(Anónimo)
Qué pesada se vuelve la brisa
-sin ti-
Los vientos que regala el mar golpetean
contra una indolente ventana
que hace la noche eterna.
Ahí, en el lugar de tu risa, está el sonido repiqueteando
como el incesante aleteo del recuerdo
ese que me lleva a imaginarte
-aquí-
Vuelvo a levantarme de la cama,
una vez ocupada por dos cuerpos
que perdían noción de identidad
para notar la fría distancia de tu vuelo
para saber que ahora no estás
Retumba el sonido del viento
sobre el vidrio que me protege del mundo
como para advertirme que él te tiene
para recorrerte la noche entera
y más…
Yo solo tengo el ruido
insomnio
y cientos de recuerdos a futuro
que esperan…
No aguardes más…
el ruido de tu silencio
Me ensordece…
y el álbum de la fotos no tomadas
yace en la biblioteca.