Pornopolítica o del exhibicionismo de las apetencias con fines corotales.

SR. XXX

La diferencia más importante entre la explotación del sexo 

y el arte erótico radica en la sensibilidad y talento del artista.
BRADLEY F. SMITH

 

El consumo adictivo de la pornografía tiene esa terrible faceta en la que termina por crear amantes mediocres.  Así, en la política, el electoralismo crea hombres y mujeres mediocres.

La euforia del «electoralismo» apalancado por un escenario de polarización social, hace a Venezuela el escenario perfecto para la incubación y proliferación masiva de oficinas de mercadeo político indiscriminado, dedicadas más a descubrir el ángulo perfecto que despierte las apetencias de público que a comprender lo que realmente necesita nuestro pueblo: contacto, integración y, sobre todo, soluciones.

Recuerdo un episodio de Rayuela. «Lo que mucha gente llama amar consiste en elegir a una mujer y casarse con ella. La eligen, te lo juro, los he visto. Como si se pudiese elegir en el amor, como si no fuera un rayo que te parte los huesos y te deja estaqueado en la mitad del patio. Vos dirás que la eligen porque-la-aman, yo creo que es al verse. A Beatriz no se la elige, a Julieta no se la elige. Vos no elegís la lluvia que te va a calar hasta los huesos cuando salís de un concierto» Así en la política. Eligen un candidato ¡Y lo lanzan! ¡Eligen un líder “ideal” y lo presentan ataviado seductoramente a la masa! ¡Y la masa “elige” al líder!

Y aclaro que tampoco hablo de esa lamentable reducción del proceso de seducción en la política como medio para adherir gente en torno a una voluntad central y única. Hablo de aquella forma que se constituye en una conciencia y que se cristaliza en una vanguardia, cuya masa es abrazada y, dentro de ella, surgen, por la propia dinámica social, nuevos líderes que pasan a tomar el testigo. Un proceso de intercambio de “poder de transformación permanente” pero en la construcción de un “legado memorable” que se consustancia con la realidad de nuestro país. La diferencia entre una y otra concepción es como la televisión blanco y negro frente a la alta definición en 3D, que el país necesitará como visión en un plazo que podría llegar de urgencia, en contraste con la presentada por el mero deseo orgásmico del coroto por el coroto, que pronto se verá borroso como una película ochentosa.

Y es que la política en Venezuela se ha mediocrizado; prácticamente como lo ha hecho el consumismo íntimo en favor de la banalización de la seducción como un proceso única y exclusivamente orgásmico –real o no-. El tema es que de la política obtenemos el efecto «poder-clímax», fugaz e intrascendente, del coto en el poder admitido-filmado-producido por algún “otro”. Y por qué no… hasta fingido en el cénit de algunos partidos políticos que se vuelven el estudio de grabación perfecto para una vulgar película triple XXX de baja monta; donde entre néctares del olvido y carnes sanguinolentas se le dan “platos de comida” a las militancias-eco que repiten mensajes “seductores” y se creen, porque se lo creen, ungidos por la “verdad” divina.  Personajes poco creíbles, con afectos impostados y exaltaciones llenas de clichés… ¿El resultado? El mismo de siempre, una lluvia falsa que no cala en los huesos de nadie, y el país esperando…

¿Hasta cuándo seguiremos con cuerpos ajenos a nuestros deseos fingiendo placer para agradar a una audiencia inexistente?

Lo único que me tranquiliza es que hasta las porno cambian y la fascinación por lo “prohibido” ha venido transformando muchas hipocresías de cama en relaciones fallidas; para dar paso a parejas más sensatas. Así en la política.

Les invito a seguirme en twitter @nancyarellano

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3 comentarios en “Pornopolítica o del exhibicionismo de las apetencias con fines corotales.”

  1. Nancy: Excelente artículo. Pero es una problemática más de la oposición que del gobierno. El oficialismo tiene su meta-mensaje estructurado: yo te doy lo que pueda de la torta petrolera y tú me das poder ilimitado. La oposición en cambio tiene que estructurar un mensaje que no solo tenga elementos mercadotécnicos «porno políticos», sino también un mensaje de propuesta de país. He allí el problema: Ante una población mayoritariamente corrompida por el clientelismo y el «tírame algo», ?como se puede vender un mensaje atractivo sin caer en la «porno política»?. Se necesita un coraje y temple democrático de acero para insistir en un mensaje cristalino con una oposición que también se presenta inmediatista y superficial: «Como Capriles no ganó, estoy decepcionado(a) y ahora no voto en las de gobernadores». Entonces los pobres políticos de oposición les queda estructurar mensajes «porno políticos» tanto para las grandes masas cautivas del pueblo, como a los superficiales clases medias cercanos a la oposición democrática. En el fondo estoy de acuerdo contigo, pero la tarea es más que difícil.

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  2. Excelente escrito. No había considerado esa analogía y sinceramente me resulta fabulosa. Me gustaría saber si usted pudiese plantear una propuesta para contribuir con que los venezolanos reflexionemos y lleguemos a un acuerdo para mejorar nuestro presente y nuestro futuro. Su escrito indudablemente nos orienta hacia allá.

    ¡Felicidades, salud y éxito!

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