¿Es necesaria la Responsabilidad Social?

Necesitamos una ética universal porque las consecuencias de la razón técnica, movida por una idea equivocada de progreso, amenazan a toda la humanidad en su conjunto.

(Cortina, A. 1995 (3ra Ed.) Razón Comunicativa y Responsabilidad Solidaria Salamanca: Sígueme. pp.25)][1

 La responsabilidad social de la empresa representa una gama de aspectos legales, éticos, morales y ambientales, que viene a dar respuesta a la inclemencia experimentada por el capitalismo del mundo liberal. En este sentido debe tomarse como un acto que implica voluntad, pese a que exista normativa al respecto.

Básicamente se plantea que los costos que implican las duras prácticas de mercado tienden a tener costos impagables en la traducción del irrespeto a los derechos humanos en dos espacios temporales: con la generación actual dada la inequidad y desigualdad genera y con las generaciones futuras en términos de ecología; dado que al paso que se desarrolla el consumo de recursos naturales para dentro de veinte años serán insuficientes para satisfacer las demandas básicas del 70% de la población mundial.

 

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Como aduce Kofi Annan, en el documento New Century-New Challenge:

(…)de cada mil habitantes de la aldea, 150 son ricos, 780 pobres y 70 están en transición. El ingreso promedio es de 6000 dólares al año, pero el 86% queda en manos de la quinta parte más acomodada, mientras que cerca de la mitad de la población vive con menos de dos dólares por día. 220 son analfabetos (de los cuales dos tercios son mujeres). Menos de 60 poseen computadora. Sólo 24 tienen acceso a internet. Más de la mitad no ha hecho, ni recibido nunca, una llamada telefónica(…)

 Se enmarcan entonces un conjunto de prácticas y sistemas de gestión que tienen el matiz de voluntarios, con el objetivo final de asegurar  la sostenibilidad; persiguen entonces  la atención de las demandas de un colectivo (o varios) con los que  guardan relación, -también se les conoce como grupos de interés- generando un nuevo equilibrio entre sus dimensiones económica, social y ambiental.

Todo esto en el marco de la significación que ha adquirido en la sociedad el capital social; recordemos que como dice el Dr. Moreno León[2], los activos del capital social son: la confianza interpersonal, asociatividad, conciencia cívica y cultura; los cuales constituyen los pilares del desarrollo auto sostenido y participativo- éstos constituidos como BSE (bienes socio emocionales) son el rasgo definitorio y diferenciador del paradigma de capital social frente al modelo económico clásico.  En este sentido, nuevamente, es claro cómo el aumento del capital social se traduce en garantías de democracia sustancial  y de desarrollo sostenido, en tanto que busca la satisfacción de las necesidades de una mayoría –sin perjuicio a las minorías- y por tanto, transformándose en una suerte de unificador social. En este sentido pasa a ser una exigencia que se les hace a las empresas en el concepto de Responsabilidad Social, entendiendo a la empresa como un ciudadano corporativo.

La responsabilidad social de la empresa abarca adicionalmente aspectos internos y externos, primeramente la concientización de quienes laboran en las empresas en dos planos primariamente a nivel gerencial ya que implica la inversión social desprendida o ajustada de los márgenes de ganancia neta de las empresas a fin de garantizar condiciones a futuro y, posteriormente implica a nivel raso la conciencia de los empleados en términos de comprender los usos razonables de recursos. En cuanto al especto externo se trata del mercado.

La regla básica de los mercados actuales consiste en la productividad; entendida como la capacidad de producir y vender más, a menor costo y con unos estándares de calidad; esto asegura que las “marcas”  logren posicionarse, mantenerse y crecer en los mercados a los que pertenecen, entiéndase entonces que se vuelven más competitivas.

Productividad y competitividad son entonces la razón que lleva a que las decisiones gerenciales hagan una valoración del costo beneficio, la inversión realizada con respecto a las utilidades generadas, pero lastimosamente con una visión a corto plazo, sin medir consecuencias de los efectos nocivos de la inversión en el futuro de la marca o la empresa misma. Es esto lo que se pretende modificar en el concepto de Responsabilidad Social, que no es más que la concientización de la empresa.

Cabe también destacar a las prácticas relacionadas con “el buen gobierno de las compañías”, comprendido en el enfoque de transparencia de gestión que se hace efectivo a través de la rendición de cuentas en forma de informes o memorias anuales verificables por organismos externos (contralores); este aspecto es importante en tanto que garantiza que la gestión empresarial es cónsona con la directrices determinadas en los gobiernos y amparadas dentro del marco y acuerdos internacionales.

El papel del sector empresarial traspasa hoy día su inicial idea de ser sólo generadores de empleo  y riqueza y lo coloca como agente crucial del desarrollo en las comunidades. En tal sentido ya no se entiende como un factor productivo únicamente sino como un factor social –en tanto inserto en la civilidad- siento por tanto una especie de ciudadano corporativo; viéndose por ende, en la necesidad de ajustarse a la ética y el respeto por las personas y el medio ambiente (doble imperativo ético para con las generaciones actual y futuras)

Hoy día existen ciertos organismo que se encargan de delimitar en lo posible el concepto de Responsabilidad social, y sus directrices sirven de orientación a las empresas que se deciden a transitar por este camino. Entre los más importantes cabe destacar:

  • Global Compact (Pacto Mundial) de Naciones Unidas
  • Global Reporting Initiative (Iniciativa para la Rendición de Cuentas Global)
  • Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) con sus líneas directrices en materia de Responsabilidad Social.

La responsabilidad social es la única forma que el mercado puede corregir sus propias brechas en función de una ética coherente con las aspiraciones liberales respetuosas de los Derechos Humanos.

 

 

[1] Referencias: Cortina, A. 1995 (3ra Ed.) Razón Comunicativa y Responsabilidad Solidaria Salamanca: Sígueme.

 Kliksberg, B. (Comp.) (2002). Ética y Desarrollo: la relación marginada. Buenos Aires: El Ateneo.

Moreno, J. (2003). Capital Social, Gobernabilidad Democrática y Desarrollo. Caracas: Universidad Metropolitana. < http://www.iadb.org/Etica/Documentos/ve2_mor_capit.pdf > [22 de agosto de 2006].

[2] Moreno, J. (2003). Capital Social, Gobernabilidad Democrática y Desarrollo. Caracas: Universidad Metropolitana. < http://www.iadb.org/Etica/Documentos/ve2_mor_capit.pdf > [22 de agosto de 2006].

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