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La paradoja del “momento”…
Por: Nancy H. Arellano S.
nancyarellano@gmail.com
Toparse con una revista estadounidense de los noventa llamada “RETROFUTURISM” y pasar de ahí a la semana de la moda de Milán de 2008: “Versace: bailarinas del retrofuturismo”. ¿Pero qué es esto de Retrofuturismo? Es algo que tiene más de veinte años autodefiniéndose y que intentaremos dilucidar a lo largo de este artículo.
Empecemos por lo más reciente: El portal de terra.es no vacila en catalogar de retrofuturista a la colección primavera- verano 2009 de Donatella Versace; la cual, según Terra, “navegaba entre un ballet del Lago de los Cisnes y 2001: Odisea en el espacio”. Una visión de lo clásico combinada con una proyección pasada del futuro. (¿Qué ahora es pasado?)
La curiosidad nos hace presa y salta la idea de un Tommaso Marinetti (padre del futurismo) que resucitado volviera a decirnos que “Un carro de carreras con su capó adornado con gruesos tubos parecidos a serpientes de aliento explosivo… un automóvil rugiente, que parece correr sobre la ráfaga, es más bello que la Victoria de Samotracia”; y no sería sorpresa dado que, para 1909, aún el apogeo de las carreras de autos no era el que tenemos hoy día: Mercedes Benz ganó en 1914 su primer Grand Prix y Ferrari aún no había sido fundada.
El auge de la tecnología que a principios del siglo XX inspiró a Marinetti ha sobrepasado todas las fronteras imaginadas… Pero si el futurismo pregonaba ideas como: cantar al peligro, la audacia, la rebelión; exaltar la el movimiento agresivo, el insomnio febril, el salto mortal, el cachetazo y puñetazo… la belleza de la de la velocidad, de la lucha, del asalto violento contra las fuerzas desconocidas… La glorificación de la guerra “única higiene del mundo” ¿Qué es esto del Retrofuturismo? ¿Tiene algo que ver con el Futurismo de Marinetti?
Vamos en la búsqueda de qué nos querían decir con este neologismo. Finalmente y con algún trabajo –más allá de las cinco o seis líneas de Wikipedia-, con un concepto de este “retrofuturismo”:
“Sustantivo masculino. Tendencia a realizar creaciones artísticas basándose en obras que, en el pasado, sobre todo hasta mediados del siglo XX, tuvieron como referente el tiempo futuro. Del inglés retrofuturism (retro-futurism), término creado por el artista estadounidense Lloyd John Dunn hacia 1980.” Tomado de “El misterio de las Palabras” (en http://weblogs.clarin.com/revistaenie-elmisteriodelaspalabras/archives/2008/06/retrofuturismo.html)
Primera impresión: Tranquilidad. No hay relación con el futurismo en su lado más desalmado. Segunda impresión: Fantástico. Pareciera una suerte de retoma del concepto de Surrealismo planteado en 1924 por André Bretón; aquél que rezaba “Sustantivo, masculino, singular. Automatismo psíquico puro, por cuyo medio se intenta expresar verbalmente, escrito o de cualquier modo el funcionamiento real del pensamiento” Tercera impresión (ya reflexión): Es una propuesta que trasciende los límites meramente estéticos pero también los prescriptivos: hay apertura conceptual en la medida en que se rompen las barreras de temporalidad.
¿Pero a qué se refiere este término casi contradictorio de lo retro y el futurismo?
¿Cuál es la propuesta y a qué obedece? Ciertamente el prefijo “retro” nos habla del pasado y el futurismo como movimiento era casi una apología a la modernidad: lo rápido, lo tecnológico, de avanzada –con otras “cosillas” que ya he enumerado. Habría que hablar entonces de “La retoma de la visión futurista del pasado” como el acercamiento más acertado a una breve definición.
¿Y quién es Lloyd John Dunn y por qué acuñó el término?
Lloyd Dunn es un artista estadounidense egresado la escuela de Lingüística de la Universidad de Iowa que luego cursaría estudios en Cine, Fotografía y Medios. Su singularidad como artista reside en que ha trabajado con diferentes medios incluyendo películas, videos, audio, impresos e internet. Se define a sí mismo como un devoto del “xerox art” (Arte Xerox) y no es coincidencia sino que desarrolló un extenso trabajo empleando como única herramienta una fotocopiadora.
Photoestatic Nº1. Nos dice el equipo editor: “es una publicación periódica (esperamos aparezca cada mes) devota al proceso xerográfico como esfuerzo creativo.”
Entre el arte de fotocopiadora, el “mail art”, el llamado arte generativo y los “zines” (abreviatura para magazine que es empleada cuando la publicación es no comercial y casi siempre autopublicada) Dunn contribuye a crear la revista “Photo Static” donde vemos una amplia muestra de su trabajo y de la estética “retrofuturista”. Ésta comenzó como una larga publicación con amplios contenidos visuales que incluiría luego ensayos y crítica; luego se añadirían compilaciones de audio cassettes, series de libros de artistas independientes, y algunas compilaciones de videos.
Tiempo trascurrido aparece la revista Retrofuturism, YAWN, The Bulletin of the Copyright Violation Squad, The Expatriot, PSRF, and currently y The Photostatic Magazine Retrograde Archive. Una composición de los “mass-media” al servicio del arte: el urinario de Duchamp (los Ready-Made) son ahora las “máquinas” y sus productos para Dunn. Música, impresos, video… en juego con ideas contra el orden y al servicio del orden en una propuesta “retro” que busca acercarnos a la visión que de “nosotros” (nuestro tiempo) había en el pasado.
Revista Photo Static fundada en 1983 por Dunn.
DE LA MÚSICA RETROFUTURISTA
Durante los mismos 80’s surge la idea de crear música usando la tecnología de grabado y un solo instrumento musical; la inspiración es lo que se conoce como “musique concrète” (habría que dedicar largo tiempo a explicar este género de origen francés) el flux y algunos “experimentos” de los Beatles y otras bandas de rock experimental –valga la redundancia- de los 60’s. Hoy día la banda sigue en pie y Dunn trabajando en PWP (Public Work Productions) una empresa que se dedica a la promoción artística de todo tipo de trabajos (impresos, videos y música) que calificaríamos –en retoma- de vanguardistas.
John Heck, Lloyd Dunn and Todd Kimm at the Mill in Iowa City (http://pwp.detritus.net/news/interviews/kimm-icon.html)
Retrofuturism : La Revista
“Retrofuturism” se convirtió en una revista: la actitud polémica de Dunn (a lo Warhol) que ya se había hecho patente en Photo Static vuelve a hacer escuchar (o leer porpiamente) con Retrofuturism.
Sólo contó con 17 publicaciones, no periódicas, entre 1988-1993 y si hablar de la revista es menester diríamos que estuvo enfocada en “la producción en serie” y las ideas de “cultura de franja” y “el arte de máquina”. Como por ejemplo el arte de la fotocopiadora, el uso del plagio como arte, las gráficas deformadas y las tendencias “no arte” como arte, las “redes de correspondencia, el arte de audio, y mucho más.
Portada del Disco Music with Sound de The Tape- Beatles.
A lo largo de veinte años Dunn ha empleado el término “retrofuturismo”, “retrofuturista”, “retrofuturístico” de diversas formas; al principio, según él mismo afirma, se trató de una suerte de broma que luego cobraría un sentido real. De hecho hubo incluso una publicidad (falsa al final) sobre la publicación de un “Manifiesto Retrofuturista: Lectura y Desayuno-almuerzo” el cual fue atribuido a los seudónimos «Mono de Hollín” (Smut Monkey) y “Warren Ong». Lo cierto es que la utilidad de la palabra para Dunn –y hoy para nosotros- es indiscutible; de hecho podemos calificar el trabajo y algunos dibujos de las publicaciones en las que Dunn se involucró como retrofuturistas; y ello, no es por complacencia. En sí, referimos al término como la retoma de las visiones que en el pasado se tuvo del futuro: hoy presente.
Si usted tiene el deseo, tiempo y disposición le invito a visitar la web:
http://psrf.detritus.net/issues.html donde encontrará todas las “zines” de Dunn y sus amigos en formato PDF para descargar. Es una experiencia completa y permite comprender la estética e idiosincrasia involucrada en esta retoma de elementos como una suerte de “collage temporal”.
Podemos concluir simplemente señalando que el RETROFUTURISMO trasciende la terminología académica o la prescripción de un movimiento estético o artístico.
Aparentemente Dunn quiso hablar sobre “el trabajo posible”, sobre el arte de la combinatoria de tiempos: pasado, presente y futuro conjugándose de forma tal que den algo completamente novedoso. ¿Es posible el Retrofuturismo? Creo que, si luego de más de 25 años de que Dunn acuñara el término, Donatella Versace incursiona en esta tendencia pues hay bastante tela que cortar: Hay senderos inexplorados, hay proyecciones del futuro que hoy son presente, elementos interesantes y significativos de ese pasado que, en el redescubrimiento, llevan al artista a progresar paradójicamente en la comprensión y expresión de la forma de futuro que vivimos como presente. ¿O qué creen hoy de Orwell o de Bradbury? O ¿Qué pensarían los personajes de 1984 y Farenheit 451?