* Artículo preparado para la revista venezolana de arte «Artefacto»Sin lugar a dudas el mundo del arte es un espacio amplio donde caben todas las posturas; es inimaginable limitarle, pensar tan sólo en la posibilidad de hacerle “mesurable” porque se arrojaría a un abismo todo origen y fin del arte: ser espacio infinito de expresión y memoria. Pero si pasamos del Mundo del Arte al Mercado del Arte encontraremos variables interesantes, precisas y concisas. Indicadores que nos permiten “radiografiar” cómo se mueve el mercado en términos cuantitativos porque finalmente se trata de transacciones que son realizadas entre personas que están dispuestas a “pagar” un precio por una pieza que suple una “necesidad”.Cuando por primera vez me acerqué al término economía de manos del clásico Samuelson y Nordhaus “El estudio de la manera en que las sociedades utilizan los recursos escasos para producir mercancías valiosas y distribuirlas entre los diferentes individuos» comprendí que la economía toca todos los aspectos de la vida social; y el arte, como una de las facetas más relevantes de la vida social desde la prehistoria, es susceptible del lente económico. Lo requiere para verse en el espejo.La Inversión en Arte trata sobre ser un buen cazador en la compra y un pacienzudo anfitrión en la venta.En esta sección se quiere iniciar una GUIA DE INVERSIÓN EN ARTE pero para ello se cree pertinente comenzar por conocer un poco del MERCADO DEL ARTE.Hay seis elementos clave en este escenario:EL DEALER: Este personaje es siempre aquél que goza del beneficio del bajo costo y la mayor ganancia, si hace uso de una buena “agenda telefónica”. El Dealer o Marchant de Arte tiene una característica particularmente importante en el mercado: MOVILIDAD. El Marchant puede beneficiarse de multimercados locales, tener un trato menos burocrático con los artistas y además fungir de “asesor” a los coleccionistas. La relación entre muchos Art Dealer y los artistas es una relación cercana, terminando por ser una suerte de “manager” en cuanto a la colocación en galerías y salas de exposición. Lo más importante en este personaje es “El Ojo” y la “Capacidad de Negociación”EL GALERISTA: Este personaje es asimilable al papel del Librero Tradicional. Debe ser libertino al probar toda clase de obras, y selectivo al decidir casarse con una pieza para llevarla al “altar” de la sala de exposición. Una vez allí, el Galerista hace de su sala “imago mundis”; mostrando a los comensales de a pie, cuáles pueden ser los placeres que el mundo del arte ofrece al mercado. El gusto, la compresión del arte como medio social y del espacio son los elementos claves de todo buen Galerista (de la mano del curador y museólogo). Pero lo más importante es el papel de “representante” de la galería comprometida que permite al artista mantener “pura” su relación con el Mundo del Arte; el Galerista invierte en el artista para abrirle espacio en la creación de un camino entre “el comensal” y el “crítico” porque hace las veces de “chofer” en la ruta del reconocimiento académico de las ferias y bienales.EL CRÍTICO: Juicio, Conciencia, La Voz. Puede ser el profeta que anuncia la llegada de un nuevo Mesías y el Apocalipsis o el sacerdote que explica el sentido de la imagen. La clave del crítico es poder conjugar el mundo interior y su conexión con el mundo exterior. Es el personaje fronterizo por excelencia entre el Mercado del Arte y El Mundo del Arte. Un buen crítico vive en el abismo, lleno de vértigo en la comprensión del mundo del arte y en la satisfacción de verle reflejado en el mercado. El crítico es la Academia con “a” mayúscula al formar parte de los jueces que legitiman el proceso e intención del arte.EL ARTISTA: El creador, el artista es un elemento prestado del Mundo del Arte al Mercado del Arte. Se inserta en el segundo cuando, de la mano del Art Dealer, El Galerista y El Crítico ha logrado que la Divina Tríada asienta y salga “humo blanco”. Pero siempre hay “Cismas”, naturales en el Mundo del Arte; y no puede olvidarse que la última palabra la tendrá El Mercado. Un artista suele ser exitoso cuando es reflejo de su tiempo, logrando que la masa aspire a sus obras por ser un lenguaje secreto que nos habla de nuestra propia existencia.EL MERCADO: Este personaje es el más excéntrico, venático y errático de todos. No responde a principios estables pero es quien tiene la última palabra. El mercado no es un lugar donde colocar piezas, es el espacio “autocreado” que devora y disfruta el arte. Su apetito se pasea entre los más diversos manjares e incluso, muchas veces, repudia por temporadas alimentos suculentos que luego recupera del fondo de la alacena. Es importante saber diferenciar las “chucherías de moda” que le resultan poco saludables y a las que, con suficiente madurez, siempre renunciará. El mercado no es para “afectarlo” sino más bien para servir de perro guardián del mundo del arte. Ciertamente, la casa que está siendo custodiada es indiferente y superior al guardián, pero no debe serle indiferente el tipo de can que le protege. En este sentido, el mercado del arte está al servicio del mundo del arte. Hay que comprenderlo en ese sentido, brindarle las delicias que le gustan, y no pretender timarlo porque siempre podrá destrozar un zapato nuevo con sus afilados dientes. Si queremos hablar técnicamente es el mismo Mr Market de Graham del que hablamos, como el tio loco que nos puede hacer ganar mucho dinero si somos inteligentes al escuchar sus señales. El sexto elemento es el Consultor en Arte: Somos los raros especímenes nacidos del Mercado y prestados al Mundo del Arte. Aquéllos que buscamos dilucidar el funcionamiento de esta máquina aceitada por siglos y que continúa con movimiento propio. El Consultor en Arte es un engendro de la estadística moderna y la comprensión económica del mundo del arte. Buscamos entender cómo se dan las rupturas y cómo se integra el arte como un bien de valor que ofrece ventajas sustanciales frente a otros tangibles de inversión. Somos los devoradores de información cuantitativa y cualitativa de parte de los otros cinco elementos. A quién servimos: a todos. Porque podemos ser el GPS de los inmigrantes del Mundo del Arte que entran al Mercado del Arte para hallar un lugar donde aparcar.¿Pero qué se debe comprender del Mercado del Arte?Hay cinco aspectos a considerar:La falta de transparencia operacional.La falta de barreras de entrada a los factores que intervienen.La inmesurabilidad transaccional.La no regulación de la oferta.Finalmente la falta de ética en el Mercado del Arte. Hablamos de un mercado que es INDIFERENTE a las reglas extrínsecas: debe serlo.En la próxima edición: Explicaremos al detalle los cinco aspectos del Mercado del Arte, Las Reglas Intrínsecas del Mercado del Arte y Cómo se conjugan Mundo y Mercado para crear una colección que mantenga nuestro patrimonio “a flote” frente a los ciclos económicos.