatuto de Roma en su Artículo VII.

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El estatuto de Roma es claro al respecto: « Exterminio: imposición intencional de condiciones de vida, entre otras la privación del acceso a alimentos o medicinas, encaminadas a causar la destrucción de parte de una población.«

Está más que probado por distintas organizaciones internacionales como la Cruz Roja, ACNUR, la encuesta en ENCOVI, el Observatorio Venezolano de la Violencia y declarado por la legítima Asamblea Nacional que hay más de 300,000 venezolanos cuyas vidas penden de un hilo por falta de medicinas, alimentos y atención médica. La ayuda humanitaria es urgente y el concierto nacional e internacional democrático así lo ha admitido.

Si los usurpadores del ejecutivo y de las Fuerzas Armadas Nacionales (como componente del Estado), quienes tienen el monopolio de la fuerza coactiva, armas de la República, bajo órdenes del expresidente Nicolás Maduro o del alto mando militar, impiden, por la vía de la fuerza la cooperación internacional admitida por la legítima Asamblea Nacional y el presidente (e) Juan Guaidó, comenten un crimen de lesa humanidad; específicamente exterminio. 

El artículo 6 del Estatuto del Tribunal Militar Internacional de Nuremberg sentó las bases jurídicas para el enjuiciamiento de individual de personas acusadas, entre otros, por Delitos contra la humanidad como el exterminio, independientemente de que el acto implique o no una violación del derecho interno del país donde se haya cometido; con lo cual «serán responsables de todos los actos realizados por cualesquiera personas en ejecución de tal plan». Hablamos de responsabilidad penal.

¿Intervención Humanitaria?

Hay que entender que la Intervención Humanitaria, según el cap. VII de la Carta de las Naciones Unidas, permiten la adopción de medidas coercitivas contra un Estado, consistente en entender que las violaciones graves de los derechos humanos son aplicables a tales supuestos. En este sentido la Intervención Humanitaria constituye una excepción a tres de los principios más consolidados en el derecho internacional: el de soberanía estatal; el de no intervención en los asuntos internos de otros Estados y el de la prohibición de usar la fuerza armada.

La Carta de las Naciones Unidas consagra ciertamente el Principio de No Intervención; al tiempo que señala en su art. 2.7 que “Ninguna disposición de esta Carta autorizará a las Naciones Unidas a intervenir en los asuntos que son esencialmente de la jurisdicción interna de los Estados …; pero este principio no se opone a la aplicación de las medidas coercitivas prescritas en el Capítulo VII”.  Sin embargo hay que entender que el Capítulo VII dota al Consejo de Seguridad de «la capacidad de adoptar medidas coercitivas, incluido el uso de la fuerza armada, contra un Estado que haya cometido una “amenaza a la paz”, “un quebrantamiento de la paz” o “un acto de agresión”. Con el único fin de “mantener o restablecer la paz y la seguridad”, y conforma entonces parte del denominado “sistema de seguridad colectiva” de la Carta de Naciones Unidas. Sin embargo el derecho de veto de las grandes potencias EE.UU., Reino Unido, Francia, China y Rusia puede limitar el uso de este recurso. En el caso venezolano obviamente Rusia y China.

Es imprescindible que la discusión verse en torno a la discusión que debe darse en el CONSEJO DE SEGURIDAD DE LA ONU, para admitir entonces las acciones coercitivas contra los usurpadores del Estado venezolano, en aras de frenar las violaciones de derechos humanos.

Hay antecedentes: El Consejo de Seguridad admitió ya esta figura en Somalia (1991), la antigua Yugoslavia (1992) y Ruanda (1994).

¿Otras opciones?

Respecto a la Intervención Humanitaria Unilateral o Coordinada por Estados, Multilateral pero sin concierto del órgano competente de la ONU; se considera legal, por parte de algunos autores, como último recurso para salvar los derechos humanos cuando el Consejo no lo hace. Uno de los antecedentes más relevantes se dio en abril de 1999, en Washington, cuando la OTAN admitió su Nuevo Concepto Estratégico. En ese documento se pasa a una revisión directa de los objetivos, métodos y ámbito de actuación de la OTAN frente a los retos del siglo XXI. La OTAN entonces sale del esquema puramente defensivo a abrazar la misión de “defender la seguridad y los valores democráticos dentro y fuera de sus fronteras”.  ¿Qué papel puede cumplir la OTAN?

Aquí es relevante comprender que este nuevo concepto estratégico de la OTAN le admite actuar «sin el permiso expreso del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas», entendiendo que es suficiente con no contradecir la Carta de Naciones Unidas o las resoluciones del Consejo.  La OTAN ha consagrado su propio derecho de intervención humanitaria unilateral, transgrediendo la Carta de Naciones Unidas. La propia intervención militar en Kosovo, representó su materialización.

Es profundamente importante que se satisfagan las siguientes condiciones:

  1. a) existencia de una violación grave de los derechos humanos fundamentales;
  2. b) agotamiento de otros medios diplomáticos y de presión sin que se haya conseguido salvaguardar esos derechos humanos;
  3. c) proporcionalidad entre el uso de la fuerza y los objetivos perseguidos;
  4. d) carácter limitado de la operación en el tiempo y en el espacio;
  5. e) informe inmediato de la intervención al Consejo de Seguridad y, si se da el caso, al organismo regional pertinente.

-.-

[1] Se puede discutir si la cooperación internacional para resolver la emergencia humanitaria puede entenderse como «Ayuda Humanitaria» al no involucrarse la Cruz Roja, ACNUR o las otras agencias. Sin embargo hablamos de impedir el acceso autorizado por la legítima Asamblea Nacional y el presidente (e) Juan Guaidó en el ejercicio de las prerrogativas constitucionales; al usurpar el poder coactivo de las FFAA por un gobierno de facto e ilegítimo en perjuicio de sus nacionales.

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El desgaste del fin del poder

“La política debería ser la profesión a tiempo parcial
de todo ciudadano”. Dwight D. Eisenhower

Los que no saben de política y opinan sobre ella son tan dañinos como los políticos más corruptos. Puede sonar exagerado, pero la corrupción de la opinión pública —por parte de los medios, de los agentes económicos o de la efervescencia de las redes sociales— termina por asestar golpes muy duros a la democracia. Crean desconfianza y alejan al ciudadano, y a la propia clase política, de las soluciones reales a los problemas sistémicos.

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Sin control alguno, por el sentido común ausente, la visión negativa de la clase política y de los ciudadanos de a pie no hace sino sembrar las semillas del rechazo absoluto al sistema. Lo más triste es que todo esto se produce por incomprensión de las herramientas que el propio sistema brinda para corregir sus distorsiones. El mayor fallo en la actual política peruana y latinoamericana es la inoperancia sustantiva del entramado funcional de las instituciones y su divorcio de los demás componentes de la estructura.

La ausencia o ignorancia decidida de los pilares del propio sistema institucional democrático del Perú constituye el centro del problema y a la vez el tema más ignorado. Nos quedamos estancados en los síntomas y olvidamos las causas de la enfermedad. Hablo de la reforma política, que debe empezar por el papel de los partidos políticos como “fábricas” de ciudadanos y de políticos, con todas las sílabas bien puestas.

¿Pero qué poder tienen los partidos actualmente? ¿Qué función cumplen? ¿Tienen un papel real en la democracia peruana? A estas interrogante hay que responder que tienen todo el poder porque el sistema es partidario. Cumplen la función central del sistema porque es partidario. Y no tienen un papel real porque no existen como tales. Una encrucijada difícil, pero urgente de afrontar. El tema es cómo.

El Perú tiene una democracia sostenida por el sistema de partidos políticos, aunque no haya auténticos partidos políticos funcionales. ¿Cómo puede funcionar entonces el sistema sin los protagonistas del sistema?

Un debate serio sobre los partidos pasa necesariamente por revisar los criterios de amalgamación de las agrupaciones (ideario, ideología, doctrina o como quieran llamarlo), la lógica de democracia interna y toma de decisiones (elecciones, postulaciones y liderazgos), los programas de capacitación de militantes y líderes en asuntos de Estado (formación de decisores públicos), la conexión con los grupos de interés a los que se pretende representar (enlace con la ciudadanía y actores sociales para atender la agenda pública y la generación de políticas públicas ), la legitimidad de los representantes (mecanismos de control interno y garantía de participación), la estructura funcional y la vitalidad de esas agrupaciones (adecuación a las dinámicas sociales actuales), la incorporación de simpatizantes (apertura) y, por supuesto, el financiamiento partidario (independencia económica).

Si evaluáramos a “los partidos“ actuales ¿Cuántos creen que podrían responder sanamente a estos criterios? Sin temor a equivocarme, creo que todos tienen debilidades en cuatro o más criterios de los señalados. Lo que obviamente ocasiona la debilidad de todo el sistema político porque, como he venido señalando, la democracia peruana es un sistema sustentado en los partidos políticos.

Los principios —como separación, balance e independencia de poderes, y todos los temas que han estado en boca de los líderes de opinión estos días— no son más que la expresión sustantiva de las acciones que se emprenden dentro de la discrecionalidad que los partidos deberían inculcar en sus militantes y decisores. Y es que, al final, lo realmente valioso para una democracia es la forma en que los hombres y mujeres de la sociedad se forman para la vida colectiva: su cultura política. Porque la política debería ocuparnos a todos; parcialmente, pero en serio.

 

¡Momento de “renovación” política! Por @nancyarellano

Toledo buscado, Humala y PPK imputados y ahora Keiko Fujimori en detención preventiva por diez días. Los resultados electorales de las regionales dejan ver una volatilidad que es muestra de la ausencia de liderazgos orgánicos y perfiles reputacionalmente probos.
Pasó el momento electoral y ya la mayoría de los advenedizos de la política vuelven a sus estuches por, al menos, 2 años; hasta que decidan probar ser “Congresistas”, senadores o parlamentarios (según quede en la reforma establecido y si se gana la refrenda popular) por ahí en el 2020. Y bueno, algunos que creen que la presidencia de la republica es un trofeo de torneo relámpago en los procesos electorales.   El hecho es que la cancha está nuevamente libre para hacer auténtica  política. El problema es quiénes se atreven tan siquiera a intentarlo.
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¿Cuántos pensarán a sus distritos? ¿Cuántos recorrerán Lima ávidos de plantear soluciones? ¿Cuántos partidos firmarán pactos para el desarrollo de políticas públicas, abrirán las puertas de sus locales y brindarán asesoría legal, médica y hasta programa “de belleza” a mujeres? ¿Cuántos responderán el face y el twitter a cada comentario que le haga un ciudadano?  Pocos. Probablemente, muy pocos, de los más de 35.000 candidatos que se pasearon dando golpes de pecho de ser: la mejor opción.
Insisto la cancha estará libre; habrán 450 a lo sumo, dispersos entre 10 o 15 partidos nacionales y unos cuántos movimientos regionales y locales quienes deseen y busquen realmente “hacer política” con todas sus letras.  Esto en medio de lideres presos e imputados y la alta desconfianza en todo aquel que quiera hacerse llamar político. Porque pocos apuestan a serlo realmente.
¿Por qué cuesta tanto hacer política? Y no hablo de dinero, hablo de la inclinación a capitalizar espacio y cuotas de poder efectivo entre grupos sociales para representar intereses, demandas, inquietudes y canalizarlas a través de las estructuras formales del Estado en la búsqueda de su atención. Logrando así la adhesión política de base, la real, la que forma candidatos naturales, funcionarios con visión y políticas públicas coherentes.
Por lo pronto Fuerza Popular, Peruanos por el Kambio y hasta el APRA tienen serios retos de renovación y recambios en sus liderazgos.
¿Quién se atreverá a dar el primer paso?

¿Tu candidato conquista por una noche?

Toda gran campaña política reescribe las reglas;

idear una nueva forma de ganar

es lo que le da a las campañas

una ventaja comparativa contra sus adversarios.

Norman Podhoretz

 

En el artículo anterior: ¿Economía electoral?  comenté sobre las premisas necesarias para diseñar una campaña política. Las cuales puedo resumir en una frase: «Conoce a tu electorado, pero conócelo bien. Porque esto es un tema de conquista».

Esto significa conocer el MEN (Mínimo Electoral Necesario) de cada elección que básicamente resulta de la lectura del escenario o «mapeo electoral» (¿cuántos votos hay disponibles o son susceptibles de conquista? ¿Cuántos votos comprometidos con los otros candidatos hay? ¿Qué motivaciones hay detrás de ese «compromiso»? ¿Cuáles son las cuotas máximas y mínimas? ¿Cuánto es el voto volátil?).

En un escenario de alta fragmentación política, y demasiados candidatos (entre 15 y 25) no gana el que logra la mitad más uno; sino el MEN (al menos en primera vuelta, cuando aplica).  Con ello, el costo más efectivo de inversión en campaña resulta de lograr visualizar la cantidad necesaria (cuantitativa) de votos a conquistar y cruzarlo con los segmentos/audiencias (cualitativa) con las cuales mi perfil de liderazgo puede conectar.

¿Para quiénes soy «creíble», «verosímil» y «posible»? Se trata de capitalizar el poder necesario para incidir en la política como coyuntura (escenario temporal) y entrar en la política como estructura (andamiaje político-administrativo), para dominar la política como resultados (políticas públicas); en una clara, evidente conquista de poder (capacidad de persuasión para que los grupos adopten una conducta deseada por el liderazgo).

Ahora bien, ¿cómo determinar la relevancia de las acciones de campaña para ese electorado que hemos aprendido a conocer? y ¿cuáles son los perfiles necesarios en el comando de campaña que entregue ese mensaje? Hay dos claras claves: el equipo estratégico-creativo y el equipo del Comando de Campaña.

El primero es transversal, opera con incidencia a lo largo y ancho de los canales de campaña (es el cerebro de la operación política).  El Equipo mínimo: Jefe/Gerente de Campaña (que luego dirige las acciones del Comando), Comité Político, Asesor/Consultor Político y el Candidato.

El segundo es indispensablemente operativo (los pies, brazos y rostro de la campaña). El equipo mínimo ocupa: Agenda, Logística & Movilización, Finanzas & Recaudación, Legal & Personería, Comunicaciones: Imagen, Prensa & Redes. La dimensión de estas áreas dependerá del tamaño de la campaña (y de los recursos económicos).

El candidato es el corazón. La muestra de vida, ritmo y centro simbólico de emociones de la campaña. El centro emotivo, real de la campaña, es la historia que resulta de la conexión perfecta entre cerebro, cuerpo y corazón.

La campaña: el momento de conquista.

La campaña política es un momento de renovación del pacto socio-político. Es el «momentum» de acto de fe, donde se renuevan votos de confianza en el sistema democrático, donde actores políticos y sociales deberían «darse el sí». (Cuando las campañas pierden de vista esto, encontramos «lunas de miel» que acaban rápidamente y con ello, entramos en el divorcio. (Todos saben de lo que hablamos).

Entonces, entendiendo esto, la campaña ha de ser el proceso de conquista, enamoramiento y conocimiento. (Si queremos un matrimonio que no resulte en fracaso o un noviazgo fugaz o «amores de una noche»: elige bien a «tu cónyuge»/ candidato/ elector). Las acciones de campaña hoy día, deben ser organizadas desde tres canales: Campaña de Tierra, Aire y Cielo porque la interacción de esta «parejita electoral» pasa por una historia de seducción/enamoramiento en diversos espacios. Eso sí, comprendiendo que «el medio es parte del mensaje»; porque en campaña, en política «Todo comunica».

La Campaña de Tierra «La cita» obedece a la lógica de comunicación corta y media distancia. El líder se comunica con el grupo de forma horizontal. (Ojo con los fanáticos de los podios y tarimas alejadas). Si es comunicación corta distancia, es corta distancia. Si vamos a distancia media, por ejemplo el «mitin», crear distancias insalvables probablemente separe al líder de la audiencia. Sobre todo comprendiendo que no se está en un mitin partidario, es un mitin electoral. No se trata de estructura partidaria, se trata del libre acto de entregar(se) voluntariamente el voto a una opción física (candidato) y no de seguir una línea disciplinaria de partido. En el acto de enamoramiento es la cita. ¿Te sentarías en un trono alejado para cortejar? ¿No verdad? Te sientas en la mesa y más bien acercas la silla. Lo mismo en la campaña, sea un puerta a puerta, caminata, reunión gremial. Escuchas a tu conquista y buscas conectar con él (ella), con todos tus encantos (o lo que piensas que son).  El equipo central de Tierra en Comando de Campaña es: Jefe de Logística & Movilización.

La Campaña de Aire: «La carta» Las acciones de Aire, que contemplan los medios de comunicación tradicionales como la radio, la televisión, el panel publicitario, la prensa… se trata de comunicación «larga distancia». Puedes dar un mensaje o unos pocos mensajes a la vez; respondes a un escenario (tiempo político) específico, estás limitado porque no puedes controlar diversos factores (ni cuándo llegará el correo, ni cuándo tu pretendido(a) lo abrirá, ni qué piensa al leerlo u oírlo). Las palabras deben ser las precisas, las frases claras. Y casi siempre hay algún ruido de por medio; no sabes si abrirá el correo solo(a), si alguien opinará sobre el tema. Por ello es que el Media Training ayuda al candidato a pulir su mensaje de larga distancia. Se establecen claves del discurso que permitan tener un rango de actuación que mitigue los riesgos de «mal entendidos». El equipo central de Aire en Comando de Campaña es: Jefe de Comunicaciones: Imagen & Prensa.

La Campaña de Cielo: «La llamada» ¡Ah la tecnología! La comunicación que acorta distancias. ¿Qué sustituye la tecnología? En una relación de pareja, diríamos que se acerca más a la cita que a la carta. ¿Por qué? porque hay interacción en este sentido la lógica de la campaña de cielo es «corta y media distancia». No es una sustitución (más barata) de los medios de comunicación tradicionales. Por el contrario, es una forma eficiente extender «la cita», logrando superar las distancias físicas. En este sentido no son cuentas con las que interactúas, son votantes.

Tu presencia 24/7 en internet, y muy especialmente en redes sociales, es una campaña de tierra virtual. Por ello es fundamental que sepas segmentar tanto como lo harías en Tierra, y que respondas a quien te habla de la forma en la que esperas ser percibido. Una estrategia digital microsegmenta audiencias (prepara el sitio de la cita, se viste para la ocasión) y establece una «llamada» con espacios para escuchar (Bidireccionalidad). Busca conquistar. ¿No llamarías a tu pretendido y lo abrumarías solo con tu voz y tus temas? No. ¿No dejarías que tu sobrinito decida qué vas a decirle? No. Tampoco en la campaña. El equipo central de Cielo en Comando de Campaña es Comunicaciones: Redes Sociales (Community Manager & Record Manager).

Pero por el momento, veo muchos candidatos «gileándose» electores.

¿Economía electoral? o de las Campañas políticas y estrategias para conquistar votos

Las campañas cuestan mucho cuando se pierden. En estos momentos por todo el Perú están empezando las campañas electorales. Los candidatos arman sus publicidades: foto, nombre del candidato, logo del partido, cargo y eslogan. Montan locales de campaña, comités de base, hacen polos, gorros y regalan souvenirs. Es un viaje alucinante por las fórmulas manidas, aplicadas en un escenario de alta desconfianza y decepción.

¿Funcionan estas viejas fórmulas? Para hacer publicidad sí, pero no para propiciar la agitación que legitime. ¿El lado positivo? Las empresas dedicadas a la creación de adminículos electorales, las de paneles, las de medios y las imprentas empiezan a mover ese aspecto de las campañas: la economía electoral. Interesante para dinamizar indicadores, triste para quienes invierten en hacer una campaña política perdedora.

Las herramientas publicitarias tienen el efecto necesario de dar a conocer, pero no necesariamente logran crear la relevancia que posiciona. Tampoco logra el escenario propicio para crear la «noción de grupo» (el nosotros) que permite el proceso de agitación (inconformidad con el status quo o establishment) de paso al liderazgo que encarna el candidato con sus propuestas (la propaganda) y que busca incidir en «la forma de pensar» del electorado.

El proceso de agitación, propaganda y publicidad es retroalimentativo.Todos se apoyan en lo mediático (lo publicitario), lo que cambia es el contenido. Es decir, la publicidad se alimenta de la agitación y la propaganda.

¿Pero cómo selecciono o perfilo la agitación? He aquí el mayor de los fallos de la mayoría de las campañas: se saltan el primer paso, la investigación. Frente a un electorado cada vez más complejo en sus relaciones, más expuesto a la publicidad comercial, a la farándula y a las redes sociales, en medio de la apatía hacia los asuntos políticos, el reto es lograr un proceso de agitación segmentado pero contundente.

No podemos hablar todo el tiempo de la misma forma, comunicar el mismo nivel de profundidad. Tampoco podemos apelar a los mismos estímulos. El electorado ya no es una masa uniforme que responde mayoritariamente igual, sino conglomerados que requieren de estrategias atomizadas para causar mayor intensidad en las respuestas grupales, que se suman a un eje central o promesa base (mensaje paraguas).

Esto solo se puede lograr por dos vías. a) Teniendo partidos políticos fuertes, orgánicos y neuronales, que mantengan relaciones continuas y profundas con la sociedad por grupos de interés o b) Con investigación cualitativa por grupos de interés sobre los temas/liderazgos que atraen, los que condicionan y los que podrían importar. También con la investigación cuantitativa que valida la relevancia temática, la efectividad de mensaje y el posicionamiento de nuestro candidato. Como sabemos, no hay partidos o movimientos fuertes que sirvan de puente a la sociedad actual. Pero una buena campaña, de seguro, permite empoderarlos.

La construcción de relaciones desde un punto muerto debe hacerse de forma organizada, sistemática y verosímil. El reto entonces es lograr no solo saber lo que se necesita saber, sino además articular una campaña coherente que luego brinde una base de acción (gobernabilidad).

Es necesario empezar por el candidato. Trabajar el perfil de liderazgo del candidato con herramientas como el perfil psicopolítico, el media training, la oratoria contemporánea y el perfil de redes sociales (reputación digital) para hacerlo verosímil ante los grupos de interés a los que quiere liderar. Sin candidato no hay campaña.

Una campaña coherente es efectiva. Por ello es organizada, funcional y medible. Las campañas efectivas tienen tres características básicas: 1) Un comando de campaña con perfiles capacitados y tareas claras. 2) Control sobre el costo del voto y el mapeo electoral (relación de gasto de campaña con adhesiones al proyecto político) 3) Una planificación consistente con las dinámicas sociales, el manejo de las amenazas, la coyuntura y el mapeo territorial.

Un candidato coherente y una campaña verosímil, logran la incidencia necesaria para llevar adelante una estrategia de financiamiento. Recordemos que la campaña más barata es la más efectiva.

En el próximo artículo hablaré sobre cómo determinar la relevancia de las acciones de campaña y los perfiles necesarios en el comando.

Los consejos de Napolitan sobre los Asesores Políticos

 Joseph Napolitan escribió una serie de recomendaciones muy útiles para candidatos, partidos políticos y jefes de campaña.

“1. El asesor político no debe ser considerado una amenaza
Es imperativo que los que trabajan con un consultor, en especial el jefe de campaña, sepan que él sólo tiene un propósito en la campaña: ayudar a ganar la elección. Todo el equipo de campaña debe entender que el consultor es un recurso a ser utilizado y no una amenaza a sus aspiraciones.

2. Determine las responsabilidades del asesor con antelación
Como existen diferentes tipos de consultores (generales y especializados), antes de contratarlo, deben quedar claras cuáles serán las responsabilidades del mismo durante la campaña. Si se quiere trabajar sólo en un área específica (ej., producción de la propaganda de TV) o si lo que se requiere es un servicio general.

3. Asegúrese de que usted tiene el asesor político apropiado
Los clientes deben estar seguros que el asesor político que contratan conoce claramente su filosofía política; y aunque no la comparta al 100%, que al menos no se oponga radicalmente a ella.

4. Busque un asesor político lo más pronto posible
Mientras más pronto un consultor se comprometa con una campaña, más valor tendrá para el candidato, el partido, o cualquiera que sea su cliente. Si el asesor comienza cuando las decisiones importantes han sido tomadas, su valor potencial en la campaña será reducido.

5. Asigne a alguien como enlace directo con la campaña
No es bueno que el candidato sirva de enlace entre el asesor y la campaña. Debe existir un director de campaña que tenga acceso directo al candidato y proporcionar este acceso al consultor cuando sea necesario.

6. Decida quién va a saber que usted ha contratado un consultor
Dependiendo del país donde se esté trabajando, resulta delicado que se conozca públicamente que se trabaja con un consultor extranjero, así que lo más recomendable es ser muy discreto para evitar consecuencias negativas para el candidato.

7. Proporcione al asesor político las herramientas que él necesite
Diferentes consultores tienen diferentes requerimientos y las necesidades de un consultor pueden variar de campaña en campaña. El consultor es la persona más importante en la orquestación de todo el equipo de campaña, y como tal, debe ser provisto de todo el material que necesite.

8. Emplee la experiencia de su asesor político
Es cierto que el consultor político tiene más experiencia en campañas que el candidato y su personal y es por esta razón que se debe contratar y utilizar por completo. Sin embargo, hay que tener especial cuidado con el conocimiento que éste tenga sobre la cultura del país, pero nunca rechazar una idea “porque nosotros no lo hacemos así aquí”.

9. Escuche al consultor
Usted no está obligado a seguir el consejo de su consultor, pero debe por lo menos escucharlo. Usted está perdiendo su dinero y el tiempo del consultor si no lo hace.

10. Hable con su asesor antes de tomar una decisión importante
Es muy poco lo que un asesor puede hacer para rectificar una decisión incorrecta, pero muchas veces se puede prevenir a un cliente de tomar una.

11. Dígale a su consultor la verdad
No tiene sentido que usted le dé a su consultor una información incorrecta porque él basará importantes decisiones en esa información y quien saldrá perdiendo será su campaña.

12. Instruya a quienes trabajarán con su consultor para que cooperen con él
Si usted quiere sacarle provecho a su asesor, debe lograr que esté en contacto constante con lo que pasa en la campaña, ya sea directamente o a través de jefe de campaña, de otra forma el consultor no podrá saber qué pasa y por ende no podrá ayudar.

13. Use el tiempo de su asesor completamente
Resulta frustrante para el consultor e improductivo para la campaña que el consultor pierda tiempo para poder reunirse con las personas indicadas ya que eso se traduce en perdida de tiempo y dinero.

14. Organice su horario de visitas con antelación
Debido a las múltiples ocupaciones de los involucrados en una campaña incluyendo al asesor, resulta esencial que se diseñe un calendario de largo alcance para que todos lo involucrados en la misma conozcan los movimientos del consultor con anticipación.

15. Establezca un sistema de comunicación efectivo entre las visitas y úselo
El consultor debe estar siempre localizable para su cliente, por esta razón el director de campaña debe estar al tanto de donde ubicarlo en caso de una crisis.

16. Trate a su asesor como un miembro de su grupo de confianza
Asegúrese de que su consultor, o su representante, tengan acceso a toda la información que necesite y de que se le informe de todos los procesos de decisión cuando esté en el país.

17. Valore sus recursos de una manera realista
No se engañe cuando haga la valoración de los elementos con los que cuenta para realizar la campaña, ya que el consultor conocerá la verdad tarde o temprano.

18. No deje que el orgullo interfiera para ganar la elección
El objetivo de una campaña política es ganar y si usted necesita buscar una compañía de fuera del país para ello, hágalo. No se preocupe si lastima los sentimientos de las compañías de su país, que ponen en riesgo su triunfo.

19. No resalte la presencia del asesor si esto es perjudicial para la campaña
En ocasiones es mejor que el consultor mantenga un perfil bajo, en estos casos no haga mucho ruido cuando el consultor llegue al país.

20. Si usted no entiende un consejo de su consultor, pídale que se lo explique bien
Se supone que los consultores son comunicadores, así que lo menos que deben hacer es comunicar sus propias recomendaciones con eficacia.

21. Asegúrese de que las decisiones que han sido aprobadas se cumplan
Para garantizar esto es importante la presencia del director de campaña que se encargará de que se implementen las decisiones tomadas por el consultor.

22. Confíe en su asesor
Si no puede confiar en su consultor, usted ha contratado a la persona errónea. Si su consultor conoce sus problemas, puede estar preparado cuando éstos emerjan en la campaña.

23. Póngase de acuerdo sobre el calendario de pagos y cumpla con él
Si usted espera que su consultor cumpla con su trabajo, cumpla usted con su parte del acuerdo.

24. No tenga miedo de pedir ayuda
Si tiene un problema, llame a su asesor. No se preocupe si lo molesta, al consultor le gustará más recibir una llamada a medianoche que enterarse más tarde de una catástrofe que hubiera podido evitar.

25. No espere milagros
Ningún consultor tiene un record perfecto. Todo consultor va a ganar y perder algunas campañas. Nadie gana todas las elecciones; los mejores ganan la mayoría, de lo contrario no permanecerían en este negocio por mucho tiempo.

26. Un punto final
Si usted decide contratar un asesor, úselo: su consejo no le hará bien a menos que lo practique.”

El día de la mujer ¿Celebrar o no celebrar?

“Bajo el lema «Ahora es el momento: las activistas rurales y urbanas transforman la vida de las mujeres», la celebración de 2018 se sumará a un movimiento mundial sin precedentes por los derechos, la igualdad y la justicia de las mujeres. El acoso sexual, la violencia y la discriminación contra las mujeres han acaparado los titulares y el discurso público, con una creciente determinación a favor del cambio.”

Organización de las Naciones Unidas

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Quizás algunos recuerden la historia, lo más seguro es que la mayoría piense que el Día de la Mujer es otra fecha más de Saga o de Ripley para vender productos de la sección damas; el hecho es que a lo largo y ancho del orbe el Día Internacional de la Mujer conmemora las luchas de más de un siglo por la igualdad de género desde la perspectiva de los derechos civiles, políticos, económicos y finalmente, humanos.

A algunos el tema del feminismo suele sonarle a exageración. Pero los más de veinticinco siglos de exclusión de la Mujer de la vida política y económica no son precisamente un antojo matutino o una excusa hormonal. A veces es difícil para muchos comprender, o incluso asumir la minusvalía a la que las mujeres, en su mayoría son condenadas por una sociedad machista. El machismo suele estar tan internalizado culturalmente que hasta muchas mujeres tienden a fortalecerlo en la formación de sus hijos, nietos, sobrinos; en sus relaciones laborales o sociales.

El silencio ha sido por excelencia el arma clave de la discriminación. Soportar el golpe, el insulto, la manipulación económica, la exclusión política, la autoexclusión.

Latinoamerica ha sido y es uno de los escenarios más violentos para la mujer. Las cifras dan fe de ello. En los países de América Latina y El Caribe, las tasas de violencia sexual infligida por la pareja fluctúan entre un 5% y 15%. Según el Observatorio de Seguridad Ciudadana de la Organización de Estados Americanos (OEA).

Y yéndonos a lo específico en la región… “Venezuela es uno de los países que muestra cifras más altas de violencia contra la mujer. Se calcula que 40% de las mujeres venezolanas han sido, son o serán víctimas de algún tipo de violencia. Es decir: 4 de cada 10”, explicó Beatriz Borges, directora de la ONG Cepaz. Esto pese a tener un marco normativo que debería haber disminuido los casos al haber tipificado prácticamente todos los tipos de violencia física, psicológica, económica, institucional… Pero el problema esencial es la falta de confianza en el sistema policial y judicial, así como las opciones de albergue para que la mujer pueda salir del ciclo de la violencia.

La OMS, por su parte, señala que «Etiopía, Bangladesh, Perú, Tanzania, Tailandia, Samoa, Namibia, Brasil, Serbia y Montenegro y Japón son los países con los más casos de violencia sexual perpetrada por la pareja en mujeres mayores de 15 años» Listado alarmante para que el Perú pertenezca. Hablamos de que 62% de las mujeres del Perú provincial y 50% del Perú urbano han sido víctimas de violencia por su pareja alguna vez.  47% y 23% respectivamente, víctimas de violencia sexual por su pareja. Y 25% y 17% víctimas de violencia física en los últimos 12 meses. Esto quiere decir que de cada 10 mujeres 2,5 en provincias y 1,7 en las ciudades está siendo atacada anualmente, por su propia pareja. Pero además, 28% de las mujeres embarazadas en provincia son víctimas de agresiones físicas por los padres de sus futuros hijos.

Como mujer, venezolana radicada en Perú ver a los dos países que son de una forma u otra mi hogar en estas listas es indignante. Según el Observatorio de Seguridad Ciudadana de la Organización de Estados Americanos (OEA), en América del Sur los países con mayores casos de violencia sexual son Bolivia, Perú y Brasil, respectivamente. Sabemos que Venezuela adolece de muchas cifras, más porque habiendo sido yo parte del Comité Ejecutivo Seccional de Amnistía Internacional, pude ver de cerca cómo la violencia de género dejaba huella, sin castigo. Hemos visto en Perú cómo las marchas de Ni Una Menos han puesto el tema sobre el tapete, pero aún hay muchísima tela que cortar.

Este 8 de marzo es el momento de reflexionar. No es una celebración. Es un llamado para actuar en post de mejorar las condiciones de vida y las brechas que hacen que un altísimo porcentaje de mujeres estén en minusvalía de hecho y derecho frente a una sociedad que pareciera aún no superar las taras de un orden ya obsoleto por irracional. Hablo de capacitaciones laborales, becas de estudio, oportunidades laborales, legislación que, como la sancionada en diciembre del año pasado en el Perú, establezca bandas salariales que mitiguen la conducta discriminatoria.

Falta mucho para poder celebrar. Eso sí, cada paso cuenta. Lo primero es estar conscientes del reto, del salto, para tomar el impulso necesario.

 

Un cuento político, pero no de los que cuentan esos políticos.

Por: @nancyarellano

 

«Es inútil para las ovejas pasar

 una resolución a favor del vegetarianismo

mientras que los lobos

mantienen una opinión diferente»

William Inge.

 

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La masa ha sido históricamente concebida como rebaño. Los más fuertes protegen al débil o los más virtuosos dirigen a los menos virtuosos. Las ovejas además deben seguir al pastor y el pastor guía la ruta. (Aunque haya algunas ovejas negras por ahí). La política del siglo XXI está en pleno cambio. Aunque haya pastores a los que no les guste, tanto como ovejas que no quieran seguirlos.

Los rebaños multiplican «ovejas negras» que ahora son grises, marrones, beige (e incluso blancas)… con ello, rápidamente el grupo se desintegra y proliferan los pastores sin rebaño que viven de las glorias mesiánicas del pasado. Dan golpes con su bastón y las dos o tres ovejitas que sueñan con ser pastor, le siguen, aunque a veces los golpes de ciego causen una o dos heridas.

Por las noches varias de esas ovejas toman el bastón en sus patitas, mientras el pastor duerme, y se miran y aplauden balando entre ellas. A veces miran al pastor y confabulan derrocarlo, la ovejita más chica vocifera y simula darle golpes en la cabeza mientras éste yace dormido, soñando con centenares de ovejitas que lo seguían antaño.

La oveja más vieja considera la posibilidad de irse con algunas de las fugitivas, pero recuerda la vez que lo intentó y cómo apenas tomó un bastón para arrearlas, lo echaron. — ¡No queremos un nuevo pastor! ¡Queremos ser libres! gritaban al unísono al tiempo que la empujaban fuera del territorio que dominaban, siguiendo las instrucciones de la «oveja negra» líder, que en realidad era blanca.  La oveja vieja regresó con el pastor, simulando que se había perdido. El retorno le costó algunos golpes y mucha resignación porque nunca podría pastorear ovejas — quizás a la pequeña, pensaba.

El pastor por su lado despierta otra vez de mal humor, vociferando que ha sido otro pastor el que le ha robado las ovejas. — Les ha puesto algo en el pasto o en el agua, refunfuña mientras camina en círculos. — no puedo seguir comprando ovejas, porque las engordo y luego ¡cualquiera se la lleva! Así que mantiene flaquitas a sus dos ovejitas conspiradoras que le siguen el trote solo porque sueñan con derrocarlo. Mientras tanto los lobos, derrotados en territorio de fugitivas, miran hambrientos y alucinados, a tres ovejas (una con sombrero y bastón) desde la colina.

Así pasa con muchos partidos políticos. No arrean más que dos ovejitas hambrientas de poder y hartas de ignorancia… ¿Cómo serán los candidatos a las próximas elecciones? ¿Un pastor paranoico a punto de ser comido o el líder de las ovejas negras que ahuyentas lobos?

Continuará…